"Corro para pasar a la historia"
Lo primero que hace Haile Gebrselassie cuando se sienta en el avi¨®n, h¨¦lices, el fumigador lo llaman en Almer¨ªa, es abrir la revista de la compa?¨ªa a¨¦rea por la p¨¢gina de los mapas y buscar con el dedo Almer¨ªa, su destino. Se r¨ªe cuando le preguntan si tiene miedo a volar, ¨¦l, que es et¨ªope, que es un pa¨ªs de largas distancias y escasas carreteras, ¨¦l, que desde los 18 a?os est¨¢ recorriendo mundo, volando sin parar. C¨®mo le pueden preguntar eso. Durante el vuelo no dejar de mirar por la ventanilla; curioso, curioso, pregunta por todo, se admira, triste, del paisaje duro, des¨¦rtico, del sureste espa?ol; se admira, admirado, de los mares de pl¨¢sticos, de las hect¨¢reas de invernadero, tomates, calabacines, pepinos. Haile Gebrselassie, 31 a?os, diminuto -1,64 metros, 53 kilos-, es para muchos el mejor corredor de fondo de la historia, doble campe¨®n ol¨ªmpico de 10.000 metros, cu¨¢druple campe¨®n mundial; para la mayor¨ªa, si no el mejor, s¨ª a la misma altura que los mitos, que Nurmi, Zatopek o Viren. Gebrselassie vol¨® a Almer¨ªa para correr hoy una media marat¨®n, su primera carrera despu¨¦s de los Juegos de Atenas, despu¨¦s de la operaci¨®n de tend¨®n de Aquiles a que se someti¨® en septiembre, la carrera que empezar¨¢ a decirle si hay vida despu¨¦s de la pista, si puede alcanzar en el marat¨®n la misma gloria que le dio la pista. Habla en un ingl¨¦s duro, cortante. Pero siempre sonr¨ªe. Su sonrisa eterna no es un mito, ni tampoco su zancada incre¨ªble, ni su educaci¨®n.
"Cuando un fondista pierde velocidad debe pasarse al marat¨®n. Y el que gana el marat¨®n es el rey"
"No tuve zapatos hasta los 14 a?os. Empec¨¦ a correr de puntillas para no hacerme da?o con las piedras"
Pregunta. Su ¨²ltima carrera ol¨ªmpica, los 10.000 metros de Atenas en los que usted esperaba ganar su tercer oro ol¨ªmpico, supuso el paso de testigo a su amigo, compatriota y compa?ero de entrenamientos Kenenisa Bekele, el nuevo rey del fondo, quien tambi¨¦n le desposey¨® de los r¨¦cords mundiales de 5.000 y 10.000. Usted termin¨® quinto en Atenas, en una carrera que tuvo un momento especial, cuando Bekele y otro et¨ªope, Sileshi Sigine, bajaron su ritmo para que usted no se quedara descolgado. ?C¨®mo vivi¨® aquel momento?
Respuesta. Esa competici¨®n fue muy dif¨ªcil para m¨ª por todos los problemas que tuve antes. Bekele y Sileshi actuaron como hab¨ªamos planeado un mes antes de la final, cuando quedamos en repetir lo del Mundial de Par¨ªs 2003, donde logramos las tres medallas. Pero tuve problemas despu¨¦s de una carrera en Londres. El tend¨®n de Aquiles estaba fatal. Antes de Atenas les dije, "escuchad, muchachos, no estoy en forma, mi pie no est¨¢ perfecto y si me encuentro medio bien intentar¨¦ seguiros mientras vais a por la medalla de oro". Y ellos me esperaron.
Despu¨¦s de Atenas fui a Finlandia y me oper¨¦ a comienzos de septiembre. Volv¨ª a entrenarme dos meses despu¨¦s y aqu¨ª estoy, he venido a Almer¨ªa para correr la media marat¨®n y probarme de cara al futuro.
P. ?No volver¨¢ a correr en pista, entonces?
R. No m¨¢s pista, s¨®lo marat¨®n y medios maratones. Har¨¦ una o dos competiciones y despu¨¦s veremos si puedo correr el marat¨®n del Mundial de Helsinki. Con los a?os, he perdido velocidad, ya hay j¨®venes m¨¢s r¨¢pidos que yo, y cuando un corredor de fondo pierde velocidad tiene que pasarse al marat¨®n.
P. El gran mito, la gran barrera del marat¨®n son las dos horas. Desde hace a?os circulan apuestas. Muchos piensan que si hay alguien capaz de bajar de dos horas, ¨¦se es usted... ?Apostamos?
R. Es muy dif¨ªcil decirlo. La marat¨®n no es f¨¢cil. Son 42 kil¨®metros. Creo que puedo hacer una gran marat¨®n, pero no s¨¦ en qu¨¦ tiempo, no s¨¦ c¨®mo de r¨¢pido. Este a?o a¨²n no he decidido si correr¨¦ en abril el de Londres. Ver¨¦ el lunes. Ver¨¦ aqu¨ª en Almer¨ªa. En Londres 2002 estaba en buena forma, pero qued¨¦ tercero, hice 2h 6m, un tiempo superior al que esperaba. Sufr¨ª por mi falta de experiencia.
P. Dicen los fisi¨®logos que su forma de correr, apoyando en los metatarsianos, de puntillas casi, no vale para el marat¨®n, que es menos eficiente.
R. Es mi estilo. No lo he podido cambiar hasta ahora, pero lo voy a intentar. No es bueno para marat¨®n. Tambi¨¦n dicen que el asfalto es malo para mis tendones. Eso depende. Espero que el asfalto no sea un gran problema. Ya veremos.
P. Etiop¨ªa tiene una tradici¨®n legendaria de maratonianos, de atletas de fondo: Abebe Bikila, campe¨®n ol¨ªmpico en Roma 60 y Tokio 64, Mamo Wolde, M¨¦xico 68, Mirus Yifter, Mosc¨² 80...
R. Yo empec¨¦ a pensar en correr en serio a los siete a?os, cuando cog¨ª las pilas que hab¨ªa escondido mi padre para o¨ªr por el transistor la carrera de Yifter en Mosc¨² 80, su victoria en los 10.000. Empec¨¦ a pensar en los Juegos y en ese tipo de cosas.
P. Pero todo empez¨® con Bikila...
R. Eso es. Y desde entonces quien gana el marat¨®n es el rey. Si puedo ganarlo en los Juegos de Pek¨ªn ser¨ªa fant¨¢stico. Para los et¨ªopes el marat¨®n es algo muy especial. Mucho m¨¢s especial que los 10.000.
P. ?Por qu¨¦ los mejores atletas de fondo son africanos, y m¨¢s concretamente del Rift Valley, de la gran falla que atraviesa Etiop¨ªa y Kenia?
R. En las carreras de fondo necesitamos altitud. Hay que ir a Etiop¨ªa, al lugar en el que me entreno, el bosque de Entoto, a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Es perfecto para el fondo. Adem¨¢s, en donde vivimos, hay que hacerlo todo a pie, ir a cualquier sitio, a la escuela, hay que andar, hay que correr, no hay medios de transporte. Y todo eso lo tenemos que hacer una y otra vez. Y hay otras razones, sobre todo el talento natural. El lugar en el que vivimos, en el que nacimos... Talento natural, empec¨¦ a correr a los tres a?os. Me he pasado corriendo los ¨²ltimos 30 a?os. Diez kil¨®metros para ir a la escuela, diez para volver. Los libros en el brazo, balanceando el brazo derecho. Y no tuve zapatos hasta los 14 a?os. Imagine. Esos caminos... Todo piedras, por eso empec¨¦ a correr de puntillas, para no hacerme da?o.
P. Pero hay una diferencia con los kenianos, que son m¨¢s fugaces. En cambio, los atletas et¨ªopes viven carreras m¨¢s largas.
R. Hay muchos kenianos, muchos. Lo que hacen, siempre que tienen una oportunidad, es correr tres o cuatro carreras al mes, y terminan quemados. Y si no hacen eso, hay otros kenianos esperando y les quitan el sitio. Tambi¨¦n los et¨ªopes vamos a tener ese problema. Hay muchos j¨®venes en Etiop¨ªa corriendo ahora.
P. ?Bekele durar¨¢ tanto como usted dominando el fondo? ?Batir¨¢ tantos r¨¦cords mundiales, 17, como usted?
R. Estoy convencido de que s¨ª durar¨¢. Ahora mismo lleva tres a?os en la ¨¦lite. Espero que siga batiendo sus r¨¦cords, pero para eso necesita que alguien le empuje, le lleve al l¨ªmite. Yo bat¨ª todos esos r¨¦cords porque hab¨ªa un mont¨®n de kenianos forz¨¢ndome. Y los tuve que batir una y otra vez. Por eso, ¨¦l necesita alguien que le fuerce.
P. ?Cu¨¢l es la victoria favorita de su carrera?
R. La final de Sydney. Un momento muy especial. Inolvidable. Nunca la podr¨¦ olvidar. 200 metros en 24 segundos, el sprint con Tergat. Fue lucha, lucha, y gracias a Dios, gan¨¦. No pude ni andar, ni ponerme zapatos durante tres o cuatro d¨ªas. No s¨®lo ten¨ªa ampollas, tambi¨¦n ten¨ªa la lesi¨®n del tend¨®n de Aquiles, que por poco me impide participar en los Juegos. Me oper¨¦ despu¨¦s. Ha sido mi ¨²ltima gran victoria.
P. ?Es usted el m¨¢s grande, como dicen muchos, como se titula su biograf¨ªa?
R. A¨²n tengo que hacer un mont¨®n de cosas. Pronto habr¨¢ noticias m¨ªas muy especiales. Hasta ahora soy uno de ellos, una de las leyendas, uno de ellos, como Bikila, Wolde, Yifter, Bekele... Zatopek, Nurmi. Conozco sus vidas, tambi¨¦n la de Lasse Viren. Pero yo no quiero ser un mito. Quiero tener los pies en la tierra. S¨¦ que quien sube mucho tambi¨¦n baja mucho.
P. ?Toda su vida es el atletismo?
R. Estoy casado y tengo tres hijas. Y tengo una empresa de construcci¨®n en Addis Abeba. Estoy construyendo escuelas para los ni?os, y construyendo casas de alquiler. Trabajo para el desarrollo de Etiop¨ªa. Vamos a ir mejor, ya lo estamos haciendo.
P. ?Ha visto a Bekele despu¨¦s de la muerte de su novia mientras se entrenaban?
R. Nos entrenamos juntos de vez en cuando, aunque ahora que me muevo al marat¨®n cada uno va por su lado. Bekele est¨¢ a¨²n triste por la muerte de su novia. Muy triste. Tiene que saber manejar el problema, pero por lo dem¨¢s est¨¢ bien. Compite en Boston este fin de semana y eso est¨¢ bien.
P. ?C¨®mo son sus entrenamientos con el Doctor Wolde-Meskel Kostre?
R. Me entreno un m¨ªnimo de 30 kil¨®metros al d¨ªa, en dos sesiones, a 3.000 metros de altitud. A no gran intensidad, marcha f¨¢cil, al 70, al 80%. Y no s¨¦ c¨®mo me ir¨¢ en Almer¨ªa. Es mi primera carrera tras la operaci¨®n. Hacer un tiempo de 1h 2m o 1h 3m ser¨ªa fant¨¢stico. Lo har¨¦ sin liebres. S¨®lo la motocicleta que me abra paso. Espero que haya una buena moto.
P. ?Por qu¨¦ sigue compitiendo? ?Por el dinero, por su pa¨ªs, por la gloria?
R. M¨¢s que nada corro por pasar a la historia. Por dinero... ya gano bastante con mis negocios. M¨¢s de lo que necesito. Necesito ganar m¨¢s t¨ªtulos, superar mis l¨ªmites.
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