Bruselas hace equilibrios

La denuncia contra Ryanair en 2001 pill¨® a la Comisi¨®n Europea por sorpresa. "No hab¨ªa precedentes", explica el portavoz de Energ¨ªa y Transportes de la Comisi¨®n Europea. "Todo era nuevo y ten¨ªamos que encontrar una soluci¨®n para no cortarle las alas a las nuevas compa?¨ªas y, al mismo tiempo, evitar la competencia desleal". Casi tres a?os despu¨¦s, Bruselas ultima su propuesta para instituir unas reglas v¨¢lidas para un sector que vive una evidente expansi¨®n y que beneficia a consumidores y a regiones con infraestructuras poco utilizadas, al tiempo que molestan, e incluso perjudican, a las compa?¨ªas tradicionales.

La normativa que ultima la Comisi¨®n Europea tiene su origen en la denuncia presentada contra Ryanair por las ventajas concedidas a la compa?¨ªa irlandesa por parte de Brussels South Charleroi Airport (BSCA), el ente gestor del aeropuerto, y la Regi¨®n Valona de B¨¦lgica.

La eclosi¨®n de este sector en Europa es la prueba evidente para la Comisi¨®n de que la liberalizaci¨®n est¨¢ teniendo ¨¦xito

Gracias a las facilidades de las que ha disfrutado y a su agresiva pol¨ªtica comercial, Ryanair se ha convertido en la capital de Europa en una compa?¨ªa de referencia con la que volar por todo el continente a precios realmente competitivos; en ocasiones, a cambio s¨®lo del pago de las tasas del aeropuerto. En el lado negativo, la incomodidad de tener que desplazarse hasta el aeropuerto de Charleroi, m¨¢s parecido a una estaci¨®n de autobuses, situado a 50 kil¨®metros de Bruselas.

La denuncia contra Ryanair se resolvi¨® en febrero de este a?o mediante una soluci¨®n salom¨®nica que, con peque?os detalles a?adidos, sentaron las bases de lo que ser¨¢ esa nueva regulaci¨®n. Por un lado, se ha considerado que las ayudas concedidas en Charleroi eran legales porque permiten desarrollar y garantizar una mejor explotaci¨®n de infraestructuras aeroportuarias secundarias infrautilizadas hasta el momento. Por otro lado, se han declarado incompatibles algunas ayudas, especialmente las rebajas de las cargas aeroportuarias concedidas en Charleroi, que superan las rebajas oficiales ya previstas por la legislaci¨®n belga y que se aplican de forma transparente y no discriminatoria.

El m¨¦todo de trabajo elegido por la Comisi¨®n Europea fue el de analizar si un operador privado hubiera concedido las mismas ventajas en las mismas condiciones de BSCA, llegando a la conclusi¨®n de que no era as¨ª, pues las p¨¦rdidas para BSCA del acuerdo con Ryanair habr¨ªan sido superiores al resultado corriente acumulado de la empresa en diez a?os.

Con la nueva regulaci¨®n europea sobre la mesa, Bruselas espera que el ambiente siga siendo favorable a las nuevas compa?¨ªas de bajo coste. La existencia y la eclosi¨®n de este sector en Europa es la prueba evidente, para la Comisi¨®n, de que la liberalizaci¨®n del transporte a¨¦reo est¨¢ teniendo ¨¦xito y beneficiando al consumidor. Ni la decisi¨®n sobre Ryanair ni la futura regulaci¨®n impedir¨¢n ofertas comerciales en el sector y precios reducidos. A pesar de ello, la asociaci¨®n europea de compa?¨ªas de bajo coste considera que Bruselas no ha analizado todav¨ªa convenientemente todas las ventajas que su modelo ofrece a la econom¨ªa europea.

Los otros conflictos

Paralelamente, enfrentadas a una competencia antes inexistente, las compa?¨ªas tradicionales est¨¢n sufriendo serios problemas cuya resoluci¨®n topa, en ocasiones, con la normativa europea relativa a la competencia. En diciembre del pasado a?o, el Tribunal de Justicia europeo confirmaba la exigencia de Bruselas de que la compa?¨ªa griega Olympic devolviera al Estado los 194 millones de euros recibidos en ayudas y la multa a British Airways de 6,8 millones por abuso de posici¨®n dominante en la distribuci¨®n de sus billetes y en las condiciones que impon¨ªa a las agencias de viajes.

Recientemente, ocho compa?¨ªas tradicionales, incluida Iberia, han denunciado a una de las suyas, Alitalia, por considerar que el plan de viabilidad que planea el Gobierno italiano supone una dotaci¨®n p¨²blica extraordinaria de 800 millones, lo que es ilegal seg¨²n las normas europeas de la competencia.

La liberalizaci¨®n del sector vive una convulsi¨®n sin precedentes que multiplicar¨¢ las denuncias, pero tambi¨¦n las fusiones que todos preve¨ªan. La de KLM-Air France es, de momento, todo un ¨¦xito.