El presente: un inmenso barullo
Pol¨ªticos e historiadores sostienen posiciones antag¨®nicas y apasionadas en el conflicto
Una cosa es lo que se conserva en el Archivo de Salamanca. Lo que hay en las calles y en el Parlamento es un inmenso barullo. Est¨¢n las declaraciones de los pol¨ªticos y las manifestaciones de los ciudadanos. En todo ello se mezclan dos materias altamente inflamables: la memoria de las v¨ªctimas de la Guerra Civil y todo cuanto est¨¢ relacionado con las identidades nacionales de los territorios reprimidos por la dictadura.
Detr¨¢s de todo ello, una voluminosa cantidad de papeles que se han reunido en varias plantas en la sede del Archivo en Salamanca. "El conflicto tiene algo de anacr¨®nico", comenta el historiador Santos Juli¨¢. "Con las nuevas tecnolog¨ªas, la utilizaci¨®n directa del papel por parte de un historiador tender¨¢ a desaparecer. De hecho, cada vez hay m¨¢s documentos que se te quedan en las manos y que s¨®lo se pueden consultar a trav¨¦s de fotocopias o de microfilmes. La digitalizaci¨®n de los archivos est¨¢ en marcha y dentro de un tiempo ning¨²n investigador tendr¨¢ acceso a los originales".
Son esos papeles originales los que motivan el conflicto. ?D¨®nde tienen que estar? ?En Salamanca? ?Con sus due?os originales? ?En un centro diferente que re¨²na tambi¨¦n el material de otros archivos? El pasado mi¨¦rcoles, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, se interesaba en el Parlamento por las cartas privadas del primer lehendakari, Jos¨¦ Antonio Aguirre, del hist¨®rico nacionalista Juan de Ajuriaguerra y de Manuel Irujo, que fue ministro republicano. Todas est¨¢n en Salamanca, como muchos papeles del PNV. El 31 de mayo, en Barcelona, el candidato del PSC a las elecciones europeas, Raimon Obiols, reclam¨® que regresaran a Catalu?a los documentos de su padre, incautados durante la Guerra Civil, y ped¨ªa tambi¨¦n que se devolvieran los papeles que hay en Salamanca de "miles de catalanes".
Para entonces, seg¨²n informaba Efe, se hab¨ªan reunido ya 12.000 firmas de ciudadanos salmantinos que, gracias a una iniciativa de su Ayuntamiento, gobernado por el PP, expresaban su rechazo a que se moviera de all¨ª un solo papel del archivo. Unos d¨ªas antes, Juan Jos¨¦ Lucas, vicepresidente segundo del Senado, hab¨ªa dicho de forma rotunda que "la dignidad de Castilla y Le¨®n" no puede permitir que "se someta a mercado" el destino del archivo y que deb¨ªan primar, sobre todo, consideraciones t¨¦cnicas. Tambi¨¦n el presidente de Castilla y Le¨®n, Juan Vicente Herrera, hab¨ªa expresado su preocupaci¨®n ante la posibilidad de que se devuelvan algunos documentos. Hace un par de d¨ªas, informa Aurelio Mart¨ªn, el PSOE de Castilla y Le¨®n anunci¨® la presentaci¨®n de varias iniciativas en el ¨¢mbito parlamentario regional (sin descartar acciones judiciales) para aclarar el uso de fondos p¨²blicos en encartes en peri¨®dicos y pegatinas en favor de la unidad del archivo, auspiciados por el Gobierno auton¨®mico que preside Herrera.
El problema ha llegado ya a los campos de f¨²tbol. ?ngel Villalba, secretario regional del PSOE, ha denunciado hace poco que los jugadores de la Uni¨®n Deportiva Salamanca saltaran al campo de juego, el domingo pasado, con una pancarta en la que se le¨ªa "Por la unidad del archivo".
La pol¨ªtica entra de lleno en una cuesti¨®n tan delicada, en la que ni siquiera hay acuerdo entre los historiadores. En los ¨²ltimos d¨ªas se han pronunciado p¨²blicamente Ian Gibson -"la pol¨¦mica es innecesaria", dijo, y opin¨® que "Catalu?a tiene raz¨®n"- y Fernando Garc¨ªa de Cort¨¢zar, que entiende que ser¨ªa una "barbaridad" el "desguace" de los fondos sobre la Guerra Civil "por intereses pol¨ªticos". El galimat¨ªas llega a tales dimensiones que el PP valenciano lleg¨® a reclamar la devoluci¨®n de los documentos de esta comunidad que est¨¢n en Salamanca, mientras Mayor Oreja, cabeza de cartel del mismo partido en las elecciones europeas, hac¨ªa de la unidad del archivo una de las banderas de su actual discurso pol¨ªtico.
"Quiz¨¢ si en 1977 se hubiera reconocido que el archivo hab¨ªa sido fruto de un expolio, y se hubiera incorporado a las v¨ªctimas del mismo al patronato del reci¨¦n formado Archivo General de la Guerra Civil Espa?ola, no se hubiera llegado a la situaci¨®n de crispaci¨®n que existe hoy", comenta el director del archivo de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias , Aurelio Mart¨ªn N¨¢jera.
Criterios cient¨ªficos
Lo cierto es que el funcionamiento del archivo como un servicio que opera sobre una inmensa cantidad de documentos hist¨®ricos con criterios cient¨ªficos es relativamente reciente. Hasta 1977 su funci¨®n era otra. Desde entonces es mucho lo que se ha hecho. Una parte de la documentaci¨®n se ha microfilmado (aunque no sea f¨¢cil calcularlo, podr¨ªa decirse que se ha trabajado ya sobre m¨¢s del 50% de los papeles) y, poco a poco, empieza a digitalizarse. Las querellas pol¨ªticas no deber¨ªan estorbar las tareas pendientes. Tampoco es demasiado l¨®gico que fueran a empa?ar el verdadero desaf¨ªo: el de proporcionar al estudioso la informaci¨®n m¨¢s completa sobre la historia de Espa?a m¨¢s reciente.
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