Iztueta flexibiliza la aplicaci¨®n de su controvertida reforma del Bachillerato

Educaci¨®n ha flexibilizado la controvertida reforma del Bachillerato que puso en marcha para el presente curso 2003-2004. La consejera, Anjeles Iztueta, anunci¨® ayer en el Parlamento que los institutos p¨²blicos que lo soliciten podr¨¢n ajustar las asignaturas optativas para hacerlas coincidir con las de modalidad, aunque en lugar de disfrutar de las cuatro horas semanales que ten¨ªan antes de la reforma deber¨¢n conformarse con tres. La oposici¨®n aplaudi¨® la iniciativa, pero reiter¨® que la mejor soluci¨®n es pasar de las 31 horas actuales a 32 horas lectivas a la semana para el conjunto de las materias, con lo que las materias optativas y las de modalidad tendr¨ªan cuatro horas cada una y podr¨ªan intercambiarse sin problema.

Iztueta compareci¨® ante la Comisi¨®n de Educaci¨®n a petici¨®n propia para explicar la reforma. Aunque reconoci¨® que "no hay nada inamovible", admiti¨® que resulta muy complicado subir hasta las 32 horas semanales y record¨® que los cambios ser¨¢n "ef¨ªmeros", ya que a partir del pr¨®ximo curso entra en vigor el nuevo Bachillerato emanado de la Ley Org¨¢nica de Calidad de la Educaci¨®n. "Se ha adoptado la mejor soluci¨®n posible despu¨¦s de consultar a todas las partes. Este curso seguiremos con las 31 horas a la semana", aclar¨®.

La consejer¨ªa materializ¨® la reforma del Bachillerato en una orden publicada el pasado junio, cuando los institutos estaban en plena matriculaci¨®n para el actual curso. La modificaci¨®n ha permitido ganar una hora semanal m¨¢s a las asignaturas de Filosof¨ªa e Historia a costa de reducir a tres las horas de la asignatura optativa, con lo que los alumnos no pueden intercambiarla con la materia de modalidad que tiene cuatro y que completa mejor su formaci¨®n, seg¨²n los expertos. Las asociaciones de padres advirtieron en su momento de que los cambios suponen un "grave perjuicio" para los alumnos.

Sin embargo, la aplicaci¨®n de esa orden ha sido muy desigual en la red p¨²blica y en la privada concertada. Mientras los centros p¨²blicos la han asumido, la mayor¨ªa de los privados han optado por subir de 31 a 32 las horas lectivas a la semana y dar esa hora de m¨¢s a la asignatura optativa. As¨ª, sus alumnos pueden seguir intercambiando la optativa por la de modalidad.

Una norma de rango menor

Los centros privados argumentan que una orden, que es una norma de rango menor, no puede modificar el decreto que ya estaba en vigor sobre el Bachillerato, que tiene mayor jerarqu¨ªa. La consejera adelant¨® en su comparecencia que el departamento est¨¢ ultimando el decreto que absorber¨¢ la orden y que evitar¨¢ la posible situaci¨®n de alegalidad.

La autorizaci¨®n a los centros p¨²blicos para que var¨ªen las asignaturas de modalidad y las transformen en optativas de tres horas ha aliviado en parte la situaci¨®n en la que hab¨ªan quedado estos institutos, pero tanto PP como PSE insistieron en que "no hay que sacralizar las 31 horas". La portavoz socialista, Isabel Cela¨¢, pidi¨® al departamento un "esfuerzo m¨¢s" para llegar hasta las 32 horas, mientras que el parlamentario popular PP I?aki Oyarzabal record¨® que el resto de comunidades con otra lengua oficial adem¨¢s del castellano juegan con las 32 y hasta con las 33 horas de clase a la semana.

Iztueta acept¨® la necesidad de realizar una profunda reflexi¨®n sobre la actual estructura del Bachillerato y apost¨® por reforzar, sobre todo, los ¨¢mbitos cient¨ªfico y tecnol¨®gico.