El 'esp¨ªritu Delors' sobrevuela Europa

El franc¨¦s Jacques Delors fue un presidente de la Comisi¨®n Europea de esp¨ªritu visionario. En 1993 present¨® un Libro Blanco sobre las infraestructuras europeas que ten¨ªa dos objetivos: activar la Europa de los ciudadanos a trav¨¦s de redes de comunicaci¨®n transfronterizas; y, construy¨¦ndolas, multiplicar el crecimiento con la palanca de la inversi¨®n p¨²blica. Su iniciativa fue boicoteada por el Ecofin de la ¨¦poca y olvidada por el Consejo Europeo.

La pasada semana el semanario Le Nouvel Observateur hizo una entrevista a Delors, para que hablase de las distintas crisis que padece nuestro continente. En ella hab¨ªa respuestas sobre la Constituci¨®n, el reparto de poder en las instituciones, las ampliaciones pendientes, la reforma del presupuesto, la revisi¨®n del Pacto de Estabilidad y Crecimiento o el no de Suecia al euro. La entrevista no defrauda: en ella est¨¢ el esp¨ªritu Delors que, sin reconocerlo de forma expl¨ªcita, sobrevuela ahora la UE. El franc¨¦s dice: no veo c¨®mo Europa, asociaci¨®n de Estados soberanos, podr¨ªa, en una especie de milagro, paliar la crisis de ciudadan¨ªa y colmar el foso creciente entre los europeos y el poder; la actitud de los ciudadanos hacia Europa est¨¢, adem¨¢s, ajustada por la crisis econ¨®mica: cuando la econom¨ªa europea va mal, uno ama menos Europa.

De toda esa agenda de proyectos, el actual presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, ha desempolvado las inversiones en infraestructuras e I+D, en una llamada Iniciativa de Crecimiento Estrat¨¦gico que, ahora s¨ª -la necesidad aprieta: el PIB de los Quince tuvo en el segundo trimestre del a?o crecimiento cero y cay¨® un 0,1% en los pa¨ªses de la eurozona-, ha sido aprobada por el Ecofin la pasada semana. Se trata de 29 proyectos en redes transeuropeas de comunicaci¨®n de aqu¨ª al a?o 2020, que se financiar¨¢n con fondos europeos, recursos de los Estados e inversi¨®n privada, con un papel central del Banco Europeo de Inversiones. Los objetivos son los mismos de Delors: acercar a los nacionales al espacio europeo, incluyendo una mayor fluidez entre el Oeste y el Este, estimular el crecimiento, e intentar cumplir con los piadosos deseos de la cumbre de Lisboa (a?o 2000), que se propuso hacer de Europa la zona m¨¢s pr¨®spera del mundo en el a?o 2010.

Prodi actualizaba as¨ª el plan que antes del verano present¨® el ex comisario Karel van Miert, al frente de un grupo de expertos. En aquel momento se trataba de 22 grandes proyectos, 18 de los cuales deb¨ªan comenzar su construcci¨®n antes de 2010 y para los que se necesitaban al menos 235.000 millones de euros. La comisaria de Transportes y Comunicaciones, la espa?ola Loyola de Palacio, acompa?¨® la presentaci¨®n de Prodi y declar¨®: "Sin infraestructuras no hay verdadero mercado interior y de lo que se trata con este plan es de garantizar la integraci¨®n del territorio facilitando la libre circulaci¨®n de bienes y mercanc¨ªas... La falta de infraestructuras cuesta medio punto de crecimiento por a?o".

?Es cre¨ªble la Iniciativa de Crecimiento Estrat¨¦gico? Para algunos ni es deseable, ni la primera necesidad de los europeos en este momento son las redes de comunicaciones. Son los que siguen empe?ados en que la prioridad sigue siendo la estabilidad presupuestaria que refleja la primera lectura del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Pero el ambiente que se detectaba en la ¨²ltima reuni¨®n del Ecofin parec¨ªa indicar que a partir de ahora, siguiendo las lecciones que para salir de la recesi¨®n ha puesto en circulaci¨®n George W. Bush, el ¨¦nfasis va a ponerse mucho m¨¢s en el incremento del gasto que en la rigidez a la hora de sanear las finanzas p¨²blicas. Adem¨¢s, de los 14 proyectos aprobados en Essen hace casi 10 a?os, tan s¨®lo han finalizado tres y cinco lo har¨¢n en el plazo previsto entre 2007 y 2010; las seis obras restantes permanecen en el limbo por ausencia de fondos para construirlas.

Esta etapa keynesiana -los gastos- no puede contemplarse sin poner en el mismo cesto la reforma del presupuesto comunitario -los ingresos- (el plan Sapir) que apoya Prodi pero boicotean muchos de sus comisarios.