La Habana, capital del jazz latino
Chucho Vald¨¦s reinaugura un club en la capital cubana dedicado a recuperar la tradici¨®n jazz¨ªstica
Bajo el liderazgo del pianista Chucho Vald¨¦s y con la arcilla propicia de las ra¨ªces africanas y la mezcla -m¨¢s el talento aportado por una multitud de j¨®venes m¨²sicos cubanos que brillan ya dentro y fuera de la isla-, La Habana se afianza como capital del jazz latino. No es una exageraci¨®n. En los ¨²ltimos a?os, estrellas del jazz como Wynton Marsalis, Herbie Hancock, George Benson, Kenny Barron o Joe Lovano han viajado a La Habana para actuar o impartir cursos en escuelas de m¨²sica, mientras en Cuba se recuperan clubes de jazz y se multiplican los festivales y concursos para estimular un g¨¦nero que cuenta cada vez con m¨¢s adeptos.
La inauguraci¨®n, la semana pasada, del Irakere Jazz Club, en el local que fuera el Johnny's Dream antes de la revoluci¨®n, es m¨¢s que simb¨®lica. Por este legendario garito, fundado a finales de los cincuenta en la desembocadura del r¨ªo Almendares de La Habana, pasaron a descargar grandes jazzistas cubanos que hoy triunfan en el mundo, empezando por Chucho Vald¨¦s.
"En Cuba lo tenemos todo. La mezcla y la tradici¨®n, la herencia africana y la formaci¨®n acad¨¦mica"
Por este legendario garito pasaron grandes jazzistas cubanos que hoy triunfan en el mundo
En su honor el nombre del club, Irakere, la banda por ¨¦l creada en 1973, continuadora de la Orquesta Cubana de M¨²sica Moderna, que contribuy¨® decisivamente a mantener viva y rescatar la tradici¨®n jazz¨ªstica cubana, durante a?os considerada por el funcionariado cultural casi un arma de "diversionismo ideol¨®gico".
"Por suerte, los a?os sesenta pasaron hace rato, y ahora el jazz afrocubano vuelve a ocupar el lugar que le corresponde", afirma Chucho. Cita Vald¨¦s a Mario Bauz¨¢, Machito y Chano Pozo entre los nombres de algunos m¨²sicos cubanos que en los a?os cuarenta contribuyeron a crear en Nueva York -junto a Dizzy Gillespie- el sonido de lo que hoy se conoce como jazz latino. Y a otra multitud de artistas, empezando por Armando Romeu, Felipe Dulzaides y Frank Emilio, quienes, desde Cuba, sentaron las bases del fen¨®meno incre¨ªble que se est¨¢ viviendo hoy en su pa¨ªs.
Hay que decir que en 1993 s¨®lo exist¨ªa en la isla el Festival Jazz Plaza -fundado en 1980 por Bobby Carcass¨¦s- y ni un solo local nocturno para disfrutar de jam sessions y descargas. Hoy en toda la isla existen m¨¢s de cien grupos de jazz, ya van por seis las ediciones del concurso Jo Jazz, para promover a los m¨¢s j¨®venes talentos, y otras tantas de los festivales del Tambor y de Mujeres Jazzistas, adem¨¢s de acabarse de celebrar el primer Festival de Jazz de Matanzas, dedicado a Chucho Vald¨¦s.
"Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n en el mundo es la trova y la salsa. Pero hoy el aut¨¦ntico fen¨®meno en Cuba, musicalmente hablando, es la explosi¨®n del jazz. Cada a?o salen de las escuelas decenas de j¨®venes de un talento incre¨ªble que quieren dedicarse al jazz y est¨¢n revolucionando el panorama musical", afirma un productor extranjero en La Habana.
Pone como ejemplo el Premio Jo Jazz 2003, celebrado en noviembre, en el que participaron 17 concursantes y casi un centenar de j¨®venes, en su mayor¨ªa estudiantes de las diez escuelas de m¨²sica -nueve de nivel medio y una de nivel superior- que existen en la isla. Y un dato: el a?o pasado se graduaron en m¨²sica en Cuba cerca de 200 j¨®venes; el 80% de ellos manifest¨® su inter¨¦s por dedicarse al jazz y a la m¨²sica popular.
Constelaci¨®n de estrellas
"En Cuba lo tenemos todo. La mezcla y la tradici¨®n, la herencia africana y la formaci¨®n acad¨¦mica, y claro, cuando ha prendido la mecha, pues ha estallado una gran bomba", afirma Chucho Vald¨¦s, ganador de cuatro premios Grammy y organizador de los ¨²ltimos festivales de jazz de La Habana.
En el ¨²ltimo, celebrado en diciembre de 2002, se puso de manifiesto la magnitud de esta explosi¨®n y la atracci¨®n que ejerce. Asistieron al certamen, sin cobrar, m¨²sicos de la talla de Kenny Barron, Joe Locke, Joe Lovano, adem¨¢s del trombonista Steve Turre, el trompetista Roy Hargrove, el vibrafonista Dave Samuels, el pianista Ronnie Matthews, el percusionista Bobby Sanabria o el m¨²sico brasile?o Egberto Gismonti. Adem¨¢s, 1.200 norteamericanos viajaron a la isla, la mayor¨ªa violando las leyes del embargo, para asistir a los m¨¢s de 90 conciertos que durante cinco d¨ªas revolucionaron La Habana.
Antes hab¨ªa visitado la isla el trompetista Wynton Marsalis -quien conoci¨® a Frank Emilio y se lo llev¨® a tocar al Lincoln Center de Nueva York-, el guitarrista George Benson o el contrabajista Al McKibbon -protagonista junto a Gillespie y Chano Pozo de las primeras grabaciones de Cubop-, quienes ofrecieron clases magistrales en el Instituto Superior de Arte de La Habana.
"El jazz afrocubano est¨¢ pidiendo espacio", afirma Chucho, que acaba de anunciar que, a partir de este a?o, el Festival de Jazz de La Habana ser¨¢ anual -hasta ahora se celebraba cada dos a?os-. Tambi¨¦n, por esta necesidad de respirar, junto al rescate de legendarios clubes, como La Zorra y el Cuervo y ahora el antiguo Johnny's Dream, han florecido de modo natural nuevos festivales y concursos -entre los que cabe destacar el Premio de Jazz Latino que patrocina la SGAE-.
Los cr¨ªticos dicen, adem¨¢s, que hoy por hoy los prestigiosos premios Grammy ya no se entienden sin los jazzistas cubanos. Tanto los que residen en la isla, como Chucho, Ern¨¢n L¨®pez Nussa, Maraca, Changuito o Tata Guines, como los que viven fuera de ella, exiliados o sin exiliar, como Gonzalo Rubalcaba, Paquito D'Rivera, Patato, Cachao o el gran Bebo Vald¨¦s.
En el concierto de inauguraci¨®n del Irakere Jazz Club, uno de los miembros de la banda de Chucho Vald¨¦s recordaba c¨®mo en los a?os setenta en televisi¨®n les ped¨ªan no tocar los platillos porque la m¨²sica sonaba mucho a jazz. Hoy, por fortuna, el jazz cubano no despierta temores en la oficialidad. Todo lo contrario. Se ha ganado un espacio que ya no tiene vuelta atr¨¢s.
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