Washington batalla en la UE para reducir el empuje de Airbus

La Administraci¨®n estadounidense abri¨® ayer en Bruselas una batalla frontal de imprevisibles consecuencias para intentar frenar a la europea Airbus en su imparable avance ante la estadounidense Boeing. Peter Algeier, adjunto al secretario de Estado de Comercio, transmiti¨® al director general de Comercio de la Comisi¨®n, Peter Carl, la exigencia de Washington de poner fin al acuerdo que ambas partes suscribieron en 1992 sobre las ayudas p¨²blicas a ambas compa?¨ªas.

Para EE UU, deben desaparecer esas ayudas p¨²blicas a las dos empresas a¨¦ras. Bruselas se niega a lo que considera "un desarme unilateral". La tensa reuni¨®n entre ambas partes dur¨® cuatro horas y media. La delegaci¨®n estadounidense destac¨® que "ya existe una paridad en el mercado aeron¨¢utico mundial entre ambas partes" y que, por tanto, hay que poner fin a los sistemas de ayudas p¨²blicas. Los representantes europeos no se oponen a renegociar otro acuerdo, pero siempre que se examinen "todos los apoyos p¨²blicos" a los constructores aeron¨¢uticos, y no s¨®lo los pr¨¦stamos oficiales a Airbus.

La diferencia de planteamiento estriba en el propio acuerdo de 1992, cuando la competencia europea, que dio su primer paso en 1969, empezaba a hacer mella en un mercado que hab¨ªa sido un monopolio estadounidense. Por ese acuerdo, la UE se comprometi¨® a que los cr¨¦ditos p¨²blicos y reembolsables para Airbus no superaran el 33% de las inversiones de la compa?¨ªa en el desarrollo de sus productos. EE UU, por su parte, acept¨® que las ayudas p¨²blicas no superaran el 3% del volumen total de negocios de Boeing.

Bruselas calcula que, desde 1992, Boeing ha recibido apoyos p¨²blicos por valor de 18.000 millones de d¨®lares no reembolsables. Por el contrario, Airbus ha recibido desde ese a?o 15.000 millones en pr¨¦stamos, de los que ya ha devuelto, con intereses, 6.500. Adem¨¢s, Bruselas asegura que Boeing tambi¨¦n recibe importantes ayudas indirectas: 3.200 millones del Estado de Washington y otros 500 del de Kansas por instalarse en esas zonas; 1.600 procedentes de Jap¨®n, donde se fabrican las alas del nuevo modelo 7E7; 1.200 por ahorro fiscal gracias a la ley que ha permitido a Boeing exportar a trav¨¦s de para¨ªsos fiscales, o importantes partidas a trav¨¦s de contratos con los militares y con la NASA.

Por todo ello, Bruselas argumenta que deben ponerse sobre la mesa no s¨®lo las ayudas directas, las principales en el campo europeo, sino tambi¨¦n las indirectas, muy sensibles en el caso estadounidense.

Pero, por encima de esa batalla t¨¦cnica, fuentes oficiales de la Comisi¨®n relacionan lo ocurrido con la campa?a electoral estadounidense (George Bush ya ha hablado en un mitin de acudir a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio por este caso) y, sobre todo, con la actual situaci¨®n clave en la guerra comercial entre Airbus y Boeing.

Entre 2001 y 2003, la empresa europea ha invertido 9.400 millones de d¨®lares en investigaci¨®n y desarrollo y, gracias a ello, ha puesto en el mercado el modelo A-380, de gran capacidad y recorrido, frente al que la industria americana poco puede competir. Boeing s¨®lo ha invertido en investigaci¨®n en ese periodo 2.800 millones, pero, con una fuerte inyecci¨®n de fondos p¨²blicos, est¨¢ lanzando su nuevo producto estrella, el 7E7, frente al que Airbus no podr¨¢ responder si se le cortan las ayudas.