El enemigo m¨¢s peque?o
Las asociaciones alternativas de izquierda han sido una fuerza decisiva en la campa?a por el 'no' a la Constituci¨®n europea
Cuando el presidente de Francia, Jacques Chirac, convoc¨® hace casi tres meses un refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n europea, la mayor¨ªa de los franceses estaba dispuesta a votar s¨ª. Sin embargo, esa tendencia se invirti¨® en pocas semanas. Se debi¨®, en buena parte, a que los militantes del Partido Socialista franc¨¦s (PS) que abogan por el no -a pesar de perder su refer¨¦ndum interno- continuaron con su campa?a. Pero hay otro factor, que ha ido ganando fuerza d¨ªa tras d¨ªa: la influencia de las asociaciones alternativas de izquierda. Bajo el lema del Foro Social Mundial de "otro mundo es posible", ha surgido el de "otra Europa es posible".
Los grupos alternativos han mezclado la rapidez de Internet con la contundencia de armas tan viejas y eficaces como el reparto de octavillas a las salidas de las f¨¢bricas y los mercados. Cuando se conozca hoy por la noche el resultado, aunque gane el s¨ª, nadie podr¨¢ infravalorar en el futuro la fuerza pol¨ªtica de estos grupos.
Del lema "otro mundo es posible" ha surgido en Francia el de "otra Europa es posible"
"La Constituci¨®n crea una dependencia grave del liberalismo", dice una pegatina de Attac
La campa?a de los colectivos alternativos parec¨ªa evocar a veces escenas de la pel¨ªcula La guerra de las galaxias. En las proclamas que ha difundido por Internet la Asociaci¨®n para la Tasaci¨®n de las Transacciones Financieras y por la Ayuda a los Ciudadanos (Attac), se habla de un grupo poderos¨ªsimo, una especie de Alianza del Mal que lucha por una Europa sin garant¨ªas sociales ni democr¨¢ticas y que la integran la rama oficial del PS, la gubernamental Uni¨®n por un Movimiento Popular, Los Verdes y los principales medios de comunicaci¨®n. Y al otro lado, los escurridizos, humildes pero llenos de energ¨ªa, militantes de Attac, una organizaci¨®n nacida en 1998, unida a la historia del Foro Social Mundial, con una estructura interna cuyas decisiones se toman siempre en asamblea, despu¨¦s de discutir, y cuyos argumentos se propagan a gran velocidad por el ciberespacio.
"El bulldozer del s¨ª est¨¢ en marcha", alerta Attac en su web. "La m¨¢quina gubernamental, que dispone de todos los medios del Estado, ha iniciado la batalla. El presidente ha pedido a todos los ministros que se impliquen en la campa?a. Y la Comisi¨®n Europea va a tirar de los fondos presupuestarios para una operaci¨®n de comunicaci¨®n a favor de la Constituci¨®n".
Frente a esos "enormes recursos medi¨¢ticos de las fuerzas neoliberales", Attac aseguraba que s¨®lo pod¨ªa contar con la movilizaci¨®n de sus simpatizantes y su solidaridad financiera. Ten¨ªan como objetivo recaudar 200.000 euros para su campa?a. "Muy poco comparado con lo empleado por los medios del s¨ª".
Y as¨ª fue. Con una mano recog¨ªan dinero de los suyos y con la otra repart¨ªan pasquines. Ayer, en Lyon -municipio que se disputa el segundo puesto junto a Marsella como ciudad m¨¢s populosa despu¨¦s de Par¨ªs-, una decena de miembros de la coordinadora preparaban en la sede de Attac el lema y la fiesta para hoy, cuando se conozcan los resultados. Era el d¨ªa oficial de reflexi¨®n. Antes de llegar a esa sede local uno pod¨ªa pensar que se iba a encontrar un nutrido grupo de j¨®venes sentados ante sus ordenadores. Pero la inmensa mayor¨ªa, excepto un militante de 25 a?os, eran pensionistas que rondaban los 60 a?os o parados de m¨¢s de 40.
Lvovschi Didi¨¦, secretario general, de 58 a?os, antiguo enfermero en un centro psiqui¨¢trico, se mostraba orgulloso de la campa?a en Lyon. "Attac ha hecho una campa?a nacional para que en cada ciudad pudi¨¦ramos conseguir 200 personas por el no. Empezamos con 200 y ahora tenemos mil firmas. Y hemos recaudado una media de 20 euros por cada firma. Hemos organizado muchos debates. Yo mismo asist¨ª a un mitin por el s¨ª que pronunciaba Michel Rocard, ex primer ministro socialista, en el Caf¨¦ de Le Cloche, con unas cien personas. Se qued¨® de piedra cuando empec¨¦ a contradecirle".
El diario Lib¨¦ration comentaba el martes en su editorial: "Es verdad que hay razones para votar no, pero estas razones no est¨¢n vinculadas con la pregunta que se hace: ?La UE necesita un sistema de decisiones a la vez m¨¢s eficaz y democr¨¢tico y con m¨¢s exigencias en materia social? La respuesta es s¨ª". Para Georges Jacquy, el presidente de Attac en la provincia de Ly¨®n, un qu¨ªmico pensionado a sus 63 a?os, la respuesta es que Europa necesita un sistema de decisiones m¨¢s democr¨¢tico. "Pero esta Constituci¨®n no lo garantiza. Si gana el s¨ª, los ciudadanos europeos tendr¨¢n menos capacidad de decisi¨®n sobre su destino".
Daniel Cohn-Bendit, icono de la Primavera del 68, asegur¨® al diario argentino La Naci¨®n: "Existe hoy la falsa idea de que el no a la Constituci¨®n es un acto revolucionario, que diciendo no, decimos no al neoliberalismo. Hay que explicar que el s¨ª a esta Constituci¨®n es darse las posibilidades de ser due?os de nuestro destino".
Entre las pegatinas que reparte Attac existe una que imita a los anuncios del Ministerio de Salud en las cajetillas de tabaco: "La Constituci¨®n crea una dependencia grave del liberalismo". ?sa es la parte l¨²dica de la campa?a, la que atrae a los j¨®venes a los conciertos y a los discursos. Pero junto a ella act¨²a la parte seria y profunda: en las librer¨ªas hay m¨¢s de siete libros escritos por miembros de Attac explicando las razones del no.
Los dirigentes de este colectivo ofrec¨ªan en Internet un glosario de "21 exigencias a la Constituci¨®n". La primera se?ala que la solidaridad debe de ser un valor y norma de la Uni¨®n a la altura de la igualdad. La segunda afirma que la igualdad entre hombres y mujeres debe ser otro valor de Europa. "La Constituci¨®n habla de promover la igualdad entre hombres y mujeres. Pero no se trata s¨®lo de promover sino de garantizar esa igualdad".
Ayer, a una distancia de dos horas en tren de alta velocidad desde Lyon, en Marsella, el presidente de la coordinadora local de Attac, Jean-Louis Marchetti, de 55 a?os, profesor de Matem¨¢ticas en bachillerato, dec¨ªa: "Internet ha sido importante. Pero aqu¨ª en Marsella lo decisivo ha sido el boca a boca. Hemos ido a todos los barrios, a decenas de f¨¢bricas y mercados a repartir octavillas. Hemos organizado festivales, excursiones campestres. Y hasta convocamos una manifestaci¨®n a la que acudieron seis mil personas".
"Esa manifestaci¨®n fue uno de los momentos m¨¢s emotivos de mi vida", indica otro miembro marsell¨¦s de Attac, Henri Saint-Jean, militante de la Liga Comunista Revolucionaria, de 54 a?os. "Aqu¨ª en Marsella hay mucha gente que vive de la Administraci¨®n. Y la Administraci¨®n est¨¢ controlada por el aparato del PS. Por eso fue un gran triunfo que acudiera tanta gente. Hab¨ªa como una fusi¨®n de los movimientos obreros de siempre con los grupos alternativos de ahora. Uno de los c¨¢nticos que m¨¢s se escuchaba era el que dec¨ªa que a partir del d¨ªa 29 vamos a seguir juntos. Por otra Europa y otro mundo posible".
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