Suspiros de color
La primavera, como todo lo que pretende alcanzar el esplendor, se comporta con precauciones, con sondeos. A r¨¢fagas, en suma... Lanza tentaciones de ella misma para indagar c¨®mo de receptivo se muestra el paisaje. Tambi¨¦n se repliega hasta casi desaparecer y le deja la totalidad del derredor al fr¨ªo, a esos blancos absolutos de la nevada.
Las misivas, en realidad anticipos o pr¨®logos, resultan esencialmente crom¨¢ticas. Ser¨¢ el color, mucho m¨¢s que el olor o el calor, lo que abra rendijas para la novedad en las puertas del calendario. Ya han amanecido tonos en unas pocas flores. A los que se suman suspiros, necesariamente a¨¦reos, en los primeros escalones del cielo. Ya est¨¢n volando unas pocas especies de mariposas.
Pocas invenciones de la vida alcanzan la compleja belleza de estos insectos. En ellos concurren una de las manifestaciones m¨¢s veces evocadas de la fragilidad, algo que en absoluto se corresponde con la realidad. Porque las mariposas son tenaces, austeras, recias y hasta poderosas. Baten sus alas varias veces por segundo, alcanzan los 35 kil¨®metros por hora, resisten heladas si consiguen esconderse, y desaf¨ªan al viento y a los p¨¢jaros que suelen perseguirlas.
Su suave cromatismo responde al papel de ilusionados reclamos que interpretan, a esa coqueter¨ªa que la vida misma pone en marcha para lograr la atracci¨®n de los sexos. Una mariposa es un deseo a punto de cumplirse.
Y si delicada nos parece su locomoci¨®n zozobrante, todav¨ªa m¨¢s suave resulta su alimentaci¨®n b¨¢sica. Porque estos insectos, que durante su fase de orugas son capaces de devorar ingentes cantidades de verde, cambian por completo al llegar a la madurez. Entonces buscan, con la lengua en espiral que ha hecho famosa Manolo Rivas, el n¨¦ctar. Un nutriente altamente energ¨¦tico destinado a permitir los tremendos esfuerzos que asegurar la descendencia exige.
Ser¨¢n las campi?as y sotos de Levante y Andaluc¨ªa donde m¨¢s suspiros de color veamos. Pero si de verdad quieren situarse en la primera fila para recibir a la primavera de las mariposas, ac¨¦rquense, este mismo fin de semana, al parque natural de Cabo de Gata, en Almer¨ªa.
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