Cuentas f¨¢ciles y problemas dif¨ªciles
La econom¨ªa espa?ola mantiene un crecimiento aceptable, muy superior a la media comunitaria, pero su estructura no es sana como demuestra el insostenible saldo negativo con el exterior (7,8% del PIB), un diferencial de precios preocupante con la media comunitaria, una dependencia excesiva de la construcci¨®n con precios desmesurados de la vivienda y un muy fuerte endeudamiento de las familias. Los s¨ªntomas no auguran nada bueno y todo apunta a que los espa?oles est¨¢n viviendo por encima de sus posibilidades gracias a la cobertura concedida por la pertenencia a la moneda ¨²nica y los bajos tipos de inter¨¦s vigentes. En jerga econ¨®mica, la econom¨ªa espa?ola est¨¢ recalentada y sorprende un poco el clima de euforia que se respira en algunos ¨¢mbitos pol¨ªticos.
En estas circunstancias tan poco favorables agravadas por la sostenida subida en el precio del petr¨®leo, se presenta un presupuesto de la Administraci¨®n Central donde crecen gastos fundamentales para mejorar la competitividad como son los de I+D y educaci¨®n que est¨¢n acompa?ados de m¨¢s recursos para la pol¨ªtica de vivienda y una mejora de las pensiones m¨ªnimas. M¨¢s gasto y m¨¢s impuestos sobre el consumo junto a la promesa de una nueva rebaja en el IRPF y del Impuesto de Sociedades.
El mayor gasto en estas pol¨ªticas es una decisi¨®n acertada, pero de incidencia limitada en la pr¨¢ctica. El esfuerzo en investigaci¨®n medido en relaci¨®n al PIB sigue lejos del m¨ªnimo necesario para reducir la end¨¦mica dependencia espa?ola en esta materia, y la dimensi¨®n del gasto directo en educaci¨®n y vivienda no puede influir en la calidad de la educaci¨®n y en la disminuci¨®n del precio de la vivienda. El hecho de que ambas pol¨ªticas sean competencias auton¨®micas limita la responsabilidad del Gobierno Central, pero no le impide realizar pol¨ªticas m¨¢s ambiciosas, en especial en vivienda donde se pod¨ªa apostar claramente por el desarrollo del mercado del alquiler con un plan y una financiaci¨®n adecuada. Algo similar sucede en pol¨ªtica sanitaria, donde eludiendo avanzar en corresponsabilidad fiscal se concede dinero extra a las Comunidades Aut¨®nomas sin saber las causas del mal llamado "d¨¦ficit sanitario", mientras el Ministerio renuncia a coordinar tan importante pol¨ªtica con proyectos y recursos propios.
En cuanto a las prestaciones de Seguridad Social, el necesario aumento de las pensiones m¨ªnimas acometido por este Gobierno sigue sin estar acompa?ado de las medidas necesarias para afrontar el reto de pagar un 50% m¨¢s de pensiones en un futuro pr¨®ximo (2030), y sin articular con seriedad una prestaci¨®n dirigida a las personas dependientes que complete el sistema. La Seguridad Social necesita mejorar; pero no s¨®lo hay que quedar bien con los actuales pensionistas, sino tambi¨¦n se debe cuidar el futuro de los millones de trabajadores que aportan hoy y quieren tener garantizada su prestaci¨®n cuando finalicen su vida laboral activa.
El desarrollo del Estado de las Autonom¨ªas ha hecho perder protagonismo a los PGE al representar menos de la mitad del gasto p¨²blico. Las pol¨ªticas propias del Estado son tan s¨®lo el 17% de las cuentas p¨²blicas (6,9% del PIB) despu¨¦s de realizar las transferencias a las distintas Administraciones Territoriales. De este modo, es dif¨ªcil valorar el contenido de los PGE sin establecer una relaci¨®n con las cuentas de las Comunidades Aut¨®nomas. Este hecho refuerza la importancia de construir un modelo de Estado donde impere la suficiencia, la equidad y la coordinaci¨®n de los esfuerzos, y donde, desde el respeto a la autonom¨ªa fiscal de las distintas Administraciones, no presidan los planteamientos territoriales de s¨¢lvese quien pueda, exigiendo condiciones privilegiadas en sus sistemas de financiaci¨®n sustentadas en te¨®ricas aportaciones excesivas al resto del Estado. Superar los actuales problemas de la econom¨ªa espa?ola es un reto de todos y s¨®lo se podr¨¢n culminar con ¨¦xito con el esfuerzo coordinado de todos.
Por ¨²ltimo, en un contexto donde es coincidente la necesidad de incrementar el gasto en pol¨ªticas p¨²blicas (sanidad, educaci¨®n, vivienda, infraestructuras, protecci¨®n a la familia, dependencia, ...) todos los niveles de Gobierno anuncian m¨¢s impuestos sobre el consumo y nuevas rebajas en los que giran sobre la renta, es decir, seguir la moda vigente cuyas ventajas para la mayor¨ªa no ha demostrado la experiencia, que impone menos equidad en la distribuci¨®n de los esfuerzos y una p¨¦rdida de recaudaci¨®n en los impuestos sobre la renta, que este pa¨ªs ni puede ni se debe permitir, a la vista de sus necesidades y la menor presi¨®n fiscal comparada con la media de la Uni¨®n Europea.
Miguel ?ngel Garc¨ªa D¨ªaz es responsable del Gabinete Econ¨®mico Confederal de CC OO.
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