Ciudadano Rigol
El ex presidente del Parlament presenta un libro sobre sus discursos
No hay oasis, pero los ciudadanos y ciudadanas de Catalu?a est¨¢n bastante satisfechos con sus pol¨ªticos. El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol subray¨® lo intercambiables que resultan los de este pa¨ªs comparados con los de los alrededores. "Catalu?a ha tenido", perdonen la inmodestia, "buenos pol¨ªticos", dijo Pujol. Y Joan Rigol, democristiano y ex presidente del Parlament, es uno de los paradigmas catalanes homologables con Europa. Su trayectoria no deja lugar a dudas. Tiene en su haber el Pacto Cultural -intento y vocaci¨®n de sustraer la cultura de los vaivenes pol¨ªticos (1985)- y desde siempre la voluntad de colocar el di¨¢logo en el frontispicio de las virtudes democr¨¢ticas irrenunciables. Rigol ha levantado su voz prof¨¦tica en momentos nada f¨¢ciles: cuando CiU contaba con mayor¨ªa absoluta y cualquier atisbo de colaboraci¨®n con el enemigo -heterodoxo o izquierdista- era considerada alta traici¨®n en las filas de la entonces coalici¨®n nacionalista. El propio Rigol, a la saz¨®n consejero de Cultura, pag¨® con su cargo sus veleidades dialogantes. Pero no enmend¨®, y ayer el Parlament fue testigo de este esp¨ªritu irredento que se ha revelado capaz de sobrevivir a los m¨¢s duros magisterios.
Paraules del president Joan Rigol i Roig recoge sus textos m¨¢s destacables de la VI legislatura, en la que presidi¨® la C¨¢mara. De los avales y reconocimientos a su gesti¨®n no hab¨ªa duda: el presidente del Parlament, Ernest Benach; el conseller en cap, Josep Bargall¨®, y el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, flanqueaban al democristiano en compa?¨ªa del ex presidente Jordi Pujol. Entre el p¨²blico, ilustres invitados: el s¨ªndico Anton Ca?ellas, el l¨ªder la oposici¨®n, Artur Mas; el secretario general de Esquerra, Josep Llu¨ªs Carod Rovira; el ex consejero Ramon Espadaler y el dirigente democristiano Jordi Casas. Todos aplaudieron cuando Rigol pidi¨® a los pol¨ªticos catalanes que "acierten cuando abran la boca". Nadie se escandaliz¨®. Se trataba del consejo de un ciudadano por encima de toda sospecha.
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