Hiroshima, capital de la paz
Pacifistas de todo el mundo llegan a Jap¨®n para conmemorarel bombardeo de 1945 y pedir el fin de las armas nucleares
Representantes de gobiernos, ONG y movimientos pacifistas internacionales se han citado estos d¨ªas en Hiroshima para conmemorar el 60? aniversario del lanzamiento de la primera bomba at¨®mica y hacer un llamamiento global a la eliminaci¨®n de las armas nucleares. Miles de hibakusha (t¨¦rmino para referirse a los supervivientes sin ofender a los muertos, que significa personas afectadas por la explosi¨®n) participan en la Conferencia Mundial Contra las Bombas At¨®micas y de Hidr¨®geno, que comenz¨® el martes y concluir¨¢ el martes pr¨®ximo en Nagasaki, ciudad que tambi¨¦n fue castigada por Estados Unidos a sufrir el horror de una explosi¨®n nuclear.
La conferencia quiere combatir la tesis, propagada por Washington durante d¨¦cadas, de que las explosiones at¨®micas salvaron la vida de muchos soldados aliados. "Cualquier apoyo a las armas nucleares es inmoral por el ilimitado sufrimiento que genera a sus v¨ªctimas", subray¨® Hiroshi Taka, de 61 a?os y secretario general de la conferencia.
Al final de 1945, entre 140.000 y 150.000 personas hab¨ªan muerto en Hiroshima a consecuencia de la bomba lanzada por el B-29 estadounidense Enola Gay, a las 8.15 (hora local) del 6 de agosto de ese a?o, sobre la cl¨ªnica Shima, en el coraz¨®n de una ciudad de 300.000 habitantes. Seis d¨¦cadas despu¨¦s, Hiroshima logr¨® levantarse de las cenizas. Hoy es una de las urbes m¨¢s din¨¢micas de Jap¨®n.
A¨²n permanecen vivos 267.000 afectados, entre Hiroshima y Nagasaki, por las bombas at¨®micas. Sus dram¨¢ticos testimonios se alternaban ayer con encendidos llamamientos a la paz y el desarme total. El egipcio Mohamed Ezeldin Abdelmoneim, representante de la Liga ?rabe, destac¨® que el terrorismo ha hecho caer en el olvido la amenaza nuclear, cuando es evidente que estas armas no lo previenen sino que aumentan el riesgo de que los terroristas se hagan con tecnolog¨ªa nuclear.
La brit¨¢nica Rae Street, de la ONG Campa?a Para el Desarme Nuclear, destac¨® que es necesaria la movilizaci¨®n ciudadana y la educaci¨®n desde la escuela para impedir que EE UU y Reino Unido lleven a cabo su proyecto de fabricar mini bombas at¨®micas, que aunque son de potencia menor siguen siendo "un arma abominable".
"La tragedia de Jap¨®n, tanto como ocupante que como ocupado, no se debe repetir", se?al¨® Taka, que se mostr¨® contrario, "hasta que Tokio no asuma la barbarie de su pasado militarista", a la posibilidad de que este pa¨ªs se convierta en miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Taka asegura que su objetivo es conseguir que esta conferencia pida a la ONU una mayor implicaci¨®n en el desarme nuclear y en la paz. Seg¨²n Taka, lo importante no es la reforma del Consejo de Seguridad sino conseguir que la ONU cumpla sus principios fundacionales de luchar contra la guerra y por el desarme.
Millones de grullas de papel (orizuru) cuelgan en guirnaldas de colores en los distintos monumentos que alberga la explanada del parque de la Paz. Colegiales de todo Jap¨®n participan en los actos conmemorativos para que las nuevas generaciones no olviden el horror de la guerra. Todos llegan con orizuru para colgar en el monumento a Sadako Sasaki, la ni?a que enferm¨® de leucemia a los 10 a?os tras su exposici¨®n a la radiaci¨®n de la bomba. Sadako cre¨ªa que si hac¨ªa 1.000 orizuru, s¨ªmbolo de felicidad y longevidad, recuperar¨ªa su salud, pero muri¨® antes de cumplir su objetivo, que realizaron sus compa?eras de colegio.
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