El debate sobre el estado de la ciudad ahonda la sima entre el alcalde y la oposici¨®n en Vitoria
Alonso acusa a los dem¨¢s partidos de bloquear proyectos b¨¢sicos para la ciudad
El debate anual sobre el estado de la ciudad celebrado ayer dej¨® patente la falta de apoyos del Partido Popular para gobernar en Vitoria. El primer Alarde que celebraba la ciudad de Ir¨²n tras aprobarse la ley de Igualdad concluy¨® ayer con incidentes. Defensores del alarde tradicional, que proh¨ªbe a las mujeres participar como soldados, agredi¨®, insult¨® y amenaz¨® a una compa?¨ªa mixta cuando ¨¦sta estaba finalizando su recorrido.Sin embargo, a la vez que hac¨ªa su obligada oferta debido a la minor¨ªa en la que se encuentra, fustig¨® al resto de partidos al acusarles de "no creer en la ciudad" y de moverse por razones partidistas. La oposici¨®n reaccion¨® de manera un¨¢nime al destacar "la soledad" en que se ha quedado el PP.
Vitoria repasa una vez al a?o la actualidad municipal por medio de un debate general. Ayer le toc¨® hablar al alcalde y hoy ser¨¢n los portavoces de los grupos de oposici¨®n los que respondan. Alonso se complic¨® un poco m¨¢s su futuro para los dos a?os de mandato que le quedan al endurecer las cr¨ªticas a la oposici¨®n. Sus reproches se centraron fundamentalmente en dos cuestiones: el bloqueo que en su opini¨®n han impuesto los dem¨¢s partidos al proyecto del Auditorio y al soterramiento del tren a su paso por la ciudad.
El tono del discurso denot¨® que Alonso es plenamente consciente del desasosiego y la desilusi¨®n que se ha instalado en una parte de la ciudadan¨ªa, que culpa a los pol¨ªticos de la par¨¢lisis que sufren los principales proyectos. "Se extiende por Vitoria un hast¨ªo ciudadano y aumenta el descr¨¦dito de la clase pol¨ªtica local. As¨ª no se puede seguir. Los vitorianos nos exigen una rectificaci¨®n".
El alcalde, que gobierna en minor¨ªa con nueve concejales sobre un total de 27, plante¨® "un proceso de di¨¢logo" sosegado y profundo que permita "encontrar lo mejor" para la ciudad. Invit¨® a superar las profundas diferencias, pero record¨® que muchas de ellas se deben a la actitud de la oposici¨®n que concibe los debates que se proponen en las diferentes comisiones como "foros para el desgaste y la cr¨ªtica de cualquier acci¨®n del gobierno".
Tras la intervenci¨®n del alcalde, que dur¨® 90 minutos, los portavoces de los grupos de oposici¨®n hicieron un balance de urgencia sobre el discurso. Mikel Mart¨ªnez, del PNV, anunci¨® que tras lo escuchado va resultar "dif¨ªcil llegar a entendimientos". "Alonso elige el camino de la confrontaci¨®n y de la soledad. El tiempo se agota y esto cada vez va a peor [la convivencia en el Ayuntamiento y el futuro de la ciudad]". Para Juan Carlos Alonso, del PSE, Alonso realiz¨® un ejercicio de "cinismo" y de falta de generosidad al arrogarse el m¨¦rito de todas las iniciativas que salen adelante. "La realidad es que el alcalde est¨¢ en minor¨ªa y que el 98% de los asuntos se aprueban por unanimidad, gracias al esfuerzo de la oposici¨®n".
El portavoz de Ezker Batua-Izquierda Unida, Jos¨¦ Navas, incluso llev¨® el desacuerdo de su formaci¨®n con la gesti¨®n del alcalde a pedir apoyos al resto de partidos de la oposici¨®n para presentar una moci¨®n de censura. "Los dos concejales de Ezker Batua se sumar¨¢n a esa moci¨®n si la presenta alg¨²n partido. Se trata de una exigencia democr¨¢tica porque Vitoria necesita vislumbrar un futuro y con Alonso no hay ninguno posible". Desde Eusko Alkartasuna, Antxon Belakortu reproch¨® al alcalde su forma de entender la democracia. "Cuando el alcalde saca un proyecto con el apoyo de los partidos y est¨¢ en mayor¨ªa es democracia, pero cuando la oposici¨®n rechaza sus iniciativas es un veto".
Auditorio encallado
A la hora de hacer el balance de su gesti¨®n, Alonso transmiti¨® la idea de que la ciudad avanza. En la pol¨ªtica de vivienda, la peatonalizaci¨®n de las calles, la gesti¨®n del tr¨¢fico y todo lo relacionado con la gesti¨®n medioambiental hay cierta sinton¨ªa entre el gobierno y la oposici¨®n. Pero en los dos retos m¨¢s ambiciosos y que, probablemente, cambiar¨¢n la fisonom¨ªa de la ciudad de salir adelante, no hay posibilidad de acuerdo.
Por una parte, est¨¢ el Auditorio. La oposici¨®n ha rechazado el emplazamiento que hab¨ªa previsto Alonso para esta infraestructura y le ha propuesto otro diferente, lo que ha provocado una importante crisis. El gobierno ha gastado tres millones de euros en un proyecto que ya tiene listo para contratar, pero la oposici¨®n en bloque ha dicho que no a la ubicaci¨®n. "El proyecto est¨¢ guardado en los cajones del Ayuntamiento, condenado al olvido. Una mayor¨ªa de ustedes [por la oposici¨®n] ha impuesto su veto", acus¨® el alcalde. "Alonso pedalea en solitario y por un camino equivocado", le replic¨® el portavoz del PSE.
El otro asunto vital para Vitoria es el soterramiento del ferrocarril, lo que liberar¨ªa un corredor urban¨ªstico muy importante. Alonso culp¨® a los desencuentros entre los gobiernos vasco y central de la par¨¢lisis de un proyecto que se eterniza. Desde la oposici¨®n le reprocharon su falta de inter¨¦s en constituir una sociedad donde est¨¦n representados todos los partidos locales para defender mejor los intereses de las ciudad ante las instituciones que est¨¢n implicadas.
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