La estrella de la chica t¨ªmida

Empez¨® a hacer teatro como terapia contra la timidez. Esta noche, por su debut cinematogr¨¢fico, aspira a ganar un Oscar.

?sta es la sinopsis de la historia de Catalina Sandino Moreno, la actriz bogotana de 23 a?os que protagoniza, en Mar¨ªa llena eres de gracia, a una joven que decide transportar a Estados Unidos droga dentro de su cuerpo como salida a su dram¨¢tica vida en Colombia.

Aunque ella es la primera que ha reconocido que todav¨ªa tiene que pasar mucho tiempo "antes de que suba a recoger un Oscar", tampoco olvida que llega a la 77? edici¨®n de los galardones de la Academia de Hollywood con una estela de premios que incluyen el Oso de Plata de Berl¨ªn y el de la Asociaci¨®n de Cronistas del Espect¨¢culo de Nueva York o el de haber sido elegida por la revista Time entre las 10 mejores actrices de 2004, todo gracias a un docudrama colombiano-estadounidense dirigido por el tambi¨¦n debutante Joshua Marston.

Esta noche habr¨¢n pasado nueve a?os entre su primera clase de interpretaci¨®n en Bogot¨¢ con fines terap¨¦uticos y su entrada al teatro Kodak de Los ?ngeles para competir con Hilary Swank (Millon Dollar Baby), Annette Bening (Conociendo a Julia), Kate Winslet (Olv¨ªdate de m¨ª) e Imelda Staunton (El secreto de Vera Drake). Si la mayor¨ªa de los miembros de la Academia eligen a Catalina Sandino, la convertir¨ªan en la tercera actriz o actor en lograr la cuarta dorada por una actuaci¨®n que no es en ingl¨¦s; ya lo obtuvieron Sophia Loren por Dos mujeres (1961), Roberto Benigni por La vida es bella (1998) y Benicio del Toro por Traffic (2000). Su candidatura es la n¨²mero 25 para una interpretaci¨®n en un idioma distinto al ingl¨¦s.

Catalina Sandino recibi¨® la noticia de su candidatura en su apartamento de Nueva York. Estaba frente al televisor, oy¨® su nombre y el mundo se le enmudeci¨® mientras ella lloraba. S¨®lo la voz de su madre desde Bogot¨¢ le devolvi¨® el sonido ausente. La misma mujer que cuando ella ten¨ªa 14 a?os la convenci¨® para que entrara a una academia de teatro para combatir la timidez y que hace dos a?os volvi¨® a ejercer su influencia para que se fuera al casting de Mar¨ªa llena eres de gracia, al cual se presentaron 800 muchachas. Su madre colg¨® el tel¨¦fono y ella qued¨® en una vor¨¢gine de peticiones de entrevistas, fotos y declaraciones, pero hace s¨®lo unos meses nadie en Colombia quer¨ªa saber de ella. Incluso la rechazaron para la telenovela El in¨²til, con el argumento de que no era buena actriz.

Un portazo que la llev¨® a las pruebas de Mar¨ªa... Lo m¨¢s grato de su elecci¨®n, ha dicho, "es que al leer el gui¨®n me sent¨ª bien de que un norteamericano no utilizara estereotipos sobre Colombia". ?se era uno de sus temores. Que se manipulara y se trabajara con t¨®picos el tema de la droga. La l¨ªnea argumental de la cinta son los motivos que llevan a Mar¨ªa a convertirse en mula (personas que transportan droga dentro del cuerpo), y la manera como lo hace; pero se centra en el lado humano de estas personas que con el dinero que les paga un narcotraficante esperan sacar a su familia de la pobreza o salvar la vida de alguien. La pel¨ªcula no justifica nada, muestra la telara?a y las caras del problema.

La historia est¨¢ basada en hechos reales, asegura Jaime Osorio, el productor colombiano de la pel¨ªcula y de otras como La virgen de los sicarios (basada en la novela de Fernando Vallejo). Joshua Marston, el director, siempre se hab¨ªa interesado por el tema. En Nueva York hab¨ªa escuchado muchas historias y un d¨ªa convers¨® con Orlando Tob¨®n, que desde los a?os setenta regenta all¨ª una peque?a oficina de ayuda a inmigrantes. Su labor lo ha enfrentado con casos de drogas y de mulas que han fracasado en su intento de coronar la operaci¨®n, porque algunos salen del aeropuerto pero en tierra se les revienta una bolsita que resulta mortal. Tob¨®n ha ayudado a repatriar m¨¢s de 400 cad¨¢veres.

La interpretaci¨®n de Sandino ha sido definida por la cr¨ªtica como natural, instintiva y cre¨ªble. La actriz hizo la b¨²squeda del personaje conociendo el mundo frustrado en el que viv¨ªa Mar¨ªa, trat¨® de entender por qu¨¦ arriesg¨® su vida. Sobre el tr¨¢fico de drogas, Catalina no explor¨® nada. Se dej¨® llevar por la situaci¨®n con ojos inocentes. Casi ni practic¨® la manera de tragarse las bolsas con droga (cambiada aqu¨ª por uvas) para transmitir realismo. A esa capacidad de asombro quiz¨¢ ayud¨® que la mitad de la pel¨ªcula que deb¨ªa rodarse en Bogot¨¢, a m¨¢s de 2.000 metros de altura, tuvo que filmarse en Ecuador por motivos de seguridad: en esos meses Colombia viv¨ªa la campa?a pol¨ªtica que llevar¨ªa a ?lvaro Uribe a la presidencia.

Tan pronto la pel¨ªcula empez¨® a ir a festivales, como el de Sundance, llegaron los premios. La actriz empez¨® as¨ª una carrera inesperada. Atr¨¢s quedaron las clases contra la timidez, la publicidad, las actuaciones con su grupo, el rechazo de algunos directores colombianos, el rodaje de Mar¨ªa..., el traslado a Nueva York, los trabajos de camarera para sobrevivir, las clases en el Actor Studio... Ahora, los problemas son las ofertas de guiones y los nervios por coprotagonizar la gala de los premios m¨¢s so?ados por los cineastas, pero por la que Catalina jam¨¢s se interes¨®: ni siquiera la vio nunca en televisi¨®n.