La revancha del tango
Repetto (Maip¨², 1979) no se llev¨® un susto cuando descubri¨® que su garganta estaba emparentada con las de Ignacio Corsini (1891-1967) y Agust¨ªn Magaldi (1898-1938): "En realidad, lo que sorprende es apostar por un g¨¦nero de voz que actualmente se ha dejado de lado en el tango: el cantor de los timbres agudos. Mi timbre agudo de voz es natural. Canto desde los 12 a?os, otras cosas, no tango, y creo que mi timbre siempre estuvo cercano al de las primeras canciones de Luis Alberto Spinetta, que me gustaban mucho. Despu¨¦s, a partir de los 15, empec¨¦ a bucear en un repertorio criollo y not¨¦ que mi tono de voz ten¨ªa mucho que ver con el canto de los payadores. Y ah¨ª s¨ª fue la sorpresa: encontrar que tambi¨¦n se pod¨ªa cantar tango con voz aguda. Y a partir de la sorpresa vino el trabajo de estudiar canto y empezar a desarrollar un estilo, no solamente vocal sino interpretativo; sobre todo de tangos que tienen que ver con historias del pasado".
A trav¨¦s de Roberto Goyeneche, El Polaco, tuvo Repetto su primer contacto con el tango. De ¨¦l le encandil¨®, m¨¢s que su estilo interpretativo, su carga expresiva. "Su ¨²ltima etapa, sobre todo, est¨¢ muy ligada a las primeras letras del rock nacional: toda esa cosa visceral que ten¨ªa ¨¦l al cantar. Por ese lado me vino el tango. Y a partir de ah¨ª empec¨¦ a encontrar una s¨ªntesis entre lo criollo y lo urbano, entre la m¨²sica del campo y la de la ciudad. Me atrap¨® el tango de los a?os veinte y treinta, en los que el cantor se acompa?aba con guitarra, que es lo que yo estoy haciendo. Me atrap¨® por lo musical y por lo emotivo, porque nac¨ª en un pueblo, y la m¨²sica en los pueblos est¨¢ muy en contacto con la milonga, con la m¨²sica del sur. En ese tipo de tangos descubr¨ª que hab¨ªa algo de mi infancia".
Crist¨®bal Repetto ha tenido en Daniel Melingo (en Espa?a form¨® parte de Lions in Love) su padrino, y en el productor Gustavo Santaolalla su catapulta internacional. El primero le invit¨® a participar en sus conciertos; el segundo lo enrol¨® en Bajofondo Tango Club, su proyecto de tango electr¨®nico, y le edit¨® en su sello Surco/Seminal su primer disco en solitario. "A Daniel me acerqu¨¦ como fan, y le pregunt¨¦ si le importar¨ªa escucharme. Se acerc¨® c¨¢lidamente a mi casa, y el resultado es que hicimos juntos m¨¢s de 20 conciertos. Me abri¨® un camino que para m¨ª era muy dif¨ªcil, y m¨¢s viniendo del interior de la provincia de Buenos Aires. Soy como una especie de ahijado art¨ªstico de Melingo. Adem¨¢s, me siento muy identificado con su historia: venir del rock a bucear en los or¨ªgenes del tango. Y que Gustavo me llamase para participar en Bajofondo fue toda una sorpresa para m¨ª. Me explic¨® que iba a hacer un disco de tango electr¨®nico, y me dio mucho miedo porque no ve¨ªa la manera de c¨®mo ¨¦l imaginaba que mi voz pod¨ªa ensamblar ah¨ª. Pero cuando vi que encaraba las cosas con seriedad y que todos los m¨²sicos ten¨ªan un amor grande por el tango, sent¨ª que, adem¨¢s de la travesura que ¨ªbamos a acometer, ¨ªbamos a experimentar y hacerlo con mucho inter¨¦s y mucho respeto. As¨ª que acept¨¦. Pudo ser un traspi¨¦s, pero se aguant¨® mi participaci¨®n ah¨ª. Algunos todav¨ªa me lo siguen recriminando".
Antes de enrolarse con San-
taolalla en Bajofondo Tango Club, Crist¨®bal Repetto prepar¨® su debut como solista acompa?ado por Javier Calamaro, Rub¨¦n Gold¨ªn, Adriana Bonicio, el violinista Tancredo y el arreglista Ernesto Esnajer. Pero la situaci¨®n econ¨®mica de Argentina en ese momento le oblig¨® a aparcar un ¨¢lbum que pr¨¢cticamente estaba concluido. Repetto sue?a con recuperar esa grabaci¨®n (o parte de ella), y conf¨ªa en que Santaolalla est¨¦ interesado en editarla. No es un disparate. A fin de cuentas, Gustavo Santaolalla le ha dado cobijo en su compa?¨ªa de discos para que pudiese publicar su primer disco, hom¨®nimo.
"Eleg¨ª el repertorio para el disco (la pieza m¨¢s antigua fue escrita en 1927, y la m¨¢s reciente, en 1961) con el objetivo de que los tangos lleguen a categor¨ªa de canci¨®n universal: que primero est¨¦ el g¨¦nero canci¨®n, para trascender despu¨¦s las barreras del tango. Son tangos, pero, a la vez, son canciones que podr¨ªan haber sido compuestas en cualquier lugar del mundo. Siempre que interpreto Cantando, que es un tema de Mercedes Simone, siento que es una pieza que tranquilamente podr¨ªa haber escrito Violeta Parra, con esa hondura que ten¨ªa para sus cosas. Adem¨¢s, soy un escuchador permanente, casi adictivo, de m¨²sicas del mundo; soy un mel¨®mano enfermizo, y quiero que el tango sea reconocido como m¨²sica del mundo".
Canciones del siglo XX, interpretadas por una garganta casi del XIX, regida por una cabeza del XXI. ?C¨®mo atrapamos ese galgo sonoro? "Lo que aporto, humildemente, es una revisi¨®n de lo que el pasado nos dej¨®, pero mirando hacia el futuro. Y mostrar que esas canciones pueden ser cantadas en serio, sin necesidad de abordarlas desde el humor. Siempre que se canta un tango de los a?os treinta se interpreta como un chiste, como si fuera una canci¨®n menor. Y f¨ªjate que en lo sonoro hemos apostado por tres guitarras criollas sin enchufar y un viol¨ªn corneta. Como en 1920 en la orquesta de Julio Caro. Son canciones e instrumentos en v¨ªas de extinci¨®n. Y mi voz responde un poco a eso: a lo que fue, pero a mi deseo de que siga siendo. Y mi intenci¨®n es tratar de colaborar todo lo que pueda con artistas de otros g¨¦neros".
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