?Trabajo o familia?
Ocuparse de ascender en su profesi¨®n o preocuparse por las cuestiones dom¨¦sticas. Tarde o temprano, ¨¦se es el dilema con el que ellos y ellas se topan en el camino. La mayor¨ªa se conforman con preguntarse qu¨¦ elegir. Pero, cada vez m¨¢s, la pregunta es otra: ?por qu¨¦ elegir?
El t¨ªtulo de este art¨ªculo es m¨¢s que una simple pregunta: es la cuesti¨®n que persigue a muchas personas que, tras haber invertido media vida en formarse, tras haber transitado por la jungla laboral y haber demostrado su val¨ªa profesional, se enfrentan un d¨ªa con la necesidad de formar una familia. Algo tan natural como tener tiempo para hijos, pareja y hogar se ha transformado hoy en un obst¨¢culo en medio de la carrera profesional del individuo que se ha preparado y sacrificado a conciencia. Esto explica que las mujeres trabajadoras, y cada vez m¨¢s hombres, est¨¦n preocupadas y se sientan v¨ªctimas de la obligada dicotom¨ªa "trabajo o familia".
Un paso dif¨ªcil. La cuesti¨®n no deber¨ªa ser si tener trabajo o tener familia. Dar el paso del "o" al "y" nos permitir¨ªa sustituir los interrogantes por signos de exclamaci¨®n: ?Trabajo y familia! Un estudio de Catherine Hakim, de la London Business School, revela que un 20% de las mujeres se decantan por su carrera profesional; otro 20%, por el cuidado de sus hijos, y un 60% quiere compatibilizar trabajo y familia.
De esto se deduce que nuestra sociedad, al presentarles a sus ciudadanos el dilema trabajo o familia, est¨¢ condenada al fracaso. Tal vez no desde el punto de vista de su crecimiento econ¨®mico, pero s¨ª desde un punto de vista humano, social y moral.
El hecho de que el trabajo sea un impedimento para la familia tiene su origen en las f¨®rmulas organizativas de las empresas, basadas en el supuesto de que una hora m¨¢s de familia roba una hora de trabajo. As¨ª, cualquier concesi¨®n al trabajador en beneficio de la familia se ve como un coste. Un juego de suma cero de dif¨ªcil soluci¨®n.
M¨¢s que recursos humanos. Cuando trabajo y familia entran en conflicto, se da un exceso de rotaci¨®n de personal, dificultades para retener a las personas con talento y absentismo. Pero estudios como el publicado en el Academy of Management Journal revelan que las empresas con pol¨ªticas de responsabilidad familiar son m¨¢s productivas. Adem¨¢s suelen atraer a los mejores empleados, conseguir una mayor satisfacci¨®n de sus clientes y registrar un mayor crecimiento de sus beneficios. Por eso, los modelos de gesti¨®n que integran al individuo con todas sus dimensiones est¨¢n desbancando cada vez m¨¢s a los modelos de gesti¨®n jer¨¢rquicos, r¨ªgidos e inflexibles basados en los horarios.
Seg¨²n un estudio de Nuria Chinchilla y Steven Poelsman, de la Universidad de Navarra, s¨®lo un 7% de las empresas espa?olas con m¨¢s de 100 empleados tienen implantados programas de pol¨ªticas familiarmente responsables. Si a?adimos las que est¨¢n estudiando su introducci¨®n, la cifra se eleva al 19%. La mayor parte, empresas del sector servicios donde la asistencia no siempre es necesaria y parte de las tareas se pueden realizar desde cualquier lugar con un port¨¢til y un ADSL. En Nokia, por ejemplo, permiten a sus empleados trabajar desde casa dos d¨ªas a la semana.
El empresario dispone. Las ayudas p¨²blicas y los servicios sociales desempe?an un papel importante (y en Espa?a, las ayudas familiares son muy inferiores a las del resto de Europa), pero existen multitud de soluciones que se deben tomar desde la empresa: horarios flexibles que alineen las horas de entrada y salida al trabajo con las de los colegios, trabajo por resultados y no por horarios, teletrabajo asignando las horas en el centro de trabajo a tareas que solamente pueden realizarse all¨ª, y servicios para empleados, como aparcamiento, restaurante o guarder¨ªa, en el propio centro.
Las consecuencias de no tomar en serio la importancia de esta cuesti¨®n pueden pasar factura. Sistemas de funcionamiento en los que se contraponen familia y trabajo conducen, por ejemplo, a reducciones de la tasa de natalidad, una de las causas de los problemas de financiaci¨®n de la Seguridad Social, donde los trabajadores en activo sostienen con sus contribuciones a los retirados (sistema de reparto). A ello hay que a?adir la desmotivaci¨®n y estr¨¦s en el trabajo, por no mencionar a los m¨¢s perjudicados en todo este asunto: los ni?os.
Lamentablemente, en muchas partes hay instaurada una sensaci¨®n de que todo se va a descontrolar si se cede en estas cuestiones. "?Qu¨¦ pasar¨¢?". "No puede ser que unos s¨ª y otros no, para todos lo mismo". "?Esto va a desmadrarse!".
Es preciso perder el miedo a implementar estos cambios. Estamos en una sociedad y en un modelo competitivo donde los sistemas m¨¢s flexibles son a la vez los m¨¢s eficientes. Los trabajadores y trabajadoras de hoy son, excepto casos aislados, personas maduras y comprometidas. El compromiso que adquieren con empresas y organizaciones las personas a las que se les brinda la posibilidad de escribir trabajo y familia con una "y" en el centro no tiene l¨ªmites. Y las f¨®rmulas en las que todos ganan son, por definici¨®n, las ganadoras.
Fernando Tr¨ªas de Bes, licenciado en Empresariales y MBA por ESADE y la Universidad de Michigan, es profesor y coautor, con ?lex Rovira, de 'La buena suerte'.
Polos contradictorios
Las mujeres que m¨¢s horas pasan en su trabajo est¨¢n casadas con los hombres con un mayor nivel de ingresos.
La interrupci¨®n temporal del trabajo para dedicarse en exclusiva a los hijos crea en las mujeres angustia e inseguridad, aunque la empresa no haya dado muestras de que vaya a prescindir de ellas. Se sabe que en las pr¨®ximas d¨¦cadas va a haber d¨¦ficit de profesionales cualificados.
Un alto ¨ªndice de las mujeres que optan por dejar sus empleos afirman que, de haber recibido una f¨®rmula flexible de colaboraci¨®n, habr¨ªan mantenido su trabajo, un extremo que las empresas desconocen.
Las organizaciones dedican la mayor parte de su atenci¨®n a los incrementos salariales, olvidando que la flexibilidad laboral es tambi¨¦n una de las mejores formas de retribuir a una persona.
Un gran n¨²mero de empresas despiden a las mujeres que se quedan embarazadas, cuando ¨¦ste deber¨ªa ser el momento en que m¨¢s las incentivaran.
M¨¢s de dos tercios de los trabajadores de la Uni¨®n Europea est¨¢n casados o viven en pareja. O lo que es lo mismo: mayor¨ªa absoluta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.