Un hurac¨¢n de la novela negra
Hace cuatro a?os, Ferran Torrent respond¨ªa a si hab¨ªa pensado pasarse al castellano: "Si me ofrecen el Planeta, s¨ª. Me lo dan, recojo los 50 kilos y vuelvo a casa". Su ¨²ltima novela, La vida en el abismo, se ha tenido que conformar con ser finalista del premio, pero eso s¨®lo es un matiz. El paso al castellano de este autor apenas ha despertado polvareda. Su personaje y su obra gozan de una legi¨®n de admiradores acostumbrados a unas boutades que a menudo se convierten en realidad. Nacido en 1951 en Sedav¨ª (Valencia), Torrent ha escogido para su primera incursi¨®n en castellano la que es hasta ahora, junto a Gr¨¤cies per la propina (Columna, 1994), su ficci¨®n m¨¢s autobiogr¨¢fica, una historia inici¨¢tica de joven desorientado ¨¢vido de sensaciones que busca en los m¨¢rgenes de la vida social las rendijas de la libertad.
Torrent irrumpi¨® en los ochenta en la literatura valenciana como un hurac¨¢n de aire fresco. Adicto a las frases secas, cortantes, desnudas, de la novela negra, supo aportar vigor a unas letras demasiado obsesionadas por el pasado. Desde No emprenyeu el comissari (1984) y Penja els guants, Butxana (1985), sus primeras novelas, en las que dio vida al periodista H¨¨ctor Barrera y al detective Butxana, hasta Societat limitada (2002) y Esp¨¨cies protegides (2004), Torrent ha sabido ejecutar una trayectoria novel¨ªstica preferentemente ambientada en Valencia y manufacturada como thriller, donde el desencanto, el humor negro y la cr¨ªtica corrosiva del poder han evolucionado desde las gentes marcadas por el estigma del perdedor a la radiograf¨ªa de las corruptelas de pol¨ªticos, empresarios o presidentes de clubes de f¨²tbol. Esta producci¨®n dibuja el contorno de su obra, que tiene otros perfiles m¨¢s complejos en Tocant Val¨¨ncia (1995), La mirada del tafur (1997) o L'illa de l'holand¨¨s (1999), de mirada m¨¢s serena, donde el narrador viaja al paisaje de la infancia o bucea en situaciones m¨¢s intimistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.