El Parlamento catal¨¢n aprueba el Estatuto con el apoyo de todos los partidos excepto el PP

Federalistas, autonomistas e independentistas; centro derecha e izquierda, unieron ayer sus votos en el Parlamento catal¨¢n y aprobaron con una aplastante mayor¨ªa de 120 votos sobre 135 la propuesta de nuevo Estatuto de Autonom¨ªa con el que, dentro del marco de la Constituci¨®n espa?ola, como subrayaron los l¨ªderes de los cuatro grupos parlamentarios que lo apoyan, pretenden sustituir el vigente desde 1979. Todos coinciden en que el proyecto, que define a Catalu?a como una naci¨®n, plantea a Espa?a el reto del reconocimiento de su realidad plurinacional y el desarrollo del autogobierno en una perspectiva federal. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se mostr¨® convencido de que el proyecto prosperar¨¢ en el Congreso de los Diputados, reivindic¨® la definici¨®n de Espa?a como "naci¨®n de naciones" y afirm¨®: "la paz en Euskadi y el Estatuto de Catalu?a son la prueba del fuego de la Espa?a de hoy. Y la ganaremos".

Todos los l¨ªderes pol¨ªticos, menos Piqu¨¦, destacan que el texto no supone la ruptura de Catalu?a con el conjunto de Espa?a

Pasqual Maragall: "La paz en Euskadi y el Estatuto son la prueba de fuego de la Espa?a de hoy, y las ganaremos"

La reforma fue apoyada por una aplastante mayor¨ªa de 120 votos, el 88,8% de los 135 parlamentarios que integran la C¨¢mara

Los 120 votos representan el 88% de los esca?os, que expresaban la unidad de los partidos procedentes del catalanismo hist¨®rico, que con el de ayer es el tercer Estatuto que aprueba en 75 a?os. Frente a ellos, el proyecto fue rechazado s¨®lo por los 15 votos del PP, que representan el restante 12% de la C¨¢mara.

La solemne sesi¨®n parlamentaria const¨® s¨®lo de la votaci¨®n del proyecto en voz alta por cada uno de los diputados y la intervenci¨®n de los l¨ªderes de los cinco grupos parlamentarios: Joan Saura, de ICV; Josep Piqu¨¦, del PP; Josep Llu¨ªs Carod, de Esquerra Republicana (ERC); Manuela de Madre, del Grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi: Artur Mas, de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU), y el presidente Maragall.

Un reto para Zapatero

Todos se mostraron muy conscientes de que el proyecto ha levantado ya muchas suspicacias en las otras comunidades aut¨®nomas y en el Gobierno y de que su negociaci¨®n en las Cortes ser¨¢ ardua. Todos se esforzaron en presentarlo como una propuesta positiva tambi¨¦n para Espa?a, salvo Piqu¨¦, que la calific¨® como "intento de alejamiento".

Contra esta tesis, el nacionalista Artur Mas afirm¨® que "Catalu?a no ha dado nunca la espalda a Espa?a, tampoco en los ¨²ltimos 25 a?os, y ahora reclamamos, en un momento trascendente, que no nos d¨¦ la espalda a nosotros". Reivindic¨® que Catalu?a ha hecho en las ¨²ltimas d¨¦cadas suficientes aportaciones "no s¨®lo a la gobernabilidad, sino a la consolidaci¨®n de su matriz democr¨¢tica como para reclamar ahora que se la escuche y la respete".

Incluso el independentista Carod Rovira present¨® el nuevo Estatuto de Autonom¨ªa "sobre todo como una mano extendida a Espa?a". Record¨® que su partido no ha renunciado a la independencia. Pero a?adi¨®: "Esperamos una mano tendida tambi¨¦n en la otra parte". Si no hay correspondencia con esta voluntad, agreg¨®, no s¨®lo "se deshar¨¢ una ilusi¨®n colectiva y perder¨¢ toda credibilidad el proyecto plural de que habla a menudo el presidente del Gobierno espa?ol", Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Se deshar¨¢ tambi¨¦n, continu¨® argumentando, "toda posibilidad de continuar pensando que hay, realmente, otra Espa?a, una Espa?a que quiere convivir con nosotros tal como somos y no en t¨¦rminos de imposici¨®n suya y subordinaci¨®n nuestra".

Pero quienes m¨¢s se juegan en esta apuesta son los socialistas catalanes, empezando por su l¨ªder, el presidente Maragall, que ha convertido la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto en el principal objetivo de su mandato. Present¨® el proyecto catal¨¢n como una propuesta de cambio hacia la Espa?a federal, en la que "no nos pelearemos por los nombres; tanto da que la llamemos federal, diversa o plural". Un cambio que persigue alcanzar incluso a la noci¨®n de solidaridad interterritorial que se ha utilizado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Catalu?a "ha llegado hasta donde ha podido", dijo Maragall, y actualmente "hay otras autonom¨ªas m¨¢s pobres en renta probablemente mejor equipadas que nosotros". Llegado a este punto, dijo, "nuestro concepto de la equidad es: si t¨² te ayudas, yo te ayudo".

Pero fue Manuela de Madre, vicepresidenta del PSC, durante muchos a?os una de las voces del socialismo catal¨¢n que sintonizaba con Alfonso Guerra en el PSOE, la que m¨¢s claramente afirm¨® la voluntad "fraternal" que anima el proyecto. Este Estatuto es, dijo, "una propuesta muy ambiciosa que dirigimos a todos los pueblos de Espa?a. Es una propuesta de fraternidad y no de separaci¨®n. De mutua lealtad y solidaridad". Insisti¨® tambi¨¦n en que "es una propuesta para ser acordada". Y marc¨® la diferencia con los independentistas de Esquerra. Los socialistas y federalistas "aspiramos a continuar abraz¨¢ndonos entre todos los pueblos de Espa?a", dijo dirigi¨¦ndose a Carod.

De Madre record¨® que su partido ha visto rechazadas numerosas enmiendas durante la tramitaci¨®n del proyecto. Las justific¨® asegurando que el PSC ha dado la batalla porque su objetivo es "ganar tambi¨¦n el Estatuto en las Cortes". Lo que a su vez era un recordatorio de que la disputa sobre cada uno de los art¨ªculos puede ser muy controvertida.

El ecosocialista Joan Saura, que como consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno catal¨¢n ha sido el encargado de impulsar el proyecto, afirm¨®, rotundo, que "el autogobierno de Catalu?a no es una amenaza para nadie: las amenazas las hemos recibido nosotros". Y ahora, este Estatuto es, asegur¨®, una "oportunidad hist¨®rica" para modernizar "el modelo de Estado" de Espa?a.

La jornada ten¨ªa un cariz particular para Piqu¨¦, el l¨ªder del PP catal¨¢n, quien reconoci¨® sin ambages la situaci¨®n de minor¨ªa en que su partido ha quedado. Sostuvo que no hay "demanda social" para la reforma emprendida, que obedece s¨®lo seg¨²n su partido a "intereses de los pol¨ªticos". Durante muchos de los 19 meses que ha durado la tramitaci¨®n, el PP de Catalu?a ha intentado que el proyecto se redactara en unos t¨¦rminos que le permitieron optar por la abstenci¨®n, cosa que al final no le ha sido posible. Esto ha sido un rev¨¦s para el intento de Piqu¨¦ de sacar al PP de la periferia del escenario pol¨ªtico catal¨¢n.

El mi¨¦rcoles, en el Congreso

La sesi¨®n, que tuvo la solemnidad de las grandes ocasiones, finaliz¨® con el canto del himno nacional catal¨¢n, Els Segadors, por todos los diputados puestos en pie y por los 300 invitados que asist¨ªan al acto. Entre ellos se encontraba el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que aplaudi¨® tambi¨¦n sin disimulo y se declar¨® "gozoso" por el pacto alcanzado por los cuatro grupos parlamentarios.

Entre ellos se contaban varios de los ex diputados que redactaron el vigente Estatuto de Autonom¨ªa, como Jordi Sol¨¦ Tura, que fue tambi¨¦n uno de los ponentes de la Constituci¨®n, Maci¨¤ Alavedra, Dolors Calvet, Joan Subirats y Jaume Sobrequ¨¦s. Todos apoyan hoy la reforma. Tambi¨¦n asisti¨®, en silla de ruedas, uno de los m¨¢s longevos pol¨ªticos catalanes, el nonagenario Gregorio L¨®pez Raimundo, ex dirigente del PSUC, en lo que es s¨®lo un ejemplo de la expectaci¨®n con que este proceso es seguido en los medios pol¨ªticos.

El proyecto de nuevo Estatuto catal¨¢n ser¨¢ presentado el pr¨®ximo mi¨¦rcoles al presidente del Congreso, Manuel Mar¨ªn, por el presidente del Parlamento catal¨¢n, Ernest Benach. Comenzar¨¢ entonces una tramitaci¨®n complicada, que incluye un debate para su toma en consideraci¨®n en el que ha de ser presentado a las Cortes por tres diputados del Parlamento catal¨¢n. Ser¨¢n, probablemente, Maragall, Mas y Carod. Si supera el tr¨¢mite y los grupos parlamentarios le presentan enmiendas, ser¨¢n debatidas en la Comisi¨®n Constitucional del Congreso, que preside Alfonso Guerra, con una delegaci¨®n de diputados del Parlamento catal¨¢n.

Los recelos y suspicacias con que esta reforma ha sido acogida en otras comunidades no constituyen una sorpresa para los partidos catalanes. "Estamos acostumbrados", afirm¨® ayer mismo uno de los altos cargos del Departamento de Econom¨ªa, respecto a la pol¨¦mica que ha provocado ya la propuesta de financiaci¨®n que incluye el proyecto. Maragall, que se autodefini¨® en su intervenci¨®n como "un enamorado de las Espa?as", adelant¨® que habr¨¢ que llevar a cabo una amplia labor de explicaci¨®n fuera de Catalu?a.