La heterodoxia del arte actual brilla en Palma entre murallas renacentistas
Los Reyes inauguran el nuevo museo Es Baluard, que re¨²ne 400 obras del siglo XX
Es Baluard, nombre del nuevo Museo de Arte Moderno y Contempor¨¢neo de Palma, atrapa en sus fachadas monumentales -lienzos de muralla renacentista- la vanguardia arquitect¨®nica y una colecci¨®n heterog¨¦nea de pintura y escultura, casi 400 obras de autores se?eros y locales a partir de 1900. Los Reyes inauguraron anoche el museo, que ha costado 17,5 millones de euros, abonados por las instituciones de Baleares -Gobierno, Consell y Ayuntamiento- para dar cabida a la colecci¨®n privada del editor Pedro Serra, que cede una parte y presta la mayor¨ªa de las obras.
Es Baluard, que destaca por su construcci¨®n y por un conjunto de obras de estilos diferentes -hay algunas grandes piezas de Picasso, Mir¨®, Barcel¨®, Picabia, T¨¤pies, Magritte, Motherwell, Schnabel, Fontana, Richard Serra o Chillida-, nace en el panorama cultural con la vitalidad de la pol¨¦mica y los recelos que genera en diversos sectores la personalidad del promotor privado cuyo "sacrificio y altruismo" fueron elogiados por el presidente de Baleares, Jaume Matas.
El museo tiene 5.000 metros cuadrados de los que la mitad es superficie expositiva. La creaci¨®n arquitect¨®nica es de Luis Garc¨ªa Ruiz, con su hermano Jaime; Vicente Tom¨¢s y ?ngel S¨¢nchez-Cantalejo. Serra, un empresario de prensa con tres diarios locales, varias radios y dos televisiones, y que fue amigo de Joan Mir¨®, mantiene el control del centro y la propiedad de alrededor de las tres cuartas partes de las obras expuestas, globalmente valoradas en 12 millones de euros. El presupuesto de funcionamiento de Es Baluard ser¨¢ asegurado por las instituciones, y la familia Serra lo gestionar¨¢ durante 99 a?os.
Un muro descomunal de hierro de Anthony Caro escolta la muralla de entrada y el circuito de patios, terrazas superiores y s¨®tanos, donde se muestran esculturas y piezas de Momp¨®, Plensa, Costa, Pomodoro, Jean Arp, Plessi, Susy G¨®mez, Juan Mu?oz, Rueda, Canogar, Sirvent, Jakober-Vu, Aguil¨® y un gran Oteiza. M¨ªnimos Chillida y Fontana dialogan con la pintura. Se espera la llegada de un juego de cubos en escalera de Calatrava -el signo exterior de Es Baluard-, mientras que el proyecto de puente de Susana Solano ha quedado aparcado.
En la intervenci¨®n interior de muros blancos, metal y cristal, resaltan los juegos angulados de muros planos. En estos ¨¢mbitos se suceden las presentaciones tem¨¢ticas y cruzadas del arte que naci¨® con el siglo XX. En las salas respiran, y a veces se ahogan, los casi cuatro centenares de piezas, una secuencia de paisajes, obras abstractas, desnudos femeninos o muestras de los salvajes y neoexpresionistas. Broto, Campano, Sicilia y, de nuevo, Barcel¨® tienen a Garc¨ªa Sevilla de vecino.
Varios microcosmos singulares expresan el detallismo y la obsesi¨®n de coleccionista: platos de cer¨¢mica y jarrones de Picasso, dos decenas de peque?os dibujos de los grandes maestros del siglo (Moore, Kandinsky) y las notas, abecedarios, libros y portadas de diarios de Joan Mir¨®.
Teresa P¨¦rez-Jofre, directora de Es Baluard, indica que "el arte contempor¨¢neo es plural y, a veces, cuesta asimilarlo; aqu¨ª estamos contando una historia y no la que cuentan otros museos, una historia que puede ser mejorable", manifest¨®. Un enorme lienzo de Betchold es vecino del juego de ne¨®n de Jakober-Vu. Los paisajes cl¨¢sicos de Mir y Anglada anticipan a Pablo Picasso, Magritte, Picabia, Blanchard o Gris. Todos sirven, dice P¨¦rez-Jofre, para "contar la historia del arte en un contexto mediterr¨¢neo en el que los artistas de Baleares se puedan presentar con proyecci¨®n internacional".
Barcel¨®, los 'mir¨®' y las cr¨ªticas
Una gran tela de "agujeros" de Miquel Barcel¨®, Fitfeen holes, una obra de 285x355 cent¨ªmetros realizada en 1987, cautiva la mirada al entrar en las salas de Es Baluard. Estrena la ruta de im¨¢genes y nombres pero anoche el c¨¦lebre pintor de Felanitx no estuvo en la apertura del museo. Tampoco aparecieron otros tres significados personajes relacionados con la iniciativa y la colecci¨®n: Dolors Mir¨®, la ¨²nica nieta de Joan Mir¨®, y sus hijos Emilio y Joan. Mir¨®, el artista m¨¢s importante que ha vivido en Mallorca, es una de las estrellas de Es Baluard, con obras ¨ªntimas, caligraf¨ªas y un cuadro primitivo de 1916.
Estas ausencias, en medio del millar de invitados, son muestra de un cierto distanciamiento. Barcel¨® estaba ayer en una esquina de ?frica, donde lleva semanas deambulando y pintando, pero a lo largo de los ¨²ltimos a?os ha expresado sus discrepancias con el m¨¦todo de creaci¨®n del museo, pagado con fondos p¨²blicos y ligado en exclusiva al control de un coleccionista y sus fondos. Los Mir¨® -hija y nietos- permanec¨ªan en Palma y sienten el mismo recelo ante Es Baluard y su promotor Pedro Serra. Lamentan que las mismas instituciones que patrocinan en exclusiva el nuevo centro hayan dejado de lado la fundaci¨®n Pilar i Joan Mir¨® de Mallorca, que el pintor y su familiar crearon y dotaron con sus casas, solares y cuadros.
Otras censuras p¨²blicas se han precipitado ante la apertura del museo. Un colectivo de 17 profesores de arte de la universidad, encabezados por Catalina Cantarellas, descalifica el proyecto por falta de criterio y calidad, a¨²n antes de visitarlo. El escritor Biel Mesquida acusa de "vendidos" a pol¨ªticos y pintores que han secundado a Serra. El editor Basilio Baltasar dice que las instituciones han consolidado "un territorio feudal" y la presidenta de las asociaciones de vecinos de Palma, Rosa Bueno, cuestiona la privatizaci¨®n de espacios libres de las murallas y se?ala que "los objetivos son buenos pero huele ligeramente raro".
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