El lat¨ªn, vivo y pol¨¦mico
Como tantos otros autores de su tiempo, el cordob¨¦s Juan Gin¨¦s de Sep¨²lveda (circa 1490-1573), uno de los mayores humanistas espa?oles de todas las ¨¦pocas, no redact¨® pr¨¢cticamente escrito alguno en lengua vulgar. En el Renacimiento, el lat¨ªn en el que De Sep¨²lveda hab¨ªa recibido toda su formaci¨®n acad¨¦mica era la lengua de la gente instruida y, si no de los mismos gobernantes, cuando menos de las clases dirigentes. Conocerlo constitu¨ªa sello de distinci¨®n y permit¨ªa al tiempo entablar correspondencia y discutir con interlocutores lejanos temas y materias tan dispares como cronolog¨ªa, m¨²sica, etnograf¨ªa o bot¨¢nica. En el enrarecido ambiente de la Europa del quinientos, la lengua latina serv¨ªa asimismo de instrumento en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica o de la religi¨®n. Las negociaciones internacionales se despachaban casi siempre en lat¨ªn, y en lat¨ªn sol¨ªan redactarse tambi¨¦n di¨¢logos y panfletos de contenido teol¨®gico o moral, al tiempo que se trataban m¨²ltiples cuestiones de actualidad.
OBRAS COMPLETAS, VII
Juan Gin¨¦s de Sep¨²lveda
Edici¨®n cr¨ªtica de
J. Solana y otros
Ayuntamiento de Pozoblanco
Pozoblanco (C¨®rdoba), 2003
363 p¨¢ginas. 31 euros
Durante las primeras d¨¦cadas del siglo XVI el dardo cr¨ªtico de muchos humanistas cat¨®licos se orient¨® hacia Erasmo de Rotterdam. De Sep¨²lveda tampoco se qued¨® al margen de esta corriente. Desde 1525 el pr¨ªncipe Alberto P¨ªo de Carpi, protector de De Sep¨²lveda durante la estancia de ¨¦ste en tierras italianas, hab¨ªa venido acusando a Erasmo, en quien ve¨ªa a un decidido defensor de Lutero y al responsable ¨²ltimo del cisma protestante, y Erasmo hab¨ªa respondido con dureza en varios op¨²sculos. A la disputa De Sep¨²lveda se sum¨® con la publicaci¨®n en 1532 de la Antapolog¨ªa en defensa de Alberto P¨ªo, escrita como homenaje p¨®stumo a su mecenas y centrada en una sensata cr¨ªtica a las osad¨ªas del Elogio de la locura y los Coloquios, y a los puntos de vista de Erasmo sobre los frailes y el culto a los santos, votos o ceremonias. La Antapolog¨ªa es uno de los libros ahora disponibles en el volumen VII de las obras completas de De Sep¨²lveda, cuya edici¨®n y traducci¨®n el Ayuntamiento de Pozoblanco viene auspiciando desde 1995 con ejemplar cuidado tipogr¨¢fico y filol¨®gico, en este tomo gracias a E. Rodr¨ªguez Peregrina, J. Solana Pujalte y J. J. Valverde Abril.
El suave tono de la Antapolog¨ªa no disimul¨®, con todo, las discrepancias con Erasmo acerca de la justicia de la guerra, cuesti¨®n ¨¦sta que habr¨ªa de enfrentar a ambos intelectuales y sobre la que vers¨® la Exhortaci¨®n a Carlos V para que emprenda la guerra contra los turcos, discurso de tintes antierasmistas pronunciado por De Sep¨²lveda en Bolonia en el oto?o de 1529 ante el emperador y el papa Clemente VII. El intercambio dial¨¦ctico mantenido con Erasmo no fue, sin embargo, la ¨²nica pol¨¦mica en la que el humanista espa?ol se vio envuelto durante su vida. La Exhortaci¨®n a Carlos V iba a preludiar muchos de los argumentos que De Sep¨²lveda, convertido por aquel entonces en capell¨¢n del emperador y cronista oficial, habr¨ªa de desarrollar a?os despu¨¦s en su controvertido Dem¨®crates segundo, o de las justas causas de la guerra contra los indios, donde llev¨® a cabo una detallada justificaci¨®n de la sumisi¨®n del indio americano aplicando a su tesis las teor¨ªas aristot¨¦licas acerca de la esclavitud natural.
El di¨¢logo sepulvediano tropez¨® con el rechazo de muchos contempor¨¢neos. Uno de ellos, el helenista Juan P¨¢ez de Castro, lleg¨® a calificar a De Sep¨²lveda de hombre "non sani capitis". La obra top¨® con la oposici¨®n incluso de Carlos V. No en vano, en ninguna esfera como en la de los asuntos de Estado y las relaciones internacionales importaban tanto el prestigio y las formas, y la Corona advirti¨® enseguida el peligro de que un texto de tono tan encendido y beligerante circulase libremente por Europa al alcance de cualquiera capaz de leerlo en la lengua original.
Alejandro Coreleu. Universidad de Nottingham.
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