Por una retribuci¨®n digna

La revalorizaci¨®n del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) en el a?o 2004 es una de las medidas m¨¢s importantes tomadas hasta ahora por el Gobierno socialista, tanto por su incidencia real en la vida de los ciudadanos como por ser una se?al muy significativa del rumbo social emprendido por el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

La prioridad que ha supuesto la subida del SMI en la acci¨®n gubernamental, junto con la aprobaci¨®n de las primeras leyes de contenido social y el di¨¢logo abierto con los sindicatos, es buena prueba de ello. Pero, adem¨¢s, el aumento del salario m¨ªnimo el pasado 1 de julio -pasando de 460,50 euros al mes a 490,80- ha supuesto recuperar de una sola vez el poder adquisitivo y de compra perdido en la ¨²ltima d¨¦cada, siendo este incremento del 6,6%, el mayor desde 1990 y, sumado al 2% de enero de 2004, el m¨¢s alto (8,6%) desde 1983.

"La revalorizaci¨®n es el primer paso para alcanzar los 600 euros al final de la legislatura"

Esta revalorizaci¨®n ha sido el primer paso para llegar a alcanzar al final de la legislatura los 600 euros mensuales asumidos en el programa electoral del PSOE, que aproximan el objetivo de que el SMI llegue a ser el 60% del salario medio neto, tal y como recomienda la Carta Social Europea. La dignificaci¨®n del salario m¨ªnimo es una constante reivindicaci¨®n desde hace muchos a?os de UGT, y de UGT-Madrid, por tratarse de una renta laboral b¨¢sica que afecta a un muy importante n¨²mero de trabajadores no amparados por una negociaci¨®n colectiva adecuada y suficiente. Fue precisamente la iniciativa de la Uni¨®n General de Trabajadores la que llev¨® a que el partido socialista, tras una reuni¨®n de las comisiones ejecutivas de ambas organizaciones, a que hiciera suyo en el programa electoral el compromiso ineludible de elevar paulatinamente la cuant¨ªa del SMI a lo largo de los pr¨®ximos cuatro a?os hasta los mencionados 600 euros al mes.

Por otra parte, se ha creado un nuevo indicador, el IPREM (Indicador P¨²blico de Renta de Efectos M¨²ltiples), para que sea la referencia del nivel de renta para determinar la cuant¨ªa de determinadas prestaciones o para acceder a determinadas prestaciones, beneficios o servicios p¨²blicos, que hasta ahora estaban vinculados al SMI, el cual queda hoy especialmente revalorizado como garant¨ªa salarial m¨ªnima de todos los trabajadores. Sorprenden, en consecuencia, las cr¨ªticas de determinados sectores patronales ante esta nueva situaci¨®n y por unos incrementos salariales que son de estricta justicia, precisamente porque aspiran a cumplir de forma gradual las recomendaciones de la Uni¨®n Europea, a dar mayor valor al factor trabajo y a integrar y vertebrar a la sociedad espa?ola, circunstancias todas ellas imprescindibles para nuestro desarrollo y progreso social y econ¨®mico. Y, desde luego, para UGT es consideraci¨®n primera y fundamental de toda su acci¨®n estrat¨¦gica tener en cuenta siempre los niveles de vida -o de subsistencia, en su caso- de los perceptores del salario m¨ªnimo interprofesional y del resto de los asalariados. No perder nunca de vista estas situaciones es una obligaci¨®n para nosotros, la raz¨®n de ser del sindicato y nuestra mejor se?a de identidad.

En nuestra Comunidad son cerca de 400.000 personas, seg¨²n las estimaciones de UGT-Madrid, las que se ven afectadas por el SMI, sumando empleados de hogar, trabajadores con discapacidad que prestan servicios en los centros especiales de empleo, trabajadores acogidos a indemnizaciones del Fondo Garant¨ªa Salarial (Fogasa), trabajadores con contratos temporales de inserci¨®n, trabajadores con contratos para la formaci¨®n y, aproximadamente, un 11% de los m¨¢s de mill¨®n y medio de asalariados del sector servicios, que es el ¨¢mbito donde hay una mayor concentraci¨®n de perceptores del salario m¨ªnimo. Por a?adidura, al seguir siendo la referencia para el acceso al subsidio por desempleo, a la renta activa de inserci¨®n, a la renta m¨ªnima de inserci¨®n de la Comunidad de Madrid y a las prestaciones contributivas de los trabajadores cuyo salario es el propio SMI, la subida de su cuant¨ªa hace aumentar autom¨¢ticamente el n¨²mero de los posibles perceptores de este tipo de prestaciones, ahora alrededor de 60.000 en la regi¨®n madrile?a.

Resulta evidente, por tanto, la absoluta necesidad de la dignificaci¨®n del SMI y de las dem¨¢s rentas salariales, lo cual exige la continuidad del trabajo emprendido en 2004 con esta primera revalorizaci¨®n. En este sentido el salario m¨ªnimo tiene que ganar poder adquisitivo todos los a?os de la legislatura para as¨ª cumplir debidamente con el derecho constitucional del trabajador a una remuneraci¨®n suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, teniendo en cuenta, claro est¨¢, la propia evoluci¨®n de la econom¨ªa espa?ola y su efecto sobre el empleo. De igual modo el IPREM debe consolidar su funci¨®n como referente para acceder a determinadas prestaciones y, en algunos casos, para determinar su cuant¨ªa, lo que exigir¨¢ mantener ¨¦sta en un nivel digno, sobre todo en las prestaciones por desempleo, contemplando el objetivo de inflaci¨®n fijado por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado. Y, por otra parte, la modificaci¨®n del art¨ªculo 27 del Estatuto de los Trabajadores, igualmente asumida en el di¨¢logo social, debe asentar las nuevas bases del SMI, evitar que se vuelvan a producir p¨¦rdidas de su poder adquisitivo y sustanciar una redefinici¨®n de los criterios para su determinaci¨®n y para poder prevenir su revisi¨®n anual.

Para llevar a cabo estas l¨ªneas de actuaci¨®n y conseguir los objetivos propuestos, UGT va a continuar, con decisi¨®n y firmeza, la tarea iniciada, por cuanto se trata de una conquista sindical y social important¨ªsima que afecta a miles de asalariados, en especial a j¨®venes y mujeres. Esta profunda reforma de la cuant¨ªa y del alcance del SMI, en la que estamos comprometidos, va a contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las trabajadoras y trabajadores espa?oles y madrile?os y tambi¨¦n a la de la propia capacidad del sistema productivo en su conjunto.

Jos¨¦ Ricardo Mart¨ªnez Castro es secretario general de UGT-Madrid