A orillas del Danubio
Hasta aqu¨ª he llegado, habr¨¢ pensado Flecha cuando ha sentido el aliento de los lobos en su cogote. Estoy en un hotel en Melk (Austria), en la misma ribera del Danubio, y he visto unas marcas en las paredes exteriores hechas con hierro forjado. Barras horizontales y cifras que indicaban hasta d¨®nde hab¨ªa crecido el r¨ªo cada a?o. Eran ocho. La m¨¢s antigua -y tambi¨¦n la m¨¢s alta- databa de 1779, y estaba a unos cuatro metros del nivel de la plaza, la cual estar¨¢ ya a unos buenos nueve o diez metros con respecto al cauce.
A eso es a lo que voy; no es solo hasta d¨®nde has llegado, sino tambi¨¦n desde d¨®nde vienes. Hoy, sin ir m¨¢s lejos, a m¨ª me han cazado a 500 metros de la meta. Pero hab¨ªa atacado bajo la pancarta del ¨²ltimo kil¨®metro, es decir, que tampoco tiene mucho m¨¦rito. Sin embargo lo de Flecha ha sido una aut¨¦ntica exhibici¨®n de fuerza, poder¨ªo, y -no lo olvidemos- astucia. Ha sabido jugar sus bazas con aut¨¦ntica maestr¨ªa, y la verdad es que no le ha faltado tanto, aunque parezca lo contrario. La escapada ven¨ªa de lejos; al principio eran unos cuantos m¨¢s, y ¨¦l ha sabido meterse en la selecci¨®n buena. Luego, cuando ha visto que ser¨ªa complicado llegar, lo ha intentado en solitario con mucha fuerza en el mejor momento posible. Aunque parezca extra?o, a veces pasa que cuando el pelot¨®n coge a los escapados, hay gente que duda y pierde el control de la situaci¨®n. Me explico. Ellos eran cuatro. A unos tres kil¨®metros han cogido a sus tres compa?eros de fuga. As¨ª que entre los nervios y la atenci¨®n que hay que poner para evitar las ca¨ªdas, no es f¨¢cil fijarse si han sido tres o cuatro los cazados. A nada que por esa duda levanten el pie alguno de los que tiran, puede ser suficiente para darle unos valiosos y suficientes segundos al escapado. Lo que pasa es que hoy estaba muy cerca y las rectas eran largas, as¨ª que la referencia visual estaba siempre presente.
Una pena, porque se lo hab¨ªa currado el chaval, pero esto funciona as¨ª. Ha ganado mi compa?ero, y tambi¨¦n ¨¦l y mi equipo se lo hab¨ªan currado, ?no? Al menos Flecha no ha pillado la ca¨ªda, que ya hubiese sido el colmo despu¨¦s de la paliza.
As¨ª que con un poco de pena, pero al menos Flecha habr¨¢ dormido con la sensaci¨®n de haberlo hecho lo mejor posible. Y yo tambi¨¦n, porque por mucho que llueva no hay problema: mi habitaci¨®n est¨¢ en la segunda planta.
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