45 d¨ªas en la c¨¢rcel por dos 'noes'
Un guardia civil deber¨¢ cumplir una condena de prisi¨®n por negarse a subir a un desv¨¢n al tener claustrofobia
Si un indulto no lo remedia, Francisco Javier M. J deber¨¢ ingresar en prisi¨®n durante 45 d¨ªas por haberse negado ante un superior a meterse en un desv¨¢n de reducidas dimensiones, ya que padec¨ªa claustrofobia. Un ejemplo m¨¢s de las consecuencias de la aplicaci¨®n del C¨®digo Penal Militar a los guardias civiles -cuyo r¨¦gimen disciplinario se ha comprometido a reformar el Gobierno este a?o-, que se suma al de compa?eros que tuvieron que entrar en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares por delitos tan graves como faltar unos minutos del puesto de trabajo para comerse un bocadillo o para felicitar la Nochebuena a unos compa?eros.
"Normalmente, cuando se aplica el C¨®digo Penal Militar, los compa?eros no pueden asumirlo y se dan de baja por depresi¨®n", explica Antonio Gaspar, delegado en M¨¢laga de la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que a?ade que en 2003, el 18% de la plantilla de Andaluc¨ªa se encontraba de baja por esta causa. Es el caso de Francisco Javier, de 43 a?os y con dos hijos, de 17 y 12 a?os, que recibe adem¨¢s tratamiento psiqui¨¢trico desde octubre de 2002, a ra¨ªz del procedimiento. Con miedo a que aparezca su nombre completo, accede a relatar su situaci¨®n, mientras espera a que el tribunal decida si le concede o no la suspensi¨®n del ingreso en prisi¨®n en tanto se resuelva su petici¨®n de indulto.
El Gobierno anunci¨® que reformar¨¢ el r¨¦gimen disciplinario del cuerpo en 2005
En la Guardia Civil desde hace 24 a?os, Francisco Javier asegura que nunca antes hab¨ªa sido sancionado. En 2001, y como secuela de su separaci¨®n, su m¨¦dico de cabecera le diagnostic¨® claustrofobia, aunque no lo comunic¨® en su trabajo porque pens¨® que "era una cosa personal". Destinado en la intervenci¨®n de armas de V¨¦lez-M¨¢laga, recibi¨® en mayo de 2002 la orden de su superior, cabo primero, de subirse a un desv¨¢n de escasa altura en el que s¨®lo se pod¨ªa estar sentado o encorvado, para colocar unas armas. "Le dije que no sub¨ªa porque ten¨ªa claustrofobia. Me volvi¨® a ordenar que subiera, y le dije otra vez que no. Me contest¨®, '?entonces no subes?', y ah¨ª qued¨® la cosa", cuenta.
Pero no qued¨® ah¨ª. Al poco tiempo, se le comunic¨® la apertura de un expediente disciplinario, en principio por una falta. Pero el tr¨¢mite obliga a notificarlo al fiscal jur¨ªdico militar. "El problema es que el Ministerio Fiscal pidi¨® que se instruyera sumario por un posible delito de insubordinaci¨®n, y sigui¨® adelante", explica Rafael Zorrilla, abogado de Francisco Javier.
La sentencia, dictada en junio de 2003 por el Tribunal Militar Territorial Segundo, con sede en Sevilla, da por probada la existencia de un diagn¨®stico previo de que el acusado padec¨ªa un "temor persistente e irracional a quedarse solo o estar en espacios cerrados". Pero el tribunal considera que, al no encontrarse de baja ni "limitado facultativamente para el servicio encomendado", ten¨ªa la obligaci¨®n de cumplir la orden.
Adem¨¢s, no da credibilidad a que la fobia "haya tenido una influencia relevante" en los hechos, ya que el diagn¨®stico se hizo m¨¢s de un a?o antes, y el m¨¦dico de Francisco Javier no es especialista en psiquiatr¨ªa ni crey¨® necesario remitirle a uno, "lo que hace concluir que el padecimiento no ten¨ªa una especial gravedad". "Si hubiera subido, me hubiera podido desmayar y caer de ah¨ª", dice sin embargo el guardia civil, que describe otros s¨ªntomas de su fobia, como los mareos y la sudoraci¨®n.
Francisco Javier fue condenado a tres meses y un d¨ªa de prisi¨®n por un delito de desobediencia, aunque el propio tribunal solicit¨® de oficio un indulto parcial al Gobierno, dado "el perfil psicol¨®gico del condenado, la escasa repercusi¨®n en el servicio" de los hechos y "su escasa publicidad". Este indulto, concedido el pasado 26 de noviembre, rebaja la condena a un mes y 15 d¨ªas de prisi¨®n.
Tras la ratificaci¨®n de la sentencia por el Tribunal Supremo, la ¨²nica v¨ªa para que Francisco Javier no entre en prisi¨®n es que el Gobierno conceda un indulto total, ya que el r¨¦gimen disciplinario militar no contempla la suspensi¨®n de condena cuando la pena es inferior a los dos a?os y el condenado no tiene antecedentes, como sucede en el ¨¢mbito civil. Su abogado cree que, a la vista del indulto parcial y del voto particular emitido por uno de los magistrados del Supremo, que considera que la sentencia deber¨ªa ser absolutoria, "se dan todos los elementos" para lograrlo.
Mientras tanto, Francisco Javier, hijo de guardia civil, al que siempre le ha gustado su trabajo, trata de vencer la angustia que le provoca la incertidumbre de no saber si tendr¨¢ que perder la libertad durante mes y medio por una falta de servicio.
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