El 'plan Ibarretxe' de la justicia

"Los jueces que no saben euskera deber¨ªan dejar el sitio a quienes saben la lengua o entienden mejor el pa¨ªs e irse a otro lado, que la justicia es ancha y Espa?a tambi¨¦n". Entre este planteamiento excluyente del m¨¢ximo l¨ªder del PNV, Xabier Arzalluz, y la definici¨®n precisa del Poder Judicial Vasco que el lehendakari Ibarretxe ha plasmado en su propuesta median menos de siete a?os. Nadie podr¨¢ decir que el PNV ha escondido durante estos a?os sus cartas en su enso?aci¨®n de modelo judicial para el Pa¨ªs Vasco.

Esa declaraci¨®n de intenciones, realizada en noviembre de 1996 por Arzalluz a escasos metros de la tumba de Sabino Arana, y la ponencia aprobada por la Asamblea General del PNV en enero de 2000 "Sobre el Poder Judicial Vasco" es el marco de juego donde Ibarretxe ha colocado sus cinco art¨ªculos Del Poder Judicial. El

"Todos los que no comulguemos con el plan tendremos que abandonar las plazas"

"Hay elementos que pueden contribuir a aumentar las garant¨ªas de independencia"

Consejo Judicial Vasco.

Todo estaba ya ah¨ª hace a?os: la posible "desaparici¨®n" de la Audiencia Nacional, la creaci¨®n de un "Consejo del Poder Judicial de Euskadi", la reducci¨®n del Tribunal Supremo a tareas de "unidad de doctrina" o la exigencia a los jueces y funcionarios judiciales del "uso del euskera" (atemperada en la propuesta del lehendakari por una redacci¨®n m¨¢s dulce: tener en cuenta el "car¨¢cter preferente" del conocimiento del euskera para la promoci¨®n en la carrera judicial). Ibarretxe lo ¨²nico que ha hecho es articularlo.

Juan Luis Ibarra, que en los pr¨®ximos d¨ªas tomar¨¢ posesi¨®n como presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior, va m¨¢s lejos y prefiere centrarse en la "autor¨ªa" intelectual de la exigencia de un Poder Judicial Vasco: HB. Ahora, "la reivindicaci¨®n de un Poder Judicial Vasco, aparece compartida con Batasuna por PNV, EA e IU. Y los jueces no debemos olvidar que esta reivindicaci¨®n ha sido invocada por la organizaci¨®n terrorista ETA para asesinar al magistrado Lid¨®n y procurarnos una ininterrumpida violencia de persecuci¨®n desde 1997. Es imposible olvidarse de este origen espurio y netamente liberticida de la reivindicaci¨®n de un Poder Judicial Vasco", opina.

Para otros, en cambio, el problema es que a algunos jueces se les ha olvidado el juramento que hicieron al tomar posesi¨®n acerca de su obligaci¨®n de "guardar y hacer guardar" la Constituci¨®n y el resto del ordenamiento jur¨ªdico. "Es como el cura cat¨®lico al que le gustan las mujeres: si quiere estar con mujeres, tiene que colgar el h¨¢bito. Esto es igual, con el modelo propuesto por Ibarretxe los jueces de hoy no podr¨ªamos seguir trabajando aqu¨ª".

El que habla es un magistrado de origen asturiano con 14 a?os de ejercicio en los tribunales vascos que prefiere -"muy a mi pesar"- mantenerse en el anonimato. No por miedo, sino para evitar una recusaci¨®n a destiempo. Por sus manos deber¨¢ pasar alguna de las causas colaterales que ya rodean a la presentaci¨®n del plan Ibarretxe.

"El problema es que Ibarretxe es un trilero. Dice proponer un debate intelectual, de ideas, pero mientras tanto est¨¢ colocando unilateralmente la carga para proceder a la voladura del marco constitucional y estatutario. Y en el tema de la justicia es m¨¢s que evidente con la quiebra del principio de unidad jurisdiccional". Es lo que los jueces denominan en sus sentencias "un hecho notorio que no requiere de prueba alguna".

Con un mont¨®n de a?os a sus espaldas bregando en los tribunales vascos, la magistrada Garbi?e Biurrun, actualmente en la Sala de lo Social del Tribunal Superior, considera, por el contrario, que "la unidad jurisdiccional est¨¢ garantizada" en la propuesta del Gobierno vasco. Su jefe inmediato en la misma sala, el magistrado presidente Manuel D¨ªaz de Rabago, ambos pertenecientes a la asociaci¨®n progresista Jueces para la Democracia, niega la mayor. A su juicio, "la propuesta de estatuto no dise?a un poder judicial vasco". El espacio judicial dise?ado en la propuesta "en la medida en que [la comunidad] no se constituye como un Estado propio, al asumir su integraci¨®n en el Estado espa?ol, admite que se juzga por el poder de ¨¦ste, respetando as¨ª el principio de unidad jurisdiccional". Embarcados en lo que parece una lucha fratricida entre los Gobierno central y vasco, la judicatura ha sido otro campo de batalla m¨¢s. A una frase altisonante de Arzalluz, le segu¨ªan "actuaciones judiciales realizadas bajo el impulso del poder pol¨ªtico", seg¨²n los nacionalistas. Una andanada del consejero vasco de Justicia de turno era respondida con pura gasolina por alguno de los vocales delegados para el Pa¨ªs Vasco del Consejo General del Poder Judicial. M¨¢s que consejeros, magistrados, vocales, ministros o presidentes de altos tribunales tocados por el dedo de la diosa griega Themis, en ocasiones sus actuaciones han favorecido una imagen m¨¢s propia de jolgorio en el bazar o de pel¨ªcula de g¨¢nsteres que de Justicia con may¨²sculas.

Para la presidenta de la Audiencia de Vizcaya, Ana Iracheta, "los indicios m¨¢s esclarededores para entender la configuraci¨®n que el nacionalismo vasco tiene del Poder Judicial est¨¢n en la din¨¢mica de tensi¨®n creciente frente a la Administraci¨®n de Justicia en el Pa¨ªs Vasco, adoptada como directriz por los gobiernos de Ibarretxe".

Iracheta denuncia el "trato irreverente" dispensado por el Ejecutivo a los jueces y como consecuencia de todo esto "la aversi¨®n del nacionalismo a un Poder Judicial independiente, robusto, diverso y por ello inmune a dictadas visiones de la realidad", algo que se destilar¨ªa en la propuesta de Ibarretxe. Por el contrario, Biurrun subraya que el plan tiene "elementos que pueden realmente contribuir a aumentar esas garant¨ªas de independencia". Y como muestra de ello se?ala el criterio mixto para la elecci¨®n del Consejo Judicial Vasco, garantizando la elecci¨®n de una parte de sus miembros entre los jueces y magistrado que ejerzan en Euskadi. O la elecci¨®n del fiscal jefe del alto tribunal vasco por el Consejo Judicial Vasco, algo "novedoso y valiente, favoreciendo un Ministerio Fiscal m¨¢s independiente y, desde luego, no conectado al Ejecutivo, lo que nos alejar¨ªa del muy favorablemente del negativo modelo actual".

Desde la judicatura Navarra se ve el debate desde el burladero. Con atenci¨®n, entrando en la p¨¢gina web del Gobierno vasco para leer y releer la propuesta. Y sacar despu¨¦s el texto de la Carta Magna. Y pensar que "la legitimaci¨®n democr¨¢tica de nuestra labor deriva de la Constituci¨®n y en tal sentido entiendo que es plena".

El magistrado Juan Manuel Fern¨¢ndez, adscrito a la Audiencia de Pamplona, asegura que la quiebra que produce el texto articulado de la unidad jurisdiccional traer¨ªa como consecuencia algo que Ibarretxe niega una y otra vez: "El reconocimiento de un Estado independiente, de modo que se originar¨ªan relaciones similares a las que se dan hoy en d¨ªa con los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea", explica Fern¨¢ndez.

Ante ese choque de trenes al que, seg¨²n todos los observadores, est¨¢ abocada la propuesta del Ejecutivo aut¨®nomo entre la locomotora de la legalidad y la de la legitimidad, muchos de los jueces y fiscales consultados ven en el imperio de la ley la estaci¨®n infranqueable que debe hacer descarrilar el tren de las legimitidades que conduce Ibarretxe. Eso o "hacer las maletas", dicen los m¨¢s pesimistas. El fiscal Alejandro Tor¨¢n, de la conservadora Asociaci¨®n de Fiscales, tiene claro que la propuesta plantea "una justicia a medida para los nacionalistas y trata, en suma, de deslegitimar el sistema judicial actual. Todos los jueces y fiscales que no comulguemos con esos planteamientos deber¨ªamos abandonar nuestra plaza", anuncia.

275 jueces y fiscales ejercen su funci¨®n en Euskadi ?Y si la propuesta sirviera para que los jueces, todos ellos, y los fiscales, todos ellos, dejaran de llevar escolta?

S¨®lo el planteamiento genera una sucesi¨®n de calificativos que ¨²nicamente permite una interpretaci¨®n: "inmoral", "argumento ingenuo y a la vez perverso", "peaje que no estoy dispuesto a pagar". En cualquier caso, nadie ve una relaci¨®n directa entre un Poder Judicial vasco y el no tener que llevar escolta. Hay quien cree a pies juntillas en la promesa del lehendakari de que la consulta se har¨¢ en ausencia de violencia. "Llegado ese d¨ªa, sea cual sea el resultado, no ser¨ªa preciso que llev¨¢semos escolta", afirma D¨ªaz de R¨¢bago, al tiempo que como todos no cree que el dise?o del espacio judicial en Euskadi sea un "elemento determinante de que jueces y fiscales no tengamos que llevar protecci¨®n personal". El juez decano de Bilbao, Alfonso Gonz¨¢lez Guija, cree que un "Poder Judicial Vasco forma parte de un proyecto pol¨ªtico de ¨ªndole soberanista" pero no ve "ninguna relaci¨®n" entre ese poder y el "fin de la amenaza que impone ETA" a jueces y fiscales.

El juez navarro Juan Manuel Fern¨¢ndez le da la vuelta al planteamiento. "En la medida que el modelo no sea ¨²til para mejorar la convivencia ciudadana tampoco lo ser¨¢ para arreglar la situaci¨®n" de la obligaci¨®n de llevar escoltas.

Nerea Magall¨®n sue?a con ese amanecer todos los d¨ªas desde que en diciembre de 2001 su madre se vio obligada a llevar una sombra tan indeseada como necesaria. El asesinato, un mes antes, del magistrado Jos¨¦ Mar¨ªa Lid¨®n a manos de ETA cerraba una tela de ara?a que se hab¨ªa ido tejiendo lentamente entre los se?alamientos de unos, las deslegitimaciones de otros y la complacencia, cuando no el pacto pol¨ªtico, con el nacionalismo radical.

Magall¨®n lo dejaba expresado con claridad en una carta al director escrita bajo el peso de la nueva situaci¨®n que se viv¨ªa en su familia tras el primer asesinato de un juez en Euskadi. "Animo a todas estas personas [amenazadas], y a mi madre muy especialmente, a que salgan a la calle sin verg¨¹enza alguna con su escolta o sus escoltas; incluso a que salgan m¨¢s de lo que sal¨ªan antes, pero que no se queden en casa, porque toda la sociedad en general y la sociedad vasca en particulatr (acostumbrada a mirar para otro lado) tiene que despertar ante la terrible situaci¨®n a la que nos ha llevado el fanatismo y darse cuenta de lo que es ir a comprar calcetines con una persona pis¨¢ndote los talones por el solo hecho de querer vivir en tu ciudad y hacer tu trabajo".

La propuesta de Ibarretxe, seg¨²n algunos expertos juristas, supondr¨ªa la desaparici¨®n de la jurisdicci¨®n en Euskadi de la Audiencia Nacional y que los terroristas fueran juzgados en Euskadi. Nadie duda de la capacitaci¨®n de los jueces para realizar ese trabajo, aunque todos admiten la presi¨®n en la que se iba a desarrollar su trabajo. "Si vamos a instruir y enjuiciar delitos de terrorismo seguiremos siendo tan enemigos, si no m¨¢s, de ETA y las medidas de seguridad deber¨¢ aumentarse", se?ala una juez originaria de Catalu?a que eligi¨® un buen d¨ªa como destino Euskadi. Otros como Ibarra piensan que el precio a pagar seria la "absoluta ineficacia en la pol¨ªtica terrorista" y recuerda cuando en Italia, en la ¨¦poca del juez Giovanni Falcone, se opt¨® por ese modelo de atribuci¨®n territorial de competencias de enjuiciamiento a la judicatura de Palermo. "Ser¨ªa absolutamente fr¨ªvolo no recordar el precio humano y profesional pagado por ello".