Argentina discute con las empresas espa?olas la Ley de Servicios P¨²blicos

El Gobierno de Argentina ha emitido una se?al conciliadora hacia las empresas espa?olas con inversiones en aquel pa¨ªs tras casi tres a?os de distanciamiento. Una misi¨®n de alto nivel enviada por el ministro de Planificaci¨®n e Infraestructura, Julio de Vido, brazo derecho del presidente N¨¦stor Kirchner, se encuentra en Madrid para reunirse a partir de ma?ana con los m¨¢ximos responsables de las empresas de servicios p¨²blicos con intereses en Argentina. La delegaci¨®n escuchar¨¢ las posiciones de las compa?¨ªas espa?olas frente a la nueva Ley de Servicios P¨²blicos.

El viaje tiene un prop¨®sito muy concreto: escuchar en vivo y en directo las cr¨ªticas al proyecto de ley de R¨¦gimen Nacional de Servicios P¨²blicos, que el Gobierno de Kirchner ha enviado al Congreso y que ha sentado muy mal entre las empresas privatizadas de capital espa?ol y de otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.

La misi¨®n, preparada con sigilo, ha costado sudor y l¨¢grimas. Se suspendi¨® en tres ocasiones en el ¨²ltimo momento por falta de acuerdo en las esferas de poder sobre la conveniencia del viaje. "La semana pasada parec¨ªa que no estaban dispuestos a negociar nada", se?ala una fuente gubernamental, que admite que este viaje es "para sentarse a negociar", con una precisi¨®n: el Gobierno argentino y las empresas espa?olas "est¨¢n hoy lej¨ªsimos, en las ant¨ªpodas".

Encabeza la delegaci¨®n el arquitecto Jos¨¦ Mar¨ªa Caula, principal asesor del ministro De Vido, junto a Carlos Lisandro, de la Unidad de Renegociaci¨®n y An¨¢lisis de los contratos de servicios p¨²blicos, y Efra¨ªn Quevedo Mendoza, principal redactor del controvertido proyecto de ley.

Reuniones en Madrid

Bajo el paraguas de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), la misi¨®n argentina se reunir¨¢ en Madrid con los directivos de Repsol, Telef¨®nica, Endesa, Gas Natural y La Caixa, entre otras empresas. Las fuentes consultadas advierten de que los interlocutores argentinos tomar¨¢n buena nota de las cr¨ªticas a la ley, aunque defender¨¢n el texto. De ello se encargar¨¢ el abogado Quevedo.

La batalla se prev¨¦ dura. Las empresas, por una parte, y los gobiernos de la UE, por otra, presionan con fuerza contra una ley que, en su opini¨®n, va en contra de los acuerdos bilaterales de protecci¨®n de inversiones. Especial rechazo genera el art¨ªculo que proh¨ªbe recurrir a tribunales de justicia o de arbitraje internacionales a la hora de dilucidar conflictos. El actual embajador de la UE en Argentina, el holand¨¦s Robert van Houtum, expres¨® la semana pasada las quejas de varios gobiernos europeos ante el ministro de Econom¨ªa, Roberto Lavagna.

De momento, el proyecto de ley est¨¢ en la C¨¢mara de Diputados, donde la discusi¨®n avanza a ritmo lento. El texto, seg¨²n coinciden varias fuentes, refleja el pensamiento del presidente Kirchner, que estamp¨® su firma junto a la del jefe de Gabinete, Alberto Fern¨¢ndez, y los ministros de Planificaci¨®n y de Econom¨ªa. Este ¨²ltimo ha expresado en alguna ocasi¨®n su discrepancia con ciertos apartados.

Desde el fin de la convertibilidad entre el peso y el d¨®lar, que conllev¨® una dr¨¢stica devaluaci¨®n de la moneda argentina, en enero de 2002, las tarifas de las empresas privatizadas de servicios p¨²blicos quedaron casi congeladas. El di¨¢logo con el Gobierno provisional de Eduardo Duhalde, primero, y con el del electo N¨¦stor Kirchner, despu¨¦s, brill¨® por su ausencia. Desde la sede presidencial reiteraban que la prioridad era atender la grave crisis social y econ¨®mica de Argentina. Desde el primer d¨ªa, el actual Gobierno dej¨® claro que el di¨¢logo con las empresas no era su mayor preocupaci¨®n. En los escasos contactos que hubo saltaron chispas. Basta recordar la frase ("Nos ha puesto a parir") que pronunci¨® el presidente de la CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, a la salida de la reuni¨®n que mantuvo Kirchner, en su primer viaje a Madrid, con una nutrida representaci¨®n empresarial espa?ola.

El estado de ¨¢nimo entre las empresas de servicios p¨²blicos no es homog¨¦neo. El malhumor es ostensible en las el¨¦ctricas (Endesa), cuyas tarifas apenas se han visto modificadas desde la devaluaci¨®n, y ahora en Repsol, que tiene que pagar el 45% de lo que ingresa en concepto de retenciones a la exportaci¨®n. La petrolera espa?ola reclama ahora una subida del precio del combustible. Las compa?¨ªas telef¨®nicas son las que menos quejas expresan en p¨²blico, lo que se explica, en parte, por los aumentos de tarifas que ha habido en la telefon¨ªa celular.