"Nuestro Estatuto apura los l¨ªmites constitucionales"
Pregunta. ?Por qu¨¦ modelo territorial apuesta el texto valenciano?
Respuesta. Por un autonomismo cooperativo, una voluntad inequ¨ªvoca de establecer cauces de cooperaci¨®n con el resto de autonom¨ªas y con el propio Estado de manera que avancemos en el paso de la Espa?a de las autonom¨ªas a un Estado auton¨®mico.
P. Les han llovido cr¨ªticas de todos los partidos, tambi¨¦n del PSOE tras el pacto. Les han acusado de poco ambiciosos.
R. Sin embargo, nosotros estamos satisfechos porque la reforma refleja el papel que los valencianos quieren jugar en Espa?a y tambi¨¦n una forma de entender la pol¨ªtica desde el di¨¢logo, el consenso y un espacio amplio de convivencia. No es una reforma que quiera marcar el camino a nadie, es el Estatuto que permite que todo el mundo pueda, de acuerdo a sus circunstancias, desarrollar su autogobierno y sentirse a gusto. Adem¨¢s ofrece una imagen de Espa?a normalizada, en la que sinti¨¦ndonos valencianos nadie pueda pensar que contribuimos a destrozarla. Es un reflejo de lo que tendr¨ªa que ser el proceso auton¨®mico.
"[Los derechos hist¨®ricos] generan desconfianza cuando se quieren aprovechar para consolidar privilegios con respecto a otros"
"No aceptamos que la financiaci¨®n de una comunidad se negocie de manera bilateral y se pueda imponer desde un Estatuto al resto"
"Habl¨¦ con Zapatero de la conveniencia, dado lo avanzado del proceso, de hacerlo al margen de otros. Me dijo que adelante"
P. La menci¨®n a los derechos hist¨®ricos despierta siempre recelos. ?A qu¨¦ se refiere la reforma valenciana cuando se refiere a ellos?
R. Este concepto genera desconfianza cuando quieren aprovecharlo para consolidar privilegios y diferencias con respecto a otros territorios. Y ¨¦sa no es la clave de los derechos hist¨®ricos que reivindica el Estatuto valenciano. Nuestro derecho foral es una de las grandes joyas que nuestros antepasados nos dejaron, un derecho civil que se ha mantenido en el tiempo y que tiene que ser considerado. Los derechos hist¨®ricos valen siempre y cuando aquello que se quiera actualizar y recuperar est¨¦ dentro de la Constituci¨®n. No valen para consolidar privilegios.
P. Han presentado la reforma tambi¨¦n como una especie de ajuste de cuentas con el pasado, por lo que no pudo ser en 1982, fecha del primer Estatuto.
R. Cerramos la puerta a lo que durante bastante tiempo muchos valencianos vivieron como una gran frustraci¨®n. Fue una generaci¨®n que al grito de "Llibertat, amnistia y Estatut d'Autonomia" sali¨® a la calle porque deseaba que nuestro pueblo volviese a situarse en igualdad de condiciones con las nacionalidades hist¨®ricas por cultura, tradici¨®n y lengua propias. Entonces hubo un retroceso en la fase final de la negociaci¨®n provocado por esa visi¨®n antigua y arcaica de la derecha valenciana.
P. ?Qu¨¦ destaca del texto pactado con el PP?
R. La capacidad del presidente de la Generalitat Valenciana de disolver las Cortes y convocar elecciones, la capacidad de igualar el techo competencial con otras autonom¨ªas o que el valenciano se recoja como lengua propia.
P. ?Qu¨¦ pensaba cuando escuchaba a dirigentes pol¨ªticos del PSOE, como Alfonso Guerra, expresar sus dudas acerca de la constitucionalidad del texto, mientras pol¨ªticos como Josep Piqu¨¦, del PP, lo defend¨ªan?
R. ?ste es un Estatuto marcadamente constitucional. Se alimenta en sus esencias de la Constituci¨®n, as¨ª lo han entendido todos aquellos que nos han asesorado. M¨¢s all¨¢ de estas consideraciones: querer ser juez del Constitucional siendo responsable pol¨ªtico no es lo mejor. Las opiniones son libres, pero ¨¦ste es un Estatuto que no rompe el marco constitucional, sino que le da solidez y traslada a los ciudadanos que la reforma es posible. Dicho esto, el PSOE siempre se ha distinguido por tener gran riqueza y capacidad de aportar ideas al debate.
P. El texto abre la puerta a la descentralizaci¨®n judicial y tributaria siempre y cuando se modifiquen las leyes org¨¢nicas. En realidad hablamos de potencialidades.
R. Son dos l¨ªneas pensadas para consolidar la capacidad auton¨®mica y prestar mejores servicios a los ciudadanos. Que los valencianos tengan en el Tribunal Superior de Justicia el ¨²ltimo recurso, salvo en los casos de unificaci¨®n de doctrina, es un avance para evitar la situaci¨®n de colapso. Tambi¨¦n es bueno disponer de un servicio tributario para gestionar de manera m¨¢s eficiente los tributos cedidos y cooperar con la Administraci¨®n central.
P. ?Qu¨¦ puede aportar este texto a la negociaci¨®n del Estatuto catal¨¢n?
R. Pueden tener un ejemplo de consenso y di¨¢logo. Nuestro Estatuto apura los l¨ªmites constitucionales para tener mejor autogobierno. Pero como ya he dicho, ¨¦ste no es un Estatuto exportable. Los catalanes tienen una realidad econ¨®mica y sobre todo pol¨ªtica diferente a la nuestra, y el encaje de esa realidad es lo que tendr¨¢ que reflejarse en el suyo, que a mi modo de ver dar¨¢ solidez a lo que es el espacio de Catalu?a como naci¨®n dentro y no al margen de Espa?a. ?se es el esfuerzo que est¨¢n haciendo el president Maragall y el PSC. Todos tendr¨¢n que ser corresponsables en el proceso y hay algunos que no est¨¢n si¨¦ndolo.
P. ?Qu¨¦ opina de la propuesta de financiaci¨®n catalana?
R. Es distinta a la valenciana. Nuestro modelo se inspira en la idea de no ser m¨¢s que nadie, pero tampoco menos. No aceptamos que la financiaci¨®n de una comunidad aut¨®noma se negocie de manera bilateral y se pueda imponer desde un Estatuto al resto de comunidades aut¨®nomas. Entendemos que los recursos a repartir, m¨¢s all¨¢ de la autonom¨ªa fiscal que tenga cada uno, tienen que negociarse de forma multilateral y en igualdad de condiciones.
P. ?Habr¨¢ muchas enmiendas al texto?
R. Las Cortes Generales tienen legitimidad en el seno del debate de enmendar y no hay que dramatizar. Se puede y se debe enmendar, ya que hay mejoras t¨¦cnicas que nosotros mismos hemos visto adecuadas. En todo caso, la idea central es que las enmiendas sean todas pactadas.
P. Los cr¨ªticos con esta reforma han dicho que fueron Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy los que establecieron los l¨ªmites de este proyecto. ?Algo que decir?
R. Con el se?or Zapatero no he tenido nunca ning¨²n problema porque es una persona de fuertes convicciones autonomistas. Cuando yo le plante¨¦ a Zapatero la necesidad de la reforma todav¨ªa era presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana. Y recuerdo que en una reuni¨®n con el entonces secretario general del PP, Javier Arenas, y el propio Zaplana, el se?or Rodr¨ªguez Zapatero defendi¨® nuestra posici¨®n porque la entend¨ªa perfectamente. Lo ¨²ltimo que habl¨¦ con ¨¦l sobre este tema era la conveniencia o no, dado lo avanzado del proceso valenciano, de hacelo al margen de otros procesos auton¨®micos. Me dijo que adelante porque entendi¨® que era bueno para los valencianos y tambi¨¦n para ir avanzando en la Espa?a que todos deseamos.
P. En un principio se pens¨® que el Estatuto catal¨¢n ser¨ªa el primero en pactarse, pero ha sido el valenciano. De alg¨²n modo han marcado el camino al resto.
R. Repito que se equivocan los que piensen que el proyecto de reforma valenciano es exportable, o el modelo a seguir. Se equivocan en el propio PP si creen que es exportable al resto. Nosotros situamos al PP en el debate de la normalidad de un proceso de reformas en el que no cre¨ªan. ?Qu¨¦ ha supuesto en este contexto el pacto valenciano? Que el PP entrase en ese proceso con naturalidad y normalidad, pero tienen que entender que ¨¦ste no es un modelo exportable; se equivocar¨ªan.
P. La reforma incluye una menci¨®n expresa al derecho de todos los valencianos al agua. En este sentido, ?qu¨¦ le pareci¨® la propuesta del presidente de Arag¨®n sobre al r¨ªo Ebro?
R. El PSPV entiende que una comunidad aut¨®noma reivindique en su Estatuto el derecho a utilizar el agua, pero es un aut¨¦ntico desprop¨®sito decir que se blinda un r¨ªo. Ni constitucionalmente ni pol¨ªticamente es admisible.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con la llamada cl¨¢usula Camps?
R. Es inocua tal y como est¨¢ redactada. Nosotros no la hubi¨¦semos colocado, porque de todas maneras para equipararse con otras comunidades habr¨¢ que iniciar otra reforma. El PP se empe?¨®, Camps se empe?¨® y es fruto de la negociaci¨®n.Pregunta. ?Por qu¨¦ modelo territorial apuesta el texto valenciano?
Respuesta. Por un autonomismo cooperativo, una voluntad inequ¨ªvoca de establecer cauces de cooperaci¨®n con el resto de autonom¨ªas y con el propio Estado de manera que avancemos en el paso de la Espa?a de las autonom¨ªas a un Estado auton¨®mico.
P. Les han llovido cr¨ªticas de todos los partidos, tambi¨¦n del PSOE tras el pacto. Les han acusado de poco ambiciosos.
R. Sin embargo, nosotros estamos satisfechos porque la reforma refleja el papel que los valencianos quieren jugar en Espa?a y tambi¨¦n una forma de entender la pol¨ªtica desde el di¨¢logo, el consenso y un espacio amplio de convivencia. No es una reforma que quiera marcar el camino a nadie, es el Estatuto que permite que todo el mundo pueda, de acuerdo a sus circunstancias, desarrollar su autogobierno y sentirse a gusto. Adem¨¢s ofrece una imagen de Espa?a normalizada, en la que sinti¨¦ndonos valencianos nadie pueda pensar que contribuimos a destrozarla. Es un reflejo de lo que tendr¨ªa que ser el proceso auton¨®mico.
P. La menci¨®n a los derechos hist¨®ricos despierta siempre recelos. ?A qu¨¦ se refiere la reforma valenciana cuando se refiere a ellos?
R. Este concepto genera desconfianza cuando quieren aprovecharlo para consolidar privilegios y diferencias con respecto a otros territorios. Y ¨¦sa no es la clave de los derechos hist¨®ricos que reivindica el Estatuto valenciano. Nuestro derecho foral es una de las grandes joyas que nuestros antepasados nos dejaron, un derecho civil que se ha mantenido en el tiempo y que tiene que ser considerado. Los derechos hist¨®ricos valen siempre y cuando aquello que se quiera actualizar y recuperar est¨¦ dentro de la Constituci¨®n. No valen para consolidar privilegios.
P. Han presentado la reforma tambi¨¦n como una especie de ajuste de cuentas con el pasado, por lo que no pudo ser en 1982, fecha del primer Estatuto.
R. Cerramos la puerta a lo que durante bastante tiempo muchos valencianos vivieron como una gran frustraci¨®n. Fue una generaci¨®n que al grito de "Llibertat, amnistia y Estatut d'Autonomia" sali¨® a la calle porque deseaba que nuestro pueblo volviese a situarse en igualdad de condiciones con las nacionalidades hist¨®ricas por cultura, tradici¨®n y lengua propias. Entonces hubo un retroceso en la fase final de la negociaci¨®n provocado por esa visi¨®n antigua y arcaica de la derecha valenciana.
P. ?Qu¨¦ destaca del texto pactado con el PP?
R. La capacidad del presidente de la Generalitat Valenciana de disolver las Cortes y convocar elecciones, la capacidad de igualar el techo competencial con otras autonom¨ªas o que el valenciano se recoja como lengua propia.
P. ?Qu¨¦ pensaba cuando escuchaba a dirigentes pol¨ªticos del PSOE, como Alfonso Guerra, expresar sus dudas acerca de la constitucionalidad del texto, mientras pol¨ªticos como Josep Piqu¨¦, del PP, lo defend¨ªan?
R. ?ste es un Estatuto marcadamente constitucional. Se alimenta en sus esencias de la Constituci¨®n, as¨ª lo han entendido todos aquellos que nos han asesorado. M¨¢s all¨¢ de estas consideraciones: querer ser juez del Constitucional siendo responsable pol¨ªtico no es lo mejor. Las opiniones son libres, pero ¨¦ste es un Estatuto que no rompe el marco constitucional, sino que le da solidez y traslada a los ciudadanos que la reforma es posible. Dicho esto, el PSOE siempre se ha distinguido por tener gran riqueza y capacidad de aportar ideas al debate.
P. El texto abre la puerta a la descentralizaci¨®n judicial y tributaria siempre y cuando se modifiquen las leyes org¨¢nicas. En realidad hablamos de potencialidades.
R. Son dos l¨ªneas pensadas para consolidar la capacidad auton¨®mica y prestar mejores servicios a los ciudadanos. Que los valencianos tengan en el Tribunal Superior de Justicia el ¨²ltimo recurso, salvo en los casos de unificaci¨®n de doctrina, es un avance para evitar la situaci¨®n de colapso. Tambi¨¦n es bueno disponer de un servicio tributario para gestionar de manera m¨¢s eficiente los tributos cedidos y cooperar con la Administraci¨®n central.
P. ?Qu¨¦ puede aportar este texto a la negociaci¨®n del Estatuto catal¨¢n?
R. Pueden tener un ejemplo de consenso y di¨¢logo. Nuestro Estatuto apura los l¨ªmites constitucionales para tener mejor autogobierno. Pero como ya he dicho, ¨¦ste no es un Estatuto exportable. Los catalanes tienen una realidad econ¨®mica y sobre todo pol¨ªtica diferente a la nuestra, y el encaje de esa realidad es lo que tendr¨¢ que reflejarse en el suyo, que a mi modo de ver dar¨¢ solidez a lo que es el espacio de Catalu?a como naci¨®n dentro y no al margen de Espa?a. ?se es el esfuerzo que est¨¢n haciendo el president Maragall y el PSC. Todos tendr¨¢n que ser corresponsables en el proceso y hay algunos que no est¨¢n si¨¦ndolo.
P. ?Qu¨¦ opina de la propuesta de financiaci¨®n catalana?
R. Es distinta a la valenciana. Nuestro modelo se inspira en la idea de no ser m¨¢s que nadie, pero tampoco menos. No aceptamos que la financiaci¨®n de una comunidad aut¨®noma se negocie de manera bilateral y se pueda imponer desde un Estatuto al resto de comunidades aut¨®nomas. Entendemos que los recursos a repartir, m¨¢s all¨¢ de la autonom¨ªa fiscal que tenga cada uno, tienen que negociarse de forma multilateral y en igualdad de condiciones.
P. ?Habr¨¢ muchas enmiendas al texto?
R. Las Cortes Generales tienen legitimidad en el seno del debate de enmendar y no hay que dramatizar. Se puede y se debe enmendar, ya que hay mejoras t¨¦cnicas que nosotros mismos hemos visto adecuadas. En todo caso, la idea central es que las enmiendas sean todas pactadas.
P. Los cr¨ªticos con esta reforma han dicho que fueron Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy los que establecieron los l¨ªmites de este proyecto. ?Algo que decir?
R. Con el se?or Zapatero no he tenido nunca ning¨²n problema porque es una persona de fuertes convicciones autonomistas. Cuando yo le plante¨¦ a Zapatero la necesidad de la reforma todav¨ªa era presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana. Y recuerdo que en una reuni¨®n con el entonces secretario general del PP, Javier Arenas, y el propio Zaplana, el se?or Rodr¨ªguez Zapatero defendi¨® nuestra posici¨®n porque la entend¨ªa perfectamente. Lo ¨²ltimo que habl¨¦ con ¨¦l sobre este tema era la conveniencia o no, dado lo avanzado del proceso valenciano, de hacelo al margen de otros procesos auton¨®micos. Me dijo que adelante porque entendi¨® que era bueno para los valencianos y tambi¨¦n para ir avanzando en la Espa?a que todos deseamos.
P. En un principio se pens¨® que el Estatuto catal¨¢n ser¨ªa el primero en pactarse, pero ha sido el valenciano. De alg¨²n modo han marcado el camino al resto.
R. Repito que se equivocan los que piensen que el proyecto de reforma valenciano es exportable, o el modelo a seguir. Se equivocan en el propio PP si creen que es exportable al resto. Nosotros situamos al PP en el debate de la normalidad de un proceso de reformas en el que no cre¨ªan. ?Qu¨¦ ha supuesto en este contexto el pacto valenciano? Que el PP entrase en ese proceso con naturalidad y normalidad, pero tienen que entender que ¨¦ste no es un modelo exportable; se equivocar¨ªan.
P. La reforma incluye una menci¨®n expresa al derecho de todos los valencianos al agua. En este sentido, ?qu¨¦ le pareci¨® la propuesta del presidente de Arag¨®n sobre al r¨ªo Ebro?
R. El PSPV entiende que una comunidad aut¨®noma reivindique en su Estatuto el derecho a utilizar el agua, pero es un aut¨¦ntico desprop¨®sito decir que se blinda un r¨ªo. Ni constitucionalmente ni pol¨ªticamente es admisible.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con la llamada cl¨¢usula Camps?
R. Es inocua tal y como est¨¢ redactada. Nosotros no la hubi¨¦semos colocado, porque de todas maneras para equipararse con otras comunidades habr¨¢ que iniciar otra reforma. El PP se empe?¨®, Camps se empe?¨® y es fruto de la negociaci¨®n.Pregunta. ?Por qu¨¦ modelo territorial apuesta el texto valenciano?
Respuesta. Por un autonomismo cooperativo, una voluntad inequ¨ªvoca de establecer cauces de cooperaci¨®n con el resto de autonom¨ªas y con el propio Estado de manera que avancemos en el paso de la Espa?a de las autonom¨ªas a un Estado auton¨®mico.
P. Les han llovido cr¨ªticas de todos los partidos, tambi¨¦n del PSOE tras el pacto. Les han acusado de poco ambiciosos.
R. Sin embargo, nosotros estamos satisfechos porque la reforma refleja el papel que los valencianos quieren jugar en Espa?a y tambi¨¦n una forma de entender la pol¨ªtica desde el di¨¢logo, el consenso y un espacio amplio de convivencia. No es una reforma que quiera marcar el camino a nadie, es el Estatuto que permite que todo el mundo pueda, de acuerdo a sus circunstancias, desarrollar su autogobierno y sentirse a gusto. Adem¨¢s ofrece una imagen de Espa?a normalizada, en la que sinti¨¦ndonos valencianos nadie pueda pensar que contribuimos a destrozarla. Es un reflejo de lo que tendr¨ªa que ser el proceso auton¨®mico.
P. La menci¨®n a los derechos hist¨®ricos despierta siempre recelos. ?A qu¨¦ se refiere la reforma valenciana cuando se refiere a ellos?
R. Este concepto genera desconfianza cuando quieren aprovecharlo para consolidar privilegios y diferencias con respecto a otros territorios. Y ¨¦sa no es la clave de los derechos hist¨®ricos que reivindica el Estatuto valenciano. Nuestro derecho foral es una de las grandes joyas que nuestros antepasados nos dejaron, un derecho civil que se ha mantenido en el tiempo y que tiene que ser considerado. Los derechos hist¨®ricos valen siempre y cuando aquello que se quiera actualizar y recuperar est¨¦ dentro de la Constituci¨®n. No valen para consolidar privilegios.
P. Han presentado la reforma tambi¨¦n como una especie de ajuste de cuentas con el pasado, por lo que no pudo ser en 1982, fecha del primer Estatuto.
R. Cerramos la puerta a lo que durante bastante tiempo muchos valencianos vivieron como una gran frustraci¨®n. Fue una generaci¨®n que al grito de "Llibertat, amnistia y Estatut d'Autonomia" sali¨® a la calle porque deseaba que nuestro pueblo volviese a situarse en igualdad de condiciones con las nacionalidades hist¨®ricas por cultura, tradici¨®n y lengua propias. Entonces hubo un retroceso en la fase final de la negociaci¨®n provocado por esa visi¨®n antigua y arcaica de la derecha valenciana.
P. ?Qu¨¦ destaca del texto pactado con el PP?
R. La capacidad del presidente de la Generalitat Valenciana de disolver las Cortes y convocar elecciones, la capacidad de igualar el techo competencial con otras autonom¨ªas o que el valenciano se recoja como lengua propia.
P. ?Qu¨¦ pensaba cuando escuchaba a dirigentes pol¨ªticos del PSOE, como Alfonso Guerra, expresar sus dudas acerca de la constitucionalidad del texto, mientras pol¨ªticos como Josep Piqu¨¦, del PP, lo defend¨ªan?
R. ?ste es un Estatuto marcadamente constitucional. Se alimenta en sus esencias de la Constituci¨®n, as¨ª lo han entendido todos aquellos que nos han asesorado. M¨¢s all¨¢ de estas consideraciones: querer ser juez del Constitucional siendo responsable pol¨ªtico no es lo mejor. Las opiniones son libres, pero ¨¦ste es un Estatuto que no rompe el marco constitucional, sino que le da solidez y traslada a los ciudadanos que la reforma es posible. Dicho esto, el PSOE siempre se ha distinguido por tener gran riqueza y capacidad de aportar ideas al debate.
P. El texto abre la puerta a la descentralizaci¨®n judicial y tributaria siempre y cuando se modifiquen las leyes org¨¢nicas. En realidad hablamos de potencialidades.
R. Son dos l¨ªneas pensadas para consolidar la capacidad auton¨®mica y prestar mejores servicios a los ciudadanos. Que los valencianos tengan en el Tribunal Superior de Justicia el ¨²ltimo recurso, salvo en los casos de unificaci¨®n de doctrina, es un avance para evitar la situaci¨®n de colapso. Tambi¨¦n es bueno disponer de un servicio tributario para gestionar de manera m¨¢s eficiente los tributos cedidos y cooperar con la Administraci¨®n central.
P. ?Qu¨¦ puede aportar este texto a la negociaci¨®n del Estatuto catal¨¢n?
R. Pueden tener un ejemplo de consenso y di¨¢logo. Nuestro Estatuto apura los l¨ªmites constitucionales para tener mejor autogobierno. Pero como ya he dicho, ¨¦ste no es un Estatuto exportable. Los catalanes tienen una realidad econ¨®mica y sobre todo pol¨ªtica diferente a la nuestra, y el encaje de esa realidad es lo que tendr¨¢ que reflejarse en el suyo, que a mi modo de ver dar¨¢ solidez a lo que es el espacio de Catalu?a como naci¨®n dentro y no al margen de Espa?a. ?se es el esfuerzo que est¨¢n haciendo el president Maragall y el PSC. Todos tendr¨¢n que ser corresponsables en el proceso y hay algunos que no est¨¢n si¨¦ndolo.
P. ?Qu¨¦ opina de la propuesta de financiaci¨®n catalana?
R. Es distinta a la valenciana. Nuestro modelo se inspira en la idea de no ser m¨¢s que nadie, pero tampoco menos. No aceptamos que la financiaci¨®n de una comunidad aut¨®noma se negocie de manera bilateral y se pueda imponer desde un Estatuto al resto de comunidades aut¨®nomas. Entendemos que los recursos a repartir, m¨¢s all¨¢ de la autonom¨ªa fiscal que tenga cada uno, tienen que negociarse de forma multilateral y en igualdad de condiciones.
P. ?Habr¨¢ muchas enmiendas al texto?
R. Las Cortes Generales tienen legitimidad en el seno del debate de enmendar y no hay que dramatizar. Se puede y se debe enmendar, ya que hay mejoras t¨¦cnicas que nosotros mismos hemos visto adecuadas. En todo caso, la idea central es que las enmiendas sean todas pactadas.
P. Los cr¨ªticos con esta reforma han dicho que fueron Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy los que establecieron los l¨ªmites de este proyecto. ?Algo que decir?
R. Con el se?or Zapatero no he tenido nunca ning¨²n problema porque es una persona de fuertes convicciones autonomistas. Cuando yo le plante¨¦ a Zapatero la necesidad de la reforma todav¨ªa era presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana. Y recuerdo que en una reuni¨®n con el entonces secretario general del PP, Javier Arenas, y el propio Zaplana, el se?or Rodr¨ªguez Zapatero defendi¨® nuestra posici¨®n porque la entend¨ªa perfectamente. Lo ¨²ltimo que habl¨¦ con ¨¦l sobre este tema era la conveniencia o no, dado lo avanzado del proceso valenciano, de hacelo al margen de otros procesos auton¨®micos. Me dijo que adelante porque entendi¨® que era bueno para los valencianos y tambi¨¦n para ir avanzando en la Espa?a que todos deseamos.
P. En un principio se pens¨® que el Estatuto catal¨¢n ser¨ªa el primero en pactarse, pero ha sido el valenciano. De alg¨²n modo han marcado el camino al resto.
R. Repito que se equivocan los que piensen que el proyecto de reforma valenciano es exportable, o el modelo a seguir. Se equivocan en el propio PP si creen que es exportable al resto. Nosotros situamos al PP en el debate de la normalidad de un proceso de reformas en el que no cre¨ªan. ?Qu¨¦ ha supuesto en este contexto el pacto valenciano? Que el PP entrase en ese proceso con naturalidad y normalidad, pero tienen que entender que ¨¦ste no es un modelo exportable; se equivocar¨ªan.
P. La reforma incluye una menci¨®n expresa al derecho de todos los valencianos al agua. En este sentido, ?qu¨¦ le pareci¨® la propuesta del presidente de Arag¨®n sobre al r¨ªo Ebro?
R. El PSPV entiende que una comunidad aut¨®noma reivindique en su Estatuto el derecho a utilizar el agua, pero es un aut¨¦ntico desprop¨®sito decir que se blinda un r¨ªo. Ni constitucionalmente ni pol¨ªticamente es admisible.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con la llamada cl¨¢usula Camps?
R. Es inocua tal y como est¨¢ redactada. Nosotros no la hubi¨¦semos colocado, porque de todas maneras para equipararse con otras comunidades habr¨¢ que iniciar otra reforma. El PP se empe?¨®, Camps se empe?¨® y es fruto de la negociaci¨®n.Joan Ignasi Pla / Secretario general del Partit Socialista del Pa¨ªs Valenci¨¤
Ocupa la secretar¨ªa general del Partit Socialista del Pa¨ªs Valenci¨¤ (PSPV-PSOE) desde el a?o 1999. Joan Ignasi Pla (Atzeneta d'Albaida, Valencia, 1959) presentar¨¢ y defender¨¢ hoy en el Congreso de los Diputados la propuesta de reforma del Estatuto valenciano pactada con el PP, partido que gobierna la Generalitat Valenciana desde 1995. Del texto, Pla destaca el avance en t¨¦rminos de autogobierno y c¨®mo apura las posibilidades que ofrece la Constituci¨®n.
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