Un disco recupera a los Beatles originales
'Let it be... naked' prescinde de las mezclas y los arreglos del productor Phil Spector
El pr¨®ximo lunes 17 de noviembre se publica en todo el mundo Let it be... naked, versi¨®n 2003 del disco p¨®stumo de The Beatles, editado el 8 de mayo de 1970, cuatro semanas despu¨¦s del anuncio de su disoluci¨®n. Aparte de prescindir de los pol¨¦micos arreglos y mezclas del productor Phil Spector, Let it be... naked cambia dos temas -Dig it y Maggie Mae- por la memorable Don't let me down, inicialmente la cara B de Get back. La nueva edici¨®n contiene un CD extra con momentos de las sesiones de enero de 1969 a modo de documental sonoro.
Siempre se ha considerado Let it be como el eslab¨®n d¨¦bil de la prodigiosa obra discogr¨¢fica de The Beatles. Fue un elep¨¦ que se les atragant¨®. A finales de 1968, el grupo -en realidad, Paul McCartney impuso su voluntad sin muchas contemplaciones- se plante¨® una vuelta al directo que coincid¨ªa con un af¨¢n colectivo de retornar a un rock m¨¢s blues y elemental.
Primero se contrat¨® al realizador Michael Lindasy-Hogg para que rodara un documental del evento, que comenz¨® por los ensayos en un amplio estudio cinematogr¨¢fico. Fue un desastre: la incomodidad del lugar y la presencia de extra?os -incluyendo a Yoko Ono, apenas tolerada- provocaron enfrentamientos, con George Harrison protagonizando una espantada y el resto siguiendo como si no ocurriera nada. Se intent¨® encauzar la grabaci¨®n traslad¨¢ndose al estudio en el s¨®tano de su empresa, Apple. M¨¢s tarde Harrison logr¨® que se olvidara la idea del concierto espectacular -se pensaba incluso en tocar en un anfiteatro norteafricano- y el documental pas¨® a llamarse Get back, con la m¨¢s modesta intenci¨®n de retratar el proceso de elaboraci¨®n de un elep¨¦ llamado... Get back.
Para que la pel¨ªcula tuviera un momento ¨¢lgido, los Beatles se subieron a lo alto del edificio de Apple. A la hora de la comida, con el frio de enero, ofrecieron un concierto sin anunciar, interrumpido por la polic¨ªa a los 42 minutos. Nadie se imaginaba que ser¨ªa su ¨²ltima actuaci¨®n.
Toda la aventura apestaba: las nuevas composiciones eran irregulares y hab¨ªan surgido desagradables tensiones internas. Escarmentados, los Beatles volvieron a los confortables estudios Olympic, Trident y EMI, donde reencontraron la magia y grabaron el espl¨¦ndido Abbey Road, publicado en septiembre de 1969.
Mientras tanto, el impublicado disco anterior sigui¨® dando dolores de cabeza. Glyn Johns, el ingeniero con voluntad de productor, realiz¨® dos versiones diferentes de Get back, que no convencieron a los autores. Pero el reci¨¦n nombrado manager, el peligroso Allen Klein, ya hab¨ªa vendido los derechos de exhibici¨®n de la pel¨ªcula a United Artists y exig¨ªa una banda sonora.
En marzo de 1970 entr¨® en escena Phil Spector. Admirado por John Lennon y George Harrison, ¨¦stos convencieron a Ringo Starr y presionaron para que el productor probara a dar su legendario toque a las desdichadas cintas. Spector remezcl¨® todo, recurri¨® a sus trucos de eco y a?adi¨® orquesta y coros a varios temas. Incluso se regrabaron algunas partes. Cuando McCartney escuch¨® el resultado final se indign¨®: lo defini¨® como "una interferencia intolerable". Pero, al estar en minor¨ªa, no pudo hacer nada. El disco resultante se titul¨® Let it be y recibi¨® las peores cr¨ªticas de la historia de los Beatles. Ni siquiera le salv¨® la conmoci¨®n de la reciente separaci¨®n.
Treinta y dos a?os despu¨¦s, un encuentro casual de McCartney con Lindsay-Hogg desemboc¨® en una peculiar operaci¨®n rescate. La misi¨®n: recuperar el sonido crudo que hab¨ªa sido el objeto primigenio de las sesiones. Tres expertos -Guy Massey, Allan Rouse y Paul Hicks- han sudado a?o y medio para lograr lo que llaman una versi¨®n naked (desnuda) de Let it be. Aparte de eliminar los a?adidos de Spector y hacer cambios en el listado de canciones, han remezclado cada tema, partiendo en alg¨²n caso de tomas in¨¦ditos.
El nuevo Let it be tiene gran pegada: la presencia de voces e instrumentos resulta incluso apabullante; en algunos momentos es posible olvidar aquellos deplorables choques e imaginar que era una banda que hall¨® su motivaci¨®n perdida. Se trata de un Let it be depurado de conversaciones y piezas menores, incluidas en 1970 como concesi¨®n a la pel¨ªcula. Esta recreaci¨®n ha sido aprobada por McCartney, Starr y los herederos de Lennon y Harrison. Todav¨ªa no ha habido reacci¨®n del hombre al que ahora se enmienda la plana, Phil Spector.
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