Cosas de ayer (hoy) mismo

Instrumento de agitaci¨®n en los bochornosos ¨²ltimos meses del Gobierno del PP, Hay motivo fue visto en numerosos lugares (asociaciones de vecinos, ateneos, fiestas populares, universidades), pero no en la televisi¨®n p¨²blica ni en las salas. Que hab¨ªa motivos para hacerla parece fuera de duda: no porque no se supieran los asuntos que aqu¨ª se tratan (del Yak-42 al asesinato de Jos¨¦ Couso, de la manipulaci¨®n televisiva del Prestige al apoyo del Gobierno Aznar a la agresi¨®n americana en Irak), sino porque la forma que aqu¨ª adoptan resulta del todo in¨¦dita en el cine hispano desde hace tiempo.

Varias son las caracter¨ªsticas distintivas del filme. Una, su car¨¢cter obligatoriamente desigual, como desigual puede ser la inspiraci¨®n o los esfuerzos puestos en la realizaci¨®n de cada uno de los 33 episodios que la integran. El protagonista el¨ªptico de todo este asunto no es otro que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Sobre ¨¦l versan algunos de los mejores momentos de un filme que abunda en ellos, y que para quien esto escribe son los de Jos¨¦ Luis Cuerda, que recuerda el rosario de mentiras del ex presidente; el de Antonio Betancor, con un Ramon Fontser¨¦ que borda a un Aznar que dice mucho, pero cuyas palabras no se refieren a nada, y hasta el de Vicente Aranda, tal vez el m¨¢s airado de todos.

Que hay excesos y obviedades es evidente; que alguno de los sketchs se antojan un poco fuera de lugar, como el de Ic¨ªar Bolla¨ªn (que es, por cierto, el m¨¢s divertido de todos), y hasta que sobra alguno, no caben apenas dudas. Pero no se puede dejar de se?alar su car¨¢cter salut¨ªferamente pol¨¦mico, su propia existencia como veh¨ªculo para propiciar discusiones p¨²blicas, su hondo sentido c¨ªvico.