Bush: "Los estadounidenses est¨¢n m¨¢s seguros"
El presidente premia la lealtad de su equipo y reordena sus peones dentro y fuera del Gobierno
Hace dos a?os, George W. Bush entr¨® en una guerra que respaldaba el 70% de los estadounidenses. Ahora, el 53% cree que no mereci¨® la pena, pero esos mismos ciudadanos dicen -y con ellos, otras voces fuera de EE UU- que los iraqu¨ªes est¨¢n mucho mejor que antes y son optimistas sobre la agitaci¨®n democr¨¢tica que recorre Oriente Pr¨®ximo. Y Bush, que gan¨® las elecciones a pesar de la guerra, se siente vindicado por esa agitaci¨®n y reordena sus peones dentro y fuera del Gobierno, con independencia de lo que piense la comunidad internacional de sus opciones para presidir el Banco Mundial o representar a EE UU en la ONU.
"Conoc¨ªamos las agresiones de Sadam Husein y su apoyo al terrorismo, sab¨ªamos que hab¨ªa usado armas de destrucci¨®n masiva y sabemos que el 11-S exige a nuestro pa¨ªs pensar de manera diferente". Y "gracias a la acci¨®n que emprendimos", dijo ayer Bush, "la libertad est¨¢ echando ra¨ªces en Irak, los norteamericanos est¨¢n m¨¢s seguros" y hay "esperanzadoras se?ales en Oriente Pr¨®ximo".
Sus partidarios lo celebran y sus adversarios admiten, sin alterar los juicios sobre la guerra, que hay movimientos interesantes. "Desde la invasi¨®n de Irak, son casi las primeras buenas noticias del exterior que recibe esta Administraci¨®n, y eso les reafirma", dice Mois¨¦s Na¨ªm, director de la revista Foreign Policy. Es un equipo, a?ade, "que se siente ganador, se siente reafirmado por lo que ocurre en L¨ªbano, por las fintas de Hosni Mubarak en Egipto, por lo que est¨¢ pasando en Palestina y en Irak, a pesar de los problemas". ?Y los ¨²ltimos nombramientos? "Pr¨¢cticamente a todos los que fueron protagonistas hace dos a?os les ha ido bien; en general, ¨¦ste es un equipo que ha sido premiado, y dentro del equipo, lo que m¨¢s se premia es la fidelidad".
"La lealtad es la fuerza motora de este Gobierno", coincide Philip J. Crowley, del Centro Americano para el Progreso, que piensa que hay "razones para ser cautamente optimistas sobre Irak" y reconoce "una din¨¢mica atractiva en Oriente Pr¨®ximo", aunque eso no cambia que "el Gobierno se apresur¨® demasiado e invadi¨® Irak" con unos costes muy significativos: "Incluso aunque reconozcamos que hay algunas derivadas buenas, eso no redime las opciones que se tomaron ni los errores de c¨¢lculo". Dos a?os despu¨¦s, la guerra que sigue sin cerrarse, ha costado hasta ahora 200.000 millones de d¨®lares y m¨¢s de 1.500 soldados muertos, y obliga a mantener un Ej¨¦rcito de ocupaci¨®n de 150.000 personas.
Cuatro meses y medio despu¨¦s de ganar las elecciones, Bush culmina la reorganizaci¨®n de su Gobierno. Tras colocar a los pragm¨¢ticos, encabezados por Condoleezza Rice y Robert Zoellick, en el Departamento de Estado, y sacar a John Negroponte de las guerrillas de Bagdad para coordinar las guerrillas entre el FBI y la CIA, el presidente mantiene los equilibrios internos nombrando presidente del Banco Mundial al n¨²mero dos del Pent¨¢gono, Paul Wolfowitz, y embajador ante la ONU, a John Bolton (que no cree en Naciones Unidas). Y rescata a Karen Hughes -la mujer que le fabric¨® el mensaje en Tejas y Washington- para lavarle la cara a EE UU en el mundo, con la ayuda de una estrella ascendente: Dina Powell, de 31 a?os, nacida en El Cairo y hasta ahora responsable de las contrataciones en la Casa Blanca.
Crowley cree que "no hay gran infusi¨®n de nuevos talentos. Muchas personas que tuvieron responsabilidades est¨¢n siendo recicladas, pero el c¨ªrculo no se ampl¨ªa". A pesar de los sonados errores de Wolfowitz en Irak ("la invasi¨®n se financiar¨¢ a corto plazo", "no hacen falta m¨¢s soldados para ocupar Irak que los que hicieron falta para derribar a Sadam"), Crowley entiende m¨¢s su nombramiento -"una opci¨®n pol¨¦mica, pero interesante; y coherente con la visi¨®n de promover la libertad y la democracia"- que el de Bolton, "que contradice el nuevo tono del Gobierno. Bush fue a Europa para reducir fricciones; Bolton representa al viejo Bush, no al nuevo Bush".
No siempre hay que hacer lecturas pol¨ªticas, advierte Na¨ªm: "Esto tiene m¨¢s que ver con el pago de favores y el equilibrio que con otra cosa; es m¨¢s gerencia de recursos humanos que geopol¨ªtica. Bolton fue fundamental en la elecci¨®n de Bush en Florida en 2000, y eso se lo va a agradecer siempre. Y es un hombre de Richard Cheney; el vicepresidente es el que manda". Todo ello ayuda a que la comunidad internacional interprete que EE UU no tiene gran inter¨¦s en la ONU o el Banco, o bien, como se?ala The Financial Times, que el mundo "vea que un banco dirigido por Wolfowitz no es m¨¢s que un instrumento del poder y de las prioridades de EE UU".
Pero hay consistencia de Bush en pol¨ªtica exterior, y los nombramientos recientes no la alteran. El pragmatismo se debe a que Washington conoce sus limitaciones en Irak o en la negociaci¨®n con Ir¨¢n y Corea del Norte, y a ello se van a dedicar Rice y su equipo. Al tiempo, huesos duros de roer como Wolfowitz y Bolton van a agitar instituciones multilaterales. Si funciona, bien; si no, se quedar¨¢n como est¨¢n. Ya el 1 de diciembre, en Canad¨¢, Bush dijo: "EE UU siempre prefiere actuar con sus aliados. Pero el ¨¦xito del multilateralismo se mide no por el proceso, sino por los resultados". En otras palabras, EE UU jam¨¢s dejar¨¢ en manos de nadie su seguridad y trabajar¨¢ en los organismos internacionales mientras sean eficaces y coincidan con sus objetivos, porque Bush tambi¨¦n ha aprendido, y lo record¨® ayer, que "la supervivencia de la libertad en nuestra tierra depende del ¨¦xito de la libertad en otras tierras".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.