Las monumentales batallas de 'El regreso del rey' cierran la saga de 'El se?or de los anillos'
El director Peter Jackson dice que "es el episodio en el que m¨¢s libertad hemos tenido"
Comienza con una lombriz a punto de ser enganchada en un anzuelo y finaliza con un port¨®n que se cierra. Entre una y otra escena, tres horas y media de monumentales batallas, aterradoras bestias, interminables periplos y mucho desgarro interior. La tercera y ¨²ltima parte de la versi¨®n cinematogr¨¢fica de El se?or de los anillos, que se estrena en Espa?a el pr¨®ximo 17 de diciembre, fue presentada ayer a la prensa internacional en Berl¨ªn. "Es el episodio en el que m¨¢s libertad hemos tenido", sostuvo su director, Peter Jackson, bastante exhausto despu¨¦s de siete a?os de trabajo.
Un nuevo personaje, Denethor, es el encargado de guardar el trono de Gondor
De los actores, productores y especialistas en efectos musicales que ayer acudieron a la presentaci¨®n a la prensa, casi ninguno hab¨ªa le¨ªdo el libro de J. R. R. Tolkien antes de que el director neozeland¨¦s los llamara a participar en su proyecto. Ahora al menos la trama se la conocen de memoria. Quiz¨¢ por ello, a los muchos superlativos que ya ha sumado esta saga -desde la astron¨®mica taquilla lograda por los dos episodios anteriores, La comunidad del anillo y Las dos torres, pasando por el derroche de material durante 274 d¨ªas de rodaje, hasta la disparada de las ventas de los libros y del turismo a Nueva Zelanda-, El regreso del rey agrega uno m¨¢s: incorpora la probablemente m¨¢s larga serie de abrazos y besos de despedida de la historia del cine.
"Se supon¨ªa que la ¨²ltima entrega deb¨ªa de ser f¨¢cil, pero no fue as¨ª. Uno de los problemas fue que el libro contiene muchos finales", explic¨® la guionista Philippa Boyens. Como ya sucedi¨® en las dos primeras pel¨ªculas (estrenadas en 2001 y 2002, tambi¨¦n en v¨ªsperas de Navidad), El regreso del rey no es del todo fiel a la obra escrita por el fil¨®logo brit¨¢nico. Seguramente volver¨¢ a dar mucho de que hablar entre los incondicionales de Tolkien.
El gui¨®n ha cambiado muchas veces desde que el neozeland¨¦s se pusiera manos a la obra, hace siete a?os. Para esta ¨²ltima entrega, una parte del equipo tuvo que volver a Nueva Zelanda este verano para agregar y perfeccionar algunas escenas. Pero la productora New Line, que en total ten¨ªa previsto invertir 300 millones de d¨®lares (245 millones de euros), lo financi¨® de buena gana. Despu¨¦s del ¨¦xito de las dos primeras entregas, no hab¨ªa ninguna raz¨®n para no confiar plenamente en Jackson, un hombre algo obsesivo, desde luego, pero muy jovial, que anda descalzo y en pantalones cortos por la vida, y que pr¨®ximamente quiere hacer una nueva versi¨®n de King Kong.
Al lado de Frodo, Gandalf, Gollum y los dem¨¢s viejos conocidos de Tierra Media, en El regreso del rey hay un nuevo protagonista principal, Denethor, encargado de guardar el trono de Gondor para el futuro monarca (Aragorn). Interpretado por el australiano John Noble, Denethor enloquece por la muerte de su hijo. Salvadas las distancias, es un personaje que parece salido de una obra de Shakespeare. "Durante la interpretaci¨®n, siempre tuve en mente al Rey Lear", confirm¨® ayer Noble. Eso, en una saga que "no brinda personajes demasiados complejos", seg¨²n admiti¨® ayer Ian McKellan, ilustre actor brit¨¢nico que en la vida real transmite la misma sabidur¨ªa que el mago Gandalf.
El retorno del rey vuelve a funcionar sobre los dos ejes principales del enfoque escogido desde un inicio por Peter Jackson: el desgarro interior causado por el poder del Anillo Soberano y la lucha militar entre el bien, representado por Gondor y Rohan, y el mal, enquistado en Mordor. En esta ¨²ltima entrega, el hobbit Frodo (interpretado por Elija Wood) casi sucumbe a la maldici¨®n del anillo que debe destruir. Y dos grandes batallas -rodadas con una verdadera descarga de imaginaci¨®n visual y recursos t¨¦cnicos- quitan la respiraci¨®n.
Detr¨¢s de todo ello, un trasfondo que Jackson tiene muy presente: Tolkien combati¨® en la Primera Guerra Mundial y comenz¨® a escribir El se?or de los anillos cuando en 1939 Hitler iniciaba la Segunda. Tal y como ha demostrado el investigador brit¨¢nico John Garth, los tres tomos de su novela pueden leerse tambi¨¦n como un reflejo de esta experiencia de la hecatombe. Al final, tanto Tolkien, como sus personajes literarios y cinematogr¨¢ficos han cambiado profundamente: "Nadie gana en una guerra", afirm¨® Peter Jackson. "Despu¨¦s de haber estado en ella, ya nunca se es el mismo".
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