La industria italiana pierde el pilotaje de Fiat
La empresa automovil¨ªstica hace frente a la mayor crisis de su historia centenaria
En la historia econ¨®mica mundial es dif¨ªcil encontrar ejemplos como el de Fiat. Un grupo industrial que en sus buenos tiempos, a finales de los ochenta, aportaba el 6% del producto interior bruto de su pa¨ªs, con 225.000 trabajadores, de los que 150.000 estaban en Italia, y acaparando m¨¢s de la mitad de su mercado nacional de autom¨®viles.
Durante varios a?os se alternaba con Volkswagen como primera marca en las ventas europeas. Los alemanes compraron Seat desbancando definitivamente a una Fiat que inici¨® un declive que la ha situado de momento en el sexto lugar de la lista europea, con un descenso que no ha parado: en los cinco primeros meses del a?o sus ventas se han reducido en casi el 12% respecto al mismo periodo del a?o pasado.
En los ¨²ltimos dos a?os el fabricante automovil¨ªstico italiano ha cambiado cinco veces de consejero delegado y dos de presidente
En los ¨²ltimos dos a?os han cambiado cinco veces de consejero delegado y no han conseguido enderezar unas cuentas -y lo que es peor, una actividad- que den esperanzas s¨®lidas de futuro a uno de los emblemas de la historia del automovilismo.
El punto de inflexi¨®n se inicia con el deterioro f¨ªsico de su alma m¨¢ter, Gianni Agnelli, nieto del fundador que ha llevado las riendas del grupo desde la posguerra, aunque durante sus ¨²ltimos a?os ya hab¨ªa realizado algunas apuestas que el tiempo se ha encargado de demostrar su equivocaci¨®n. Su apuesta por General Motors y no por Chrysler ante la necesidad de encontrar alianzas ha sido la m¨¢s evidente. Mientras ¨¦l viviera Fiat ser¨ªa italiana, y as¨ª ha sido. El problema es saber ahora si el precio pagado por ello ha sido muy alto y hace peligrar su supervivencia.
La salida de su ¨¢lter ego durante esa ¨²ltima ¨¦poca al frente de Fiat, Cesare Romiti, ha sido tambi¨¦n otro de los momentos que apuntan el inicio del declive.
La pol¨ªtica de compras y ventas realizadas durante los a?os noventa ha demostrado tambi¨¦n ser poco acertada. Se adquirieron algunas compa?¨ªas de componentes que no ten¨ªan un gran mercado y se desprendieron de negocios rentables en sectores como el ferrocarril, qu¨ªmico, seguro..., todo por la joya de la corona, el autom¨®vil que ya hab¨ªa iniciado un descenso de momento imparable por la falta de previsi¨®n y sobre todo de inversiones que le han hecho perder competitividad frente a unas marcas que en aquellos momentos se rearmaban para hacer frente a unas circunstancias cada vez m¨¢s duras.
Pero si resulta dif¨ªcil entender la econom¨ªa italiana sin Fiat, esta ¨²ltima es inseparable de la familia Agnelli. Y ese car¨¢cter familiar es precisamente una de las principales razones que explican su grandeza y sus miserias. Desde su nacimiento en 1989, Fiat ha aglutinado el compromiso de esta familia que dispone del 30% del capital y de su gesti¨®n. Al avocatto, muerto en 2002, le sustituy¨® su hermano Humberto, que apenas tuvo tiempo de girar la pol¨ªtica industrial del grupo, ya que muri¨® 15 meses despu¨¦s. Los herederos directos de ambos han muerto tambi¨¦n y hoy son el ahijado de Gianni Agnelli, Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Fiat, de Ferrari y de la patronal italiana Cofindustria, junto con el vicepresidente de Fiat, hijo de Margherita Agnelli, John Elkann, los que sujetan las riendas del grupo, con un consejero delegado que trata de aprovechar el r¨ªo revuelto del buen gobierno que se extiende por las compa?¨ªas europeas. El pasado viernes se anunciaba la ampliaci¨®n a 15 miembros del consejo de administraci¨®n con el anuncio de que estar¨¢ integrado por una mayor¨ªa de independientes, con la incorporaci¨®n de Gian Mar¨ªa Gros-Pietro, Vittorio Mincato y Mario Zibettie a partir del pr¨®ximo d¨ªa 23.
Delante tendr¨¢n una dura tarea con grandes escollos como el cobro de los 550 millones de euros pendientes del acuerdo con General Motors, que tampoco se encuentra muy boyante; la posibilidad de que los ocho bancos acreedores de una deuda emitida en 2002 por valor de 3.000 millones de euros decidan convertir ¨¦sta en acciones el pr¨®ximo oto?o; su evoluci¨®n en Bolsa con sustos como el del pasado 18 de abril, que registr¨® una ca¨ªda del 11,28%, hasta situarse en 4,45 euros el valor de la acci¨®n; o los previsibles conflictos laborales ante nuevos ajustes que habr¨¢n de sumarse a los 8.100 empleos afectados y a los que el propio primer ministro, Silvio Berlusconi, aconsej¨® completar sus ingresos con alguna ocupaci¨®n complementaria incluso "no oficial".
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