El esc¨¢ndalo de pederastia de la Casa P¨ªa agrava la crisis interna en el Partido Socialista portugu¨¦s
Eduardo Ferro Rodrigues, l¨ªder del Partido Socialista portugu¨¦s (PS), fue acusado ayer por un destacado l¨ªder de su propia formaci¨®n de falta de inteligencia en la conducci¨®n del que deber¨ªa ser el mayor grupo de la oposici¨®n lusa, pero que es hoy "un partido reh¨¦n" del proceso Casa P¨ªa, la investigaci¨®n judicial de una red de pederastia que llev¨® a la c¨¢rcel, en mayo pasado, al n¨²mero dos socialista, Paulo Pedroso.
Manuel Mar¨ªa Carrilho, ex ministro de Cultura y diputado, es el autor de las duras acusaciones al liderazgo de Ferro Rodrigues. Carrilho public¨® ayer en el Di¨¢rio de Not¨ªcias un texto en el que critic¨® la reacci¨®n del liderazgo del partido a la detenci¨®n de Pedroso y el modo en que ha olvidado despu¨¦s su papel de oposici¨®n al Gobierno conservador del primer ministro Dur?o Barroso. Carrilho pidi¨® la convocatoria urgente de un congreso extraordinario para debatir la actuaci¨®n del l¨ªder del partido.
"Alimentando la confusi¨®n entre relaciones personales y funciones institucionales", los l¨ªderes del PS "arrastraron al partido hacia una cascada de pasos falsos", escribi¨® Carrilho. La direcci¨®n ha debilitado al PS, que est¨¢, "desde los acontecimientos de mayo, disminuido en su acci¨®n pol¨ªtica". Carrilho acusa a Ferro Rodrigues de no saber aprovechar la crisis econ¨®mica -Portugal est¨¢ en recesi¨®n desde el ¨²ltimo trimestre de 2003- para contestar la pol¨ªtica del Gobierno y de no haber conseguido superar el sentimiento de orfandad en que Ant¨®nio Guterres dej¨® sumergido al PS al abandonar el cargo de primer ministro en diciembre de 2001.
Con estas acusaciones, Carrilho asume p¨²blicamente las cr¨ªticas que otros socialistas vienen pronunciando entre bastidores. Desde la dimisi¨®n de Guterres, el PS vive una profunda crisis, pero los ¨²ltimos cinco meses han llevado a los socialistas al peor momento de sus 30 a?os de historia.
En el mismo d¨ªa de la detenci¨®n de Pedroso, Ferro Rodrigues comenz¨® a librar el que considera "el combate de su vida": probar la inocencia de su n¨²mero dos y demostrar que hay una conspiraci¨®n para acabar con el mayor partido de la oposici¨®n. Desde entonces, Ferro se ha dedicado casi exclusivamente a este asunto, dejando en segundo plano su agenda pol¨ªtica.
La filtraci¨®n a la prensa, la semana pasada, de conversaciones telef¨®nicas entre Ferro y otros dirigentes socialistas que supuestamente forman parte del sumario del caso Casa P¨ªa no ha ayudado al l¨ªder del PS. En estas conversaciones, grabadas en mayo, los socialistas tratan de cambiar el rumbo de la investigaci¨®n presionando a personas influyentes, entre ellas, el propio presidente de la Rep¨²blica, Jorge Sampaio.
Pese a que los analistas opinan de forma casi un¨¢nime que la actuaci¨®n de Ferro Rodrigues est¨¢ perjudicando al PS, el partido quiso dar ayer una imagen de unidad y de apoyo a su direcci¨®n. Pero algunos dirigentes guardaron silencio, como Jo?o Soares, hijo del ex presidente M¨¢rio Soares y uno de los posibles sucesores de Ferro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.