Ataque a una mezquita

"Esta vez s¨®lo han sido dos peque?os c¨®cteles molotov, pero no estamos tranquilos; alguien debe parar esto y debe hacerlo ahora". Lo dec¨ªa ayer, ante la ennegrecida puerta de la mezquita de Carpentras (regi¨®n de Provenza), Elad Mohamed, presidente de la asociaci¨®n cultural isl¨¢mica La Paz, cuyo local sufri¨® un ataque por parte de un grupo de j¨®venes en la noche del viernes.

La noticia del incidente, que se qued¨® en un simple susto para la cincuentena de fieles que en el momento del incendio se encontraban en la mezquita, se extendi¨® como la p¨®lvora por Francia. Todas las autoridades se apresuraron a condenar la acci¨®n por el miedo a un recrudecimiento de la oleada de violencia que asuela el pa¨ªs.

Comenzando por el presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, y acabando por el alcalde de Carpentras, Jean Claude Andrieu, todos condenaron un incidente que llega justo cuando todos pensaban que lo peor hab¨ªa pasado. El ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, calific¨® la acci¨®n de "indigna e inaceptable" y prometi¨® "un serio castigo" a los responsables.

Las autoridades francesas tienen miedo de hallarse frente a un episodio parecido al de la explosi¨®n de una bomba lacrim¨®gena en la puerta de la mezquita de Clichy sous Bois el pasado 30 de octubre, que fue la que provoc¨® el mayor recrudecimiento de los disturbios en los suburbios de Par¨ªs.

En Carpentras nadie se explicaba ayer el por qu¨¦ de un ataque de estas caracter¨ªsticas. A pesar de encontrarse en una regi¨®n de fuerte implantaci¨®n del ultraderechista Frente Nacional, los disturbios que han afectado Francia las ¨²ltimas dos semanas apenas se han dejado sentir en esta poblaci¨®n de 40.000 habitantes. Ayer, sin embargo, los medios de comunicaci¨®n locales recordaban que ¨¦ste no es el primer ataque contra las minor¨ªas que se produce en la poblaci¨®n: hace poco m¨¢s de dos a?os, el cementerio jud¨ªo amaneci¨® con decenas de tumbas profanadas y cruces gamadas pintadas en las l¨¢pidas.