Un oro de quita y pon

Salir de la piscina siendo campe¨®n ol¨ªmpico, ser despose¨ªdo de la corona de camino hacia el vestuario y volverla a recuperar una vez duchado debe de ser una sensaci¨®n bien extra?a que s¨®lo el estadounidense Aaron Peirsol puede explicar. Porque eso fue precisamente lo que le sucedi¨® ayer en la final de los 200 metros espalda, cuando en menos de un cuarto de hora fue, dej¨® de ser y volvi¨® ser campe¨®n.

Peirsol, el hombre que domina la especialidad desde hace cuatro a?os, fue descalificado tras vencer con comodidad en la final de los 200 metros espalda. Sac¨® dos segundos de ventaja al austriaco Markus Rogan, uno de los muchos nadadores que son felices con el segundo puesto cuando se enfrentan a ¨¦l. Sin embargo, uno de los jueces estim¨® que Peirsol hab¨ªa cometido una infracci¨®n en el viraje de los 150 metros. Su nombre apareci¨® como descalificado en el marcador. Rogan, en consecuencia, pasaba a ser el campe¨®n. Durante quince minutos. La Federaci¨®n Internacional de Nataci¨®n (FINA) anunci¨®, en contra de la decisi¨®n inicial, que Peirsol era el ganador. Como tal, recibi¨® la medalla de oro, aunque la pol¨¦mica continu¨®.

Con un tiempo de 1m 54,95s, Peirsol cubri¨® el recorrido primero, levant¨® los brazos con el gesto del vencedor y, cuando apenas hab¨ªa salido de la piscina, el panel electr¨®nico anunci¨® su descalificaci¨®n, sin especificar los motivos. Peirsol arrug¨® el gesto, puso cara de sorpresa y, brazos al aire, anim¨® a la grada que comenz¨® a silbar. La competici¨®n sigui¨® su curso y nadie aclar¨® los motivos de la descalificaci¨®n. La lista de resultados anunciaba a Rogan, segundo en la llegada, como el vencedor.

Se suced¨ªan las cuestiones, se desconoc¨ªan los movimientos entre bastidores. Apenas un cuarto de hora despu¨¦s, lleg¨® la rectificaci¨®n: Peirsol volv¨ªa a ser el campe¨®n despu¨¦s de que su descalificaci¨®n no fuese aceptada, seg¨²n anunciaba el comunicado, por un error en el procedimiento al realizarla. "El juez", dec¨ªa literalmente el escrito, "no ha utilizado el lenguaje y los procedimientos de la FINA". Ni una explicaci¨®n m¨¢s.

"No sabemos muy bien lo que ha pasado", dijo, en tono jocoso, el entrenador del equipo norteamericano, Eddie Reese; "las normas no est¨¢n claras y s¨¦ que el juez ha hecho una apreciaci¨®n sobre el viraje, pero nada m¨¢s. En cualquier caso, no ten¨ªa raz¨®n".

Seg¨²n aclar¨® despu¨¦s el t¨¦cnico estadounidense, el juez hab¨ªa hecho una apreciaci¨®n sobre el viraje en los 150 metros de Piersol. A entender del juez, el campe¨®n no llevaba los brazos completamente pegados al cuerpo cuando lo realiz¨® y, mientras tanto, segu¨ªa batiendo con los pies. "Yo creo que es una interpretaci¨®n err¨®nea porque, adem¨¢s, la regla no est¨¢ nada clara al respecto", insisti¨® Reese.

"Yo me siento el justo vencedor", dijo despu¨¦s Peirsol con la medalla al cuello y esbozando una sonrisa; "s¨¦ que estos errores de interpretaci¨®n suceden, pero tambi¨¦n que lo que hice era correcto y que soy el vencedor, como as¨ª me lo ha reconocido Marcus". Sin embargo, el austriaco, en sus manifestaciones ante la prensa, dej¨® planear la duda de que sobre la decisi¨®n final "pesaron motivaciones de car¨¢cter pol¨ªtico".

Seg¨²n el t¨¦cnico norteamericano, no hizo falta que su equipo presentara una reclamaci¨®n para recuperar la medalla, pues, mientras la estaban escribiendo y tras ver el v¨ªdeo de la carrera, el propio comit¨¦ rectific¨®.