Gesta del Bar?a en Mosc¨²

Al equipo que nadie le gana lo someti¨® el Barcelona. Lo hizo con la misma autoridad con la que el CSKA ruso ha alargado su impresionante racha de victorias. 42 acumulaba, toda una temporada. Y 13 meses hab¨ªan transcurrido desde la ¨²ltima vez que cedi¨® en su pista moscovita. Frente a esas credenciales y a un equipo con un arsenal de espl¨¦ndidos jugadores, emergi¨® el mejor Barcelona, el que no se ve¨ªa desde hac¨ªa mucho tiempo, tanto como el que lleva convalenciente Due?as y como el que ha permanecido expuesto a la crisis directiva que arrambl¨® con entrenadores, gerentes y jefes de su organigrama y convirti¨® el Palau en un infierno para el presidente Joan Laporta.

En la pista del favorito a ganar la Euroliga, en la ciudad donde se celebrar¨¢ la final four del 6 al 8 de mayo, el Barcelona volvi¨® a encajar sus piezas. Recuper¨® as¨ª el equilibrio defensivo y reboteador que le permite encomendarse en las certeras manos de Bodiroga y Navarro, dos jugadores ofensivos como pocos en Europa. El jugador serbio volvi¨® a ser el hombre que toma el bal¨®n en los instantes m¨¢s comprometidos, lo conduce, le busca las vueltas a la defensa rival y generalmente acaba anotando o provocando faltas, cuando no ambas cosas. Navarro sac¨® a relucir su impresionante mezcla de sangre fr¨ªa, destreza y punter¨ªa.

Para que las dos estrellas del Barcelona sacaran punta a sus reconocidas cualidades, el equipo azulgrana despleg¨® un juego de conjunto que le permiti¨® sobrevivir a un nefasto inicio. Plante¨® unas defensas alternativas que descentraron a los tiradores del CSKA, especialmente a Granger, que no tuvo su d¨ªa. La inferioridad de los p¨ªvots azulgrana no fue tanta gracias a que Davis y Zizic se aplicaron en la tarea de robarles rebotes a jugadores m¨¢s altos que ellos como Andersen, Dikudis y Savrasenko. Y Marc Gasol, con siete rebotes en 11 minutos, acab¨® de despegar al Bar?a, que arras¨® en el segundo y en el tercer cuarto y entr¨® en el ¨²ltimo con una ventaja (48-61) que administr¨® muy bien. La victoria del Bar?a exige al Madrid a rendir al l¨ªmite para no perder la pugna por la clasificaci¨®n.