Sabores del Piamonte en el barrio de Salamanca
CAPUT MUNDI, nueva 'trattoria' de dise?o que se suma a los restaurantes italianos de Madrid
Un nuevo restaurante fashion se acaba de sumar a la larga familia de locales italianos que trabajan en Madrid en estos momentos. Aunque su comida no sobresale por nada en concreto, en poco tiempo ha merecido el benepl¨¢cito de esa larga clientela de incondicionales que se declara adicta a las especialidades del pa¨ªs transalpino. Hasta hace poco tiempo, hablar de comida italiana presupon¨ªa aludir a recetas de corte familiar tarifadas a precios moderados. Salvo excepciones, ni las pastas ni las pizzas ni las carnes guisadas obligaban a grandes dispendios. En los ¨²ltimos tiempos, sin embargo, algunas trattorias de dise?o han roto con esta premisa para sumarse al grupo cada vez m¨¢s numeroso de establecimientos en los que, lamentablemente, resulta dif¨ªcil comer por menos de 50 euros. ?ste el caso de Caput Mundi, donde sus propietarios, los hermanos Davide y Arianna Luccardi, bajo la asesor¨ªa de su madre, Nadia Tomassetti, ofrecen recetas piamontesas con diversas aportaciones regionales, desde Sicilia hasta la Lombard¨ªa.
CAPUT MUNDI
Castell¨®, 83. Madrid. Tel¨¦fono 915 78 26 05. Cierra: domingos noche y lunes. Precio medio, entre 45 y 55 euros. Ensalada templada de langostinos, 9,50 euros. 'Risotto Caput Mundi', 18 euros. 'Ossobuco' de ternera con salsa de tomate, 16,50 euros. Tiramis¨² al caf¨¦, 6 euros.
Pan ... 4
Caf¨¦ ... 5
Bodega ... 6
Ambiente ... 8
Servicio ... 4
Aseos ... 7
Platos convencionales, presentados a la vieja usanza y con un irrenunciable aire casero, en los que nada llama la atenci¨®n, salvo las l¨¢minas de oro fino que cubren dos de sus propuestas, el risotto Caput Mundi (variante del arroz a la milanesa inspirado en una receta del veterano Gualtiero Marchessi) y la tartita de chocolate caliente. Coronando ambos, lascas de oro puro de 24 K, seg¨²n pregona la carta, que se convierten en un elemento de reclamo megal¨®mano sin que el dorado metal mejore su sabor un ¨¢pice. En definitiva, un restaurante de tipo medio donde sus especialidades no decepcionan ni tampoco suscitan grandes entusiasmos. Las berenjenas fritas con salsa de tomate y queso mozzarella son correctas; los ravioles rellenos de reques¨®n, algo anodinos, y la lasa?a con rag¨² de carne, simplemente pasable.
Detr¨¢s de los fogones opera el chef Simone Broto, cocinero con un variado curr¨ªculo, incluidos los hoteles Cipriani de Venecia y Dorchester de Londres. El resto de sus propuestas suscitan impresiones desiguales: es fant¨¢stico el carpaccio de pulpo con alcaparras, corriente el ossobuco de ternera y demasiado pesado el risotto Caput Mundi, totalmente cargado de l¨¢cteos. Por el contrario, resulta muy bueno el escalope de ternera a la milanesa, sencilla sugerencia del d¨ªa.
UN LOCAL AMPLIO
LA EST?TICA del local y la orientaci¨®n comercial de Caput Mundi (cabeza del mundo) responden a criterios bien definidos. Los falsos frescos que ilustran sus paredes, las bolas doradas que figuran sobre pedestales y las lascas de oro que coronan dos de sus especialidades son pura met¨¢fora, una alusi¨®n al viejo esplendor de los banquetes de Roma. El local, m¨¢s amplio de lo que a primera vista parece, se distribuye en dos plantas ambientadas de la misma manera. Incluso con los comedores a media entrada, el servicio, a todas luces insuficiente, deja al descubierto sus graves carencias. Olvidos, retrasos, ausencias y despistes graves son la t¨®nica cotidiana. Hasta es posible que, seg¨²n el momento, los clientes se vean obligados a retirar sus propios abrigos del ropero o a padecer largas esperas entre plato y plato.En el cap¨ªtulo goloso, m¨¢s de lo mismo. Ninguno de sus dulces desentona ni genera alegr¨ªas desmesuradas. Su peculiar versi¨®n del tiramis¨² deja algo indiferente; el semifr¨ªo de turr¨®n es bien discreto; la panna cotta (flan de nata) resulta buena, pero no excelente, y la tartita de chocolate con l¨¢minas de oro, bastante delicada. Tampoco destaca el pan, francamente malo, ni el caf¨¦, muy fiel al estilo italiano (tueste intenso y muy concentrado), que se elabora de forma incorrecta.Al margen de la carta existe un men¨² degustaci¨®n para un m¨ªnimo de dos personas. Por 40 euros se ofrece un plato de aperitivo, cuatro medias raciones y un postre, adem¨¢s de caf¨¦ y copa de vino. En la bodega, s¨®lo vinos italianos, desde los mejores hasta los m¨¢s vulgares.
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