Mas lanza un ¨®rdago final para incorporar el concierto econ¨®mico al Estatuto

La tramitaci¨®n de la reforma del Estatuto en el Parlamento catal¨¢n pender¨¢ hasta el ¨²ltimo minuto de un hilo. Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) lo dej¨® claro desde primera hora de la ma?ana. No era el d¨ªa para llegar a un acuerdo sobre el asunto de la financiaci¨®n, al que la federaci¨®n nacionalista vincula su voto final -ma?ana- al texto. Al iniciarse ayer el pleno que abord¨® la reforma del Estatuto, se aprob¨® que Catalu?a es una naci¨®n, se rechaz¨® los derechos hist¨®ricos como f¨®rmula de blindaje y se entroniz¨® la laicidad de la ense?anza p¨²blica. Pero no ser¨¢ hasta hoy cuando se vea el t¨ªtulo sobre financiaci¨®n en la C¨¢mara. Horas antes, los convergentes har¨¢n llegar su nueva propuesta al tripartito, con la que pretenden que si no la letra s¨ª la m¨²sica sea la del concierto econ¨®mico. En ello trabajaba anoche la plana mayor de CiU.

El PP, aislado en su enmienda de totalidad, vota junto a CiU contra la laicidad en la ense?anza p¨²blica

El Parlamento catal¨¢n rechaza que los derechos hist¨®ricos blinden competencias y define a Catalu?a como naci¨®n

Los convergentes garantizan a Maragall que no retirar¨¢n del Congreso la reforma si no es por consenso con ERC y PSC

?se es el ¨®rdago que los nacionalistas lanzaron en un d¨ªa que no fue del todo malo para el consenso. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, logr¨® el respaldo de los l¨ªderes de los grupos parlamentarios -excepto el PP- a su propuesta de cinco puntos, que les expuso cuando pasaban 30 minutos de las nueve de la ma?ana en el Palau de la Generalitat. En esos puntos se relaciona lo avanzado por EL PA?S el pasado 22 de septiembre: el presidente renuncia a convocar elecciones anticipadas para no rentatibilizar pol¨ªticamente la aprobaci¨®n de la reforma estatutaria.

Al estilo norteamericano

Artur Mas acudi¨® a la reuni¨®n en representaci¨®n de CiU; Manuela de Madre, como representante del PSC; Josep Llu¨ªs Carod Rovira por ERC; Josep Piqu¨¦ por el PP y Joan Saura representando a ICV-EUiA. En una reuni¨®n que dur¨® alrededor de una hora, Mas le reiter¨® a Maragall que la federaci¨®n vincula el voto final favorable al Estatuto a que se apruebe una f¨®rmula de financiaci¨®n que CiU considere asumible.

Los nacionalistas se comprometieron a que el texto estatutario no pueda ser retirado del Congreso por mayor¨ªa absoluta, sino que se precisen los votos de las dos terceras partes de la C¨¢mara catalana para hacerlo. Es decir, el consenso de CiU, PSC, y ERC. Este acuerdo concreto no contempla que la delegaci¨®n catalana que se desplazar¨¢ a Madrid para negociar en la Comisi¨®n Constitucional el Estatuto deba tomar sus acuerdos por mayor¨ªa de dos tercios.

En el terreno de los s¨ªmbolos, el presidente catal¨¢n pidi¨® a los l¨ªderes pol¨ªticos que en el pre¨¢mbulo del nuevo Estatuto figure un dec¨¢logo que sea f¨¢cilmente memorizable, al estilo norteamericano. Maragall asegur¨® que es consciente de que la financiaci¨®n es el punto m¨¢s delicado de acuerdo, pero record¨® que el Estatuto "no establece el montante; establece el c¨®mo, pero no el cu¨¢nto". Por ¨²ltimo el presidente pidi¨® fair-play a todos los presidentes de grupo parlamentario, lo que fue aprovechado por Mas para recordarle que, como presidente catal¨¢n, no puede sustraerse a esos problemas, aseguran desde CiU.

Maragall no quiso renunciar -el d¨ªa que el Parlamento acomete la reforma estatutaria- a recordar que la Constituci¨®n "tambi¨¦n se puede cambiar; y en su momento se cambiar¨¢". Pero ahora, a juicio del presidente catal¨¢n, "no es el momento", porque el consenso en Espa?a no ha llegado "al grado de madurez que as¨ª lo aconseje".

Desacuerdos en los pasillos

Al final del encuentro, mientras el popular Josep Piqu¨¦ conversaba por tel¨¦fono desde el sal¨®n Sant Jordi del Palau de la Generalitat, la socialista Manuela de Madre y el convergente Mas acordaban c¨®mo y cu¨¢ndo recibir¨ªa el Partit dels Socialistes (PSC) la nueva propuesta de financiaci¨®n de CiU, aut¨¦ntico nudo gordiano del Estatuto catal¨¢n. Anoche, socialistas y convergentes escenificaban sus diferencias en los pasillos del Parlamento, pues CiU no hab¨ªa remitido a¨²n su propuesta, que hoy precisamente debatir¨¢ la ejecutiva del PSC.

Persiste de momento la distancia entre CiU y un tripartito que ayer se mantuvo cohesionado en las votaciones de la C¨¢mara catalana. Esquerra ya dio garant¨ªas la semana pasada de que no volver¨ªa a repetirse lo del pasado 29 de julio, cuando sum¨® sus votos a los de CiU para apelar los derechos hist¨®ricos como f¨®rmula de blindaje de competencias. Ayer cumpli¨®. Los nacionalistas se quedaron solos en la defensa de este modelo, que la Constituci¨®n, seg¨²n el dictamen del Consejo Consultivo, reserva a la comunidades forales como el Pa¨ªs Vasco o Navarra.

La financiaci¨®n que propugna CiU no contar¨¢ con la coraza de los derechos hist¨®ricos, como tampoco lo har¨¢ la seguridad p¨²blica que figuraba en el mismo cat¨¢logo competencial.

Pero los desencuentros entre nacionalistas y el tripartito se evidenciaron con fuerza en el asunto de la laicidad de la escuela p¨²blica. CiU -especialmente los socios democristianos de la federaci¨®n- hab¨ªa hecho casus belli de esa cl¨¢usula y propon¨ªa una redacci¨®n alternativa que se refer¨ªa a la ense?anza p¨²blica como "no confesional". Sin embargo, los ecosocialistas de Iniciativa mantuvieron el pulso hasta el final. Fueron visibles ayer en los pasillos del Parlamento los acalorados debates entre el presidente de la Generalitat y el diputado de ICV-EUiA Joan Boada.

Al final, socialistas y republicanos secundaron a sus socios, y CiU y el PP rechazaron el t¨ªtulo de Derechos y Deberes. Ese fue uno de los desenlaces inesperados del debate estatutario. El resto estaba cantado: s¨®lo el PP se opuso a la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n. Y tambi¨¦n, en solitario, el Partido Popular vot¨® su enmienda a la totalidad. Perdi¨® por un arrollador resultado: 119 votos contra 15.