Esperando el cambio
La sociedad espa?ola, una vez serenados los ¨¢nimos tras la conmoci¨®n del 11-M, aunque con una profunda tristeza que perdurar¨¢ durante mucho tiempo, espera el cambio de Gobierno. Uno no entiende muy bien por qu¨¦ tiene que pasar m¨¢s de un mes desde que se celebran las elecciones hasta que los nuevos gobernantes toman posesi¨®n de sus cargos e inician la andadura. Este plazo tan dilatado crea incertidumbre y en muchos ¨¢mbitos, por supuesto en el sector p¨²blico, pero tambi¨¦n en el privado, provoca la paralizaci¨®n de muchas decisiones, con efectos negativos sobre la econom¨ªa del pa¨ªs en su conjunto.
Pero, al escribir el t¨ªtulo de esta columna, no estaba pensando en el cambio pol¨ªtico, sino en el cambio que muchos estamos esperando que se produzca en el comportamiento de nuestra econom¨ªa. Como he comentado en alguna ocasi¨®n, la recuperaci¨®n iniciada en 2003 se ha basado hasta ahora en un notable repunte de la demanda interna, tanto privada como sobre todo p¨²blica, que ha venido creciendo en los ¨²ltimos trimestres del orden de un punto porcentual por encima del PIB, mientras que las exportaciones netas actuaban contractivamente. Este patr¨®n de crecimiento no es sostenible a medio plazo, dado que el superior crecimiento del gasto interno respecto al PIB ha mantenido la tendencia creciente del endeudamiento de las familias -y, por ende, el del conjunto de la econom¨ªa, como pone de manifiesto el creciente d¨¦ficit de la balanza de pagos por cuenta corriente- hasta niveles m¨¢ximos hist¨®ricos. Pero el endeudamiento no puede ir mucho m¨¢s lejos y, adem¨¢s, expone a las familias a un aumento importante e imprevisto de sus cargas financieras en cuanto cambie la tendencia de los tipos de inter¨¦s, por lo que es previsible que en un plazo m¨¢s o menos corto el ritmo del gasto de ¨¦stas en consumo y compra de viviendas se frene o al menos se estabilice. Por tanto, la sostenibilidad de la recuperaci¨®n pasa por un cambio en la composici¨®n de la demanda, de forma que sean las exportaciones las que, junto a la inversi¨®n en equipo y obra civil, tiren de la producci¨®n.
"La sostenibilidad de la recuperaci¨®n pasa por un cambio en la composici¨®n de la demanda"
Sin embargo, este cambio no aparece por ning¨²n sitio. M¨¢s bien, la situaci¨®n parece complicarse cada vez m¨¢s. En los gr¨¢ficos adjuntos se recoge la evoluci¨®n de algunos de los indicadores m¨¢s representativos. El primero de ellos muestra c¨®mo el consumo de bienes -representado por el ¨ªndice de disponibilidades de bienes manufacturados y por las matriculaciones de autom¨®viles- registra un repunte importante en los primeros meses del a?o, mientras que el ¨ªndice de disponibilidades de bienes de equipo (inversi¨®n fija), que inici¨® una tendencia de recuperaci¨®n a mediados de 2002, se da la vuelta en el cuarto trimestre del pasado a?o y as¨ª se mantiene al comienzo del actual. El comercio exterior de enero muestra una recuperaci¨®n de las exportaciones, pero m¨¢s a¨²n de las importaciones, lo que significa que la contribuci¨®n del sector exterior al crecimiento del PIB se hace m¨¢s negativa. Por ¨²ltimo, vemos c¨®mo contin¨²a el fuerte dinamismo de la construcci¨®n de viviendas, mientras la industria languidece y destruye empleo. El sector de la automoci¨®n es paradigm¨¢tico: mientras las ventas, que en un 70% se cubren con importaciones, crecieron por encima del 20% en el primer trimestre, la producci¨®n, cuyo destino es la exportaci¨®n en un 85%, cay¨® un 2,2% en enero-febrero. No creo que esto pueda durar mucho.
?ngel Laborda es director de Coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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