El yugo del amor
Tiene cara de jugador de mus, s¨®lo as¨ª se explican sus faroles e infundios, amparados en informes emitidos por organismos tan pocos solventes como la Conferencia Episcopal, que cifran en un 400% m¨¢s de violencia domestica en las parejas de hecho que en los matrimonios religiosos. Remata esta faena apostillando que en vez de posibilitar leyes de divorcio, se estructuren mecanismos de ayuda "para que sigan queri¨¦ndose", tal y como se esgrim¨ªa desde el franquismo m¨¢s reaccionario; que alimentando ese hermetismo dictatorial del nacionalcatolicismo posibilit¨® escribir las historias m¨¢s aberrantes que desde el propio matrimonio religioso se induc¨ªan, con palizas de juzgados de guardia que no atend¨ªan ese dolor al tiempo que se solicitaba al penitente a sufrir en silencio y resignaci¨®n cristiana.
En el tema de la eutanasia, Reig Pla, pasa de puntillas al aseverar "que no hay que obsesionarse con la muerte que no es ninguna soluci¨®n y buscar ayuda". Denotan sus palabras tal enjambre de simpleza que cualquier incauto podr¨ªa pensar que estamos ante un dogma de fe, porque ante la ausencia de milagros que no se dan ya desde la invenci¨®n de la luz el¨¦ctrica, no podemos aseverar que sus palabras busquen verdad lum¨ªnica en conexi¨®n directa con el dictado de ning¨²n dios tan rayano que admita el benepl¨¢cito y la conveniencia del dolor impotente de quien lo sufre.
Finaliza refiriendo que, "seg¨²n estudios americanos": "Los ni?os que conviven con parejas homosexuales tienen tendencia a la homosexualidad". Solicite Reig Pla a su dios el favor, invocando un milagro, de una fotograf¨ªa de santo Tom¨¢s -gran incr¨¦dulo y adelantado ap¨®stata- metiendo sus dedos en la llaga y col¨®quela en Internet, porque como dec¨ªa Don Hilari¨®n: "?Hoy los tiempos se adelantan que es una barbaridad....!".-
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