'200 km' retrata la marcha de los trabajadores de Sintel a Madrid

Durante los 10 ¨²ltimos d¨ªas del pasado mes de abril, los trabajadores de Sintel realizaron una marcha por Espa?a repartidos en seis columnas. Su objetivo era llegar hasta Madrid por cada una de las seis carreteras nacionales que conducen a la capital para participar en las movilizaciones del Primero de Mayo. La agresi¨®n de uno de ellos al secretario general de CC OO, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo, empa?¨® la reivindicaci¨®n y acapar¨® la atenci¨®n informativa. Las im¨¢genes de la desafortunada y aislada acci¨®n violenta cierran el documental 200

km, un minucioso retrato de la expedici¨®n reivindicativa y de las circunstancias personales de los trabajadores. La pel¨ªcula, una producci¨®n de Quimelca, se estrena hoy en seis ciudades espa?olas (Barcelona, Madrid, Pamplona, Vitoria, Bilbao y Valencia), con otras tantas copias.

200 km es una creaci¨®n colectiva de nada menos que 14 realizadores menores de 30 a?os agrupados con el nombre de Discusi¨®n 14. Surge de una idea de la reportera Georgina Cisquella y el realizador Pere Joan Ventura, autores de un primer documental sobre el mismo tema, Efecto

Iguaz¨², estrenado el pasado a?o y galardonado con varios premios, entre ellos el Goya, y que recoge la acampada que los trabajadores de Sintel realizaron durante cuatro meses en la Castellana de Madrid en el a?o 2001. El asentamiento acab¨® cuando el Gobierno y Telef¨®nica se comprometieron a prejubilar a parte de los 1.200 empleados y a recolocar al resto en empresas del sector. A d¨ªa de hoy, la mayor¨ªa de los trabajadores siguen en paro. 200 km no es, dicen sus autores, la segunda parte de Efecto

Iguaz¨², sino "la segunda parte de un mismo conflicto".

La mayor¨ªa de los realizadores de la pel¨ªcula proceden del Centro de Estudios Cinematogr¨¢ficos de Catalu?a y dispusieron s¨®lo de una semana para la preproducci¨®n del documental. Lo justo para reunir de prestado las c¨¢maras digitales, los micr¨®fonos, tr¨ªpodes y el resto de material utilizado para la grabaci¨®n. Cada uno de los realizadores aport¨® 200 euros, ¨¦se fue el ajustado presupuesto inicial hasta despertar el inter¨¦s de Quimelca, una joven productora catalana.

El resultado de su trabajo fueron 180 horas que suponen una detallada cr¨®nica del d¨ªa a d¨ªa de la marcha de empleados, sus esperanzas y sus momentos de desaliento, la solidaridad encontrada a su paso y tambi¨¦n las dificultades, entre ellas el rechazo de algunos alcaldes a albergarlos en sus municipios. Las caracter¨ªsticas de la realizaci¨®n favorecen una mirada m¨²ltiple, un mosaico de situaciones y circunstancias, con espacio para los retratos personales sobre un colectivo cuya edad media ronda los 50 a?os. Una constante atraviesa el documental: el desencanto y la rabia de los trabajadores hacia sus l¨ªderes sindicales.