Desangelado

La inauguraci¨®n del Festival de Verano del Real tiene una primera lectura pol¨ªtica. No est¨¢ Barenboim, lo que obliga a definirse a las diferentes administraciones. La actual alcald¨ªa, defensora m¨¢xima desde la Comunidad de las visitas berlinesas, no sabe, no contesta, y adem¨¢s est¨¢ tocada y en descr¨¦dito musical a partir del encargo a Cano de una sinfon¨ªa para la reciente boda principesca. La Comunidad se ha descolgado con una pol¨ªtica populista de nuevos p¨²blicos defendiendo la m¨²sica espa?ola y una de las producciones, Tosca, menos satisfactorias del Real desde su reapertura. Da la sensaci¨®n de que al Real le gustar¨ªa ser la Zarzuela. Esta semana son protagonistas Rousset y Garrido, aunque sin el soporte esc¨¦nico que utilizaron a?os antes en el teatro de la calle Jovellanos para La capricciosa corretta y La p¨²rpura de la rosa. En cuanto al recital l¨ªrico del pr¨®ximo domingo de Janowitz, el Real rompe el pacto de hacer ¨²nicamente ¨®pera dejando a la Zarzuela el mundo del lied, lo que demuestra desconcierto y falta de criterio. Para que nada falte en la oleada de desprop¨®sitos, la ministra de Cultura ha salido al ruedo defendiendo un recital gratuito de Barenboim en la plaza Mayor el 9 de julio. Ol¨¦ la demagogia.

La inauguraci¨®n fue desangelada, aunque los fundamentalistas de la m¨²sica espa?ola y el entra?able corresponsal en Espa?a del Frankfurter Allgemeine estuviesen radiantes. Rousset y su grupo se mostraron rutinarios, desde una calidad estimable. Elena de la Merced logr¨® sus mejores momentos en 'Triste c¨¢rcel oscura... ?Ay, amor!', aunque, en general, no pudo sacudirse un tono de distancia.