LAURA RAMOS LOZANO / ... Y la obsesi¨®n por que sus hijos estudiasen
Laura Ramos ten¨ªa 37 a?os, era hondure?a y recorr¨ªa Madrid limpiando oficinas, bancos y empresas. Pero, sobre todo, era la esposa de Sa¨²l Vald¨¦s y la madre de sus hijos.
Ella, la mujer de los ojos rasgados y brillantes, hab¨ªa seguido a su marido en la aventura de conseguir un futuro: hace 10 a?os se reuni¨® con ¨¦l en Espa?a y, poco a poco, cuatro de sus hijos fueron llegando: primero, acamparon en el sal¨®n de la abuela, y despu¨¦s, se instalaron en el piso que ayud¨® a construir el padre en Vallecas. Son Sa¨²l, de 21 a?os, aprendiz de electricista, hijo del primer matrimonio del padre; Kennia, de 16, una futura esteticista; Nixma, de 14, y Sa¨²l, de 12.
Laura, que hab¨ªa conocido a Sa¨²l en Choloma, su aldea natal, viv¨ªa obsesionada con una idea: que sus hijos estudiasen. "Eran su vida", recalca orgullosa Lesly, su prima. "La pareja ten¨ªa problemas econ¨®micos, pero eso los un¨ªa, les hac¨ªa tener metas juntos", recuerda Jos¨¦, el t¨ªo de los ni?os.
A veces, Laura trabajaba 12 horas diarias. Otras, ten¨ªa las ma?anas libres. Como la semana anterior a su muerte. Depend¨ªa de la demanda de la agencia de limpiezas que la ten¨ªa en n¨®mina. Pero el 11-M tom¨® el tren muy de ma?ana. Hubiera vuelto a casa a mediod¨ªa. Se met¨ªa en la peque?a cocina, en la que todo est¨¢ en orden, para prepararle la comida a Sa¨²l. Pod¨ªa estar cansada, pero nunca perd¨ªa el humor.
"P¨®rtate bien y cuida a tus hermanos". Laura siempre le dec¨ªa eso a Kennia. La adolescente que cumpli¨® 16 a?os tres d¨ªas despu¨¦s de que murieran sus padres. La cr¨ªa a la que se le han apagado los ojos, clavados a los de su madre. La futura peluquera que intent¨® experimentar con los hermanos, pero s¨®lo su madre se dej¨®. Ella no lo olvidar¨¢: "Mam¨¢ ten¨ªa un cabello moreno, largo y rizado. Precioso".-
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