Republicanos, con el Pr¨ªncipe
C¨¢lido encuentro de Felipe de Borb¨®n con represaliados por el franquismo
Don Felipe ensalz¨® su entrega a la causa de la libertad y se comprometi¨®, como le demandaron antiguos represaliados por el franquismo, a seguir trabajando por el fortalecimiento de la democracia.
El emotivo encuentro entre el pr¨ªncipe de Asturias, Felipe de Borb¨®n, y algunos de los viejos militantes del movimiento obrero asturiano que sufrieron c¨¢rcel, despidos laborales y torturas durante las luchas de los a?os sesenta, se produjo durante una de las recepciones concedidas por el heredero de la Corona en la primera de las tres jornadas que permanecer¨¢ en la regi¨®n, donde esta tarde har¨¢ entrega de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias.
Manuel Garc¨ªa Gonz¨¢lez, Otones, minero jubilado, de 73 a?os, dirigente comunista y uno de los fundadores de CC OO, con un largo historial de detenciones, condenado a destierro por el franquismo, encarcelado durante 12 a?os y 10 meses y uno de los art¨ªfices de que la democracia indemnizara a los represaliados por la dictadura, logr¨® conmover al Pr¨ªncipe, seg¨²n testigos del encuentro, cuando le record¨® que su abuelo, don Juan de Borb¨®n, hab¨ªa sido tambi¨¦n, en su largo exilio, una v¨ªctima m¨¢s del r¨¦gimen instaurado tras la Guerra Civil. "No hac¨ªa falta recordarle que yo soy republicano, pero la realidad hist¨®rica es la que es y en ella hay que trabajar por la democracia y para que el pueblo se involucre m¨¢s en ella y tome participaci¨®n activa", explic¨® Otones.
"Un chaval sencillo", coment¨® tras la entrevista Ana Sirgo, una embl¨¦matica dirigente obrera
"El Pr¨ªncipe tiene toda la apariencia de ser un verdadero dem¨®crata. Eso es lo que vio un viejo republicano como yo", afirm¨® Marcelo Garc¨ªa, de 73 a?os, minero jubilado. Marcelo, hijo de un luchador que muri¨® en el exilio y sobrino de dos fusilados por el franquismo, sirvi¨® de enlace de los ¨²ltimos maquis en los a?os cincuenta. Militante socialista desde 1959, fue uno de los integrantes de la primera direcci¨®n del interior del PSOE clandestino, de la que form¨® parte en 1971 con Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra y Nicol¨¢s Redondo, entre otros. Fue varias veces detenido y sufri¨® c¨¢rcel durante 13 meses.
A Ana Sirgo Su¨¢rez, una mujer emblem¨¢tica del movimiento obrero asturiano de los a?os sesenta, Felipe de Borb¨®n le pareci¨® "un chaval sencillo". Ana Sirgo, de 70 a?os, se enfrent¨® a los esquiroles en las huelgas mineras de 1962 y 1963, y fue detenida, junto a su marido, ya fallecido, y sometida a torturas para que delatase el paradero de dirigentes comunistas. Vio a su esposo y a otros mineros "chorreando sangre" en los calabozos, sufre sordera parcial a causa del apaleamiento a que fue sometida y fue, junto a Constantina P¨¦rez (Tina), ya fallecida, dos de la mujeres a las que les cortaron el pelo como represalia por su activismo, lo que les convirti¨® en s¨ªmbolos de la lucha contra la dictadura.
Manolita Casta?¨®n, viuda del dirigente socialista asturiano Emilio Barb¨®n, recientemente fallecido, no pudo contener las l¨¢grimas. Barb¨®n, abogado de muchos condenados por el franquismo y reorganizador del PSOE asturiano, se enfrent¨® a la dictadura, pese a la grave minusval¨ªa que padec¨ªa. El Pr¨ªncipe record¨® a Barb¨®n como uno de los diputados de las Cortes Constituyentes, y Encarna, muy conmovida, apenas pudo decir que no era ella, sino su marido, quien tendr¨ªa que estar en el acto de ayer. A la recepci¨®n no pudo asistir, a causa de su delicado estado de salud, ?ngela Luzdivina Garc¨ªa, La Capricha, de 92 a?os, que particip¨® en la Revoluci¨®n de Asturias de 1934, luch¨® en el frente durante la Guerra Civil y colabor¨® luego con los guerrilleros que se echaron al monte tras la ca¨ªda de Asturias en poder de Franco.
En un encuentro que todos calificaron de distendido, c¨¢lido y muy afectuoso, Felipe de Borb¨®n juzg¨® admirable "la entrega" de todos ellos a la lucha por la libertad y les pidi¨® que transmitan su ejemplo y su testimonio a las generaciones j¨®venes. Pero los viejos luchadores tambi¨¦n hicieron peticiones al Pr¨ªncipe y le expresaron la necesidad de que no se pierda la memoria, para que aquella infausta etapa de la historia espa?ola no se repita, y demandaron a la Corona que siga trabajando, en alianza con el pueblo espa?ol, para fortalecer la democracia. Testigos del encuentro, vedado a la prensa, aseguraron haber o¨ªdo al Pr¨ªncipe responder: "Continuaremos esa tarea".
![De izquierda a derecha, Marcelo Garc¨ªa; su esposa, Encarna Vega; Ana Sirgo; Manuel Garc¨ªa Gonz¨¢lez <i>(Otones),</i> y Manolita Casta?¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KWG3UKLKII46HQ6VAD3LXC3JPI.jpg?auth=800592b83c1d399014f3ea3274b69ffe82fb7e9243de76d588152319b986e967&width=414)
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