Memorable noche de Luis Garc¨ªa

La noche de Luis Garc¨ªa fue una gran noche para la selecci¨®n espa?ola, virtualmente clasificada para el Mundial. Puso una distancia que se antoja insalvable para Eslovaquia, equipo sin ning¨²n m¨¦rito relevante. S¨®lo atisb¨® alguna esperanza tras el inesperado error de Luis Garc¨ªa en el arranque del segundo tiempo. Pero esta vez Espa?a reaccion¨® con entereza y precisi¨®n. Lejos de enredarse en las dudas, decidi¨® la repesca con cinco goles, buen juego y algunos apuntes sobre lo que necesita para el futuro.

Luis Garc¨ªa protagoniz¨® el encuentro en todos los aspectos. Justific¨® pronto la titularidad con un magn¨ªfico cabezazo, pero coloc¨® a Espa?a en una situaci¨®n muy delicada con un terrible error, uno de los varios que han llevado a la selecci¨®n al drama que atraviesa. Es un equipo lleno de ingenuidades que suele pagar onerosamente. Se ha complicado la vida durante toda la fase de clasificaci¨®n con equivocaciones clamorosas, impropias de una selecci¨®n que aspira al primer rango en el f¨²tbol. Frente a Eslovaquia, la falta de consistencia se manifest¨® en Luis Garc¨ªa. Marc¨® dos goles, sufri¨® un ataque de optimismo y comenz¨® a celebrarse como futbolista. En definitiva, comenz¨® a hacer cosas que ni sabe ni debe. Regal¨® el gol a Eslovaquia y abri¨® un escenario temible para la selecci¨®n espa?ola, que tir¨® a la basura la ventaja que hab¨ªa obtenido en el primer tiempo. En un partido en el que no estaban permitidas las equivocaciones, Espa?a volvi¨® a ser su peor enemigo. El equipo se vio obligado a reaccionar, esta vez en condiciones adversas, frente a un rival mediocre. No hab¨ªa tiempo para adornarse. Y el primero que lo comprendi¨® fue Luis Garc¨ªa. Intervino decisivamente en la jugada que dio origen al penalti y al tercer gol de Espa?a, marc¨® el cuarto tanto y posiblemente aprendi¨® una gran lecci¨®n: es un futbolista que hace bien determinadas cosas. No debe superar su propio umbral y convertirse en el jugador que se imagina, pero no es.

Pocas veces un partido remite tanto a un solo jugador. A Luis Garc¨ªa le correspondi¨® un impresionante papel estelar. Marc¨® tres de los cuatro goles de Espa?a, particip¨® en el otro y entreg¨® el tanto a Eslovaquia. Todo esto para un futbolista observado con lupa. Titular tras el decretazo de Luis, que elimin¨® de la convocatoria a Joaqu¨ªn y de un extremo cl¨¢sico en el esquema, Luis Garc¨ªa respondi¨® muy pronto a la confianza otorgada. Anot¨® el primer gol, que le evit¨® al equipo los problemas que ha padecido en los ¨²ltimos tiempos. Espa?a jug¨® la primera parte con serenidad, gener¨® numerosas oportunidades y cobr¨® una ventaja que parece definitiva. Eslovaquia fue menos de lo que se esperaba. Manifest¨® su debilidad en todas las zonas del campo, el t¨ªpico equipo superado por el rival, por la importancia del encuentro y por sus propias miserias. Su capacidad de resistencia lleg¨® hasta el momento del primer tanto.

Aunque situado nominalmente como extremo derecho, Luis Garc¨ªa no protagoniz¨® una jugada por su banda. M¨¢s a¨²n, no se produjo ninguna incursi¨®n por el costado derecho en el primer tiempo. El jugador del Liverpool hizo lo que mejor sabe: atacar el ¨¢rea con diagonales que nunca fueron controladas por los ingenuos defensas eslovacos. El ingreso de Luis Garc¨ªa en el equipo alter¨® algunos mecanismos de la selecci¨®n. Ra¨²l particip¨® activamente en el juego de medio campo, m¨¢s robusto que en ocasiones anteriores por la querencia de la mayor¨ªa de los jugadores a participar en la elaboraci¨®n. Albelda, Xavi, Ra¨²l, Luis Garc¨ªa y hasta Reyes colaboraron en la construcci¨®n del juego. El equipo tuvo un aire m¨¢s colectivo de lo habitual, un mejor reparto de las funciones y un aprovechamiento m¨¢s eficaz de las cualidades de lo jugadores. Ninguno se benefici¨® tanto como Xavi, probablemente el futbolista del momento en Espa?a. Xavi manej¨® el partido a su antojo, bien protegido por su equipo y mal detectado por los eslovacos.

Xavi jug¨® con tanta comodidad que cada uno de sus pases anunci¨® un problema grave para Eslovaquia. Su pase a Luis Garc¨ªa en la jugada del segundo gol fue maravilloso, un toque lleno de delicadeza, astucia y precisi¨®n. Fue la coronaci¨®n del buen partido de Espa?a, que s¨®lo tuvo la complicaci¨®n del tanto que concedi¨® en el arranque del segundo tiempo. Antes y despu¨¦s, tuvo numerosas ocasiones. En el primer tiempo porque fue un equipo convencido de su superioridad. En el segundo, porque las necesitaba para arreglar un roto. Ayud¨® el cambi¨® de Albelda por Xabi Alonso, cuyo autoridad en el medio campo fue total. Comenz¨® a tirar pases y a aliviar a Xavi del peso de la elaboraci¨®n. La respuesta del equipo fue perfecta. Espa?a respondi¨® con un f¨²tbol m¨¢s agresivo, m¨¢s vertical, sin las inhibiciones que generalmente han afectado a la selecci¨®n en los momentos dif¨ªciles. Vicente ocup¨® con naturalidad el puesto de Reyes y Morientes manifest¨® su poder¨ªo en el juego a¨¦reo en el quinto tanto, un golazo de ley que definitivamente alej¨® cualquier tipo de temor: Espa?a tiene en la mano el billete del Mundial.