La noche m¨¢s fren¨¦tica de Hollywood
1.600 personas controlar¨¢n la ceremonia en la que Amen¨¢bar opta a su primera estatuilla
Clint Eastwood ir¨¢ con su madre. Leonardo DiCaprio no confirma si entrar¨¢ del brazo de su novia, la modelo Giselle B¨¹ndchen. Warren Beatty y Annette Bening exhibir¨¢n una vez m¨¢s su ejemplar matrimonio. Y Jorge Drexler, aunque no pueda subir al escenario a cantar, se pasear¨¢ por la alfombra roja: "Para m¨ª no es una obligaci¨®n. Es un derecho", dice el cantante uruguayo. Todo est¨¢ preparado para que hoy arranque uno de los espect¨¢culos m¨¢s fren¨¦ticos y singulares del mundo: la ceremonia de los Oscar. Desde las siete de la ma?ana de hoy, el equipo de producci¨®n de la ceremonia (unos 1.600 trabajadores al mando de Gil Cates) estar¨¢ listo y en sus puestos. Detr¨¢s del escenario se controlar¨¢ cada paso a trav¨¦s de 65 monitores. A las tres de la tarde (doce de la noche en Espa?a), empezar¨¢n a llegar a la alfombra roja los invitados. Dos horas despu¨¦s, se cerrar¨¢n las puertas del Kodak Theater.
Eastwood: "Si no gano, pensar¨¦ que ha sido un agradable paseo con mi madre y mi mujer"
Scorsese no oculta su temor ante unos premios que sistem¨¢ticamente le han dado la espalda: "En 1977, cuando nominaron Taxi driver, dejaron fuera mi trabajo como director. Desde aquel momento supe que los Oscar y yo llev¨¢bamos caminos contrarios".
"A todos nos gusta ganar, pero si no es as¨ª, pensar¨¦ que he dado un agradable paseo con mi madre y mi adorable mujer", dice Clint Eastwood. Cuando al director de Million dollar baby le preguntan c¨®mo se explica que hoy sea un cineasta adorado cuando en los a?os setenta le tachaban de fascista, contesta: "Nunca he sido de derechas. S¨®lo era joven y guapo. Era f¨¢cil odiarme".
Un gran toldo cubre la alfombra roja de la 77? edici¨®n de los Oscar. Las lluvias torrenciales de los ¨²ltimos d¨ªas han remitido, pero nadie garantiza una tarde soleada. El mal tiempo puede arruinar horas de maquillaje, peluquer¨ªa y vestuario. Si sale el sol, se retirar¨¢ el toldo. Seg¨²n Gil Cates, productor de la ceremonia, cualquier imprevisto est¨¢ contemplado, incluso una mala noticia -"Dios no lo quiera"- sobre la salud del Papa. El bucle -o retraso en la retransmisi¨®n- ser¨¢ de cinco segundos. Chris Rock, el presentador, est¨¢ advertido de que cada taco ser¨¢ debidamente censurado.
Alejandro Amen¨¢bar s¨®lo se atrever¨¢ a acercarse a una persona: John Williams, el autor de la banda sonora de La guerra de las galaxias. "No soy muy mit¨®mano, pero si veo a Williams no podr¨¦ reprimirme". Manolo Garc¨ªa, el peluquero espa?ol candidato al Oscar al mejor maquillaje, no quiere perderse detalle. "Nunca he entrado en una limusina, me han dicho que algunas hasta tienen piscina", afirma Jorge Drexler, cuya canci¨®n Al otro lado del r¨ªo, tema de la pel¨ªcula Diarios de motocicleta, no ser¨¢ interpretada por ¨¦l sino por el popular Antonio Banderas. Drexler desconoc¨ªa ayer si era cierto el rumor de que Gael Garc¨ªa Bernal (protagonista de Diarios de motocicleta) no presentar¨¢ la canci¨®n en protesta por el ninguneo de la Academia al cantante.
Seis son los Oscar a los que esta noche aspira alg¨²n latino. Y por primera vez en la historia se cantar¨¢ en espa?ol. La actriz Catalina Sandino, int¨¦rprete de Mar¨ªa llena eres de gracia, es candidata por un personaje que habla en espa?ol. Frente a los 15 millones de d¨®lares que se han gastado en promoci¨®n pel¨ªculas como El aviador o Million dollar baby, la pel¨ªcula de Sandino (o la brit¨¢nica El secreto de Vera Drake) maneja cifras insignificantes.
De las cinco aspirantes al premio a la mejor pel¨ªcula, s¨®lo una es totalmente de estudio, Buscando Nunca Jam¨¢s. Y de los cinco actores candidatos a un Oscar (Eastwood, Johnny Depp, Jamie Foxx, Don Cheadle y Leonardo DiCaprio), s¨®lo el de Eastwood es un personaje de ficci¨®n. Pocos parecen dudar del Oscar a Jamie Foxx por su recreaci¨®n del m¨²sico Ray Charles. El de la mejor actriz parece estar dividido entre dos viejas conocidas: Hilary Swank y Annette Bening. Las dos ya se vieron las caras hace cinco a?os. Bening, por American beauty, y Swank, por Boys don't cry. Gan¨® Swank.
?ste tambi¨¦n ser¨¢ el a?o del Oscar de pasillo. Es decir, el que recibir¨¢n en el patio de butacas muchos de los premios considerados t¨¦cnicos. Seg¨²n se ha filtrado en los ensayos, los premios se entregar¨¢n en peque?os p¨²lpitos montados entre los asientos. Se supone que la medida agilizar¨¢ la entrega de premios, para rascar segundos de una ceremonia que muchos tachan de fatigosa e interminable. Como ha se?alado estos d¨ªas en la prensa un miembro de la Academia, "el problema de los Oscar no es lo que duran, sino que cada vez resulta menos emocionante ver a una estrella. Hay demasiadas entregas de premios y la presencia de celebridades se ha vuelto rutinaria. Se ha perdido la distancia que favorec¨ªa la expectaci¨®n".
Y no deja de ser parad¨®jico que el Oscar honor¨ªfico sea esta vez para Sydney Lumet, que en 1976 ya lanzaba en su pel¨ªcula Network, un mundo implacable, una dura cr¨ªtica sobre la lucha encarnizada por la audiencia de televisi¨®n. El director de Veredicto final es uno de los pocos que tienen garantizada esta noche una ovaci¨®n en pie.
Olvidarse de Dios y la familia
"Nos han pedido que nos olvidemos de Dios y de la familia, que seamos r¨¢pidos y emocionantes". As¨ª explica Manuel Garc¨ªa ("lo de Dios no es broma"), candidato al Oscar por el mejor maquillaje y peluquer¨ªa, las indicaciones que les dieron a ¨¦l y a Jo Allen durante los ensayos de la ceremonia de esta noche. Garc¨ªa se pellizca el brazo emocionado: "Yo tengo un subid¨®n del que me va a costar mucho trabajo bajar. Estoy encantado". En la solapa de su chaqueta lleva varias chapas: dos im¨¢genes marianas y la cara de Victoria Abril. "Es que yo llevo a?os trabajando con Victoria y la adoro". La brit¨¢nica Jo Allen (maquilladora que ya fue candidata a un Oscar por Las horas) y Garc¨ªa est¨¢n instalados en el Ch?teau Marmont, el hotel con m¨¢s clase y m¨¢s historia de Hollywood: en uno de sus bungal¨®s Hilary Swank le dio a su marido hace unos d¨ªas una fiesta sorpresa; a sus puertas se mat¨® de un golpe con su coche Helmut Newton, y en una de sus habitaciones muri¨® de sobredosis John Belushi. En su bar o en su restaurante siempre se deja caer, copa en mano, alguna estrella. Al local le gusta presumir de su leyenda negra.
"Con Las horas nos quedamos cerca del Oscar, y quiz¨¢ esta vez ocurra lo que no pas¨® entonces, pero es muy dif¨ªcil", dice Jo Allen. "Estoy muy orgullosa de mi trabajo en Mar adentro y s¨®lo lamento que Javier [Bardem] no fuera elegido y no pueda estar aqu¨ª con nosotros".
El resto del equipo de Mar adentro no est¨¢ muy lejos del Marmont. Se alojan en el Mondrian, un hotel blanco dise?ado por Philip Stark. Amen¨¢bar insiste en no hacer apuestas: "El a?o de Am¨¦lie y El hijo de la novia, dos pel¨ªculas que eran claras favoritas, gan¨® En tierra de nadie, que es una gran pel¨ªcula, pero a la que nadie hab¨ªa considerado". Amen¨¢bar dice que no se puede olvidar que para el Oscar a la mejor pel¨ªcula en habla no inglesa apenas votan unas 300 personas. "Es una categor¨ªa muy imprevisible y con muchas limitaciones", apunta el productor, Fernando Bovaira. Para el director de Tesis, la ceremonia de esta noche cierra los tres a?os de trabajo que le ha dedicado a la pel¨ªcula. "Es mucho tiempo y estoy cansado. Despu¨¦s de cinco meses de promoci¨®n, s¨®lo me queda esto y Jap¨®n. Luego se acab¨®. Quiero unas vacaciones y volver a mi vida contemplativa".
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