San Francisco: marginalidad en el centro
Este barrio est¨¢ muy bien situado, es el centro de la ciudad", defiende Eduardo Cordero (1963, Bilbao), quien trabaja como delineante en un estudio de arquitectos y lleva ya 13 a?os viviendo en la zona m¨¢s degradada de la capital vizca¨ªna, conocida en su conjunto como Bilbao La Vieja, aunque incluye tambi¨¦n el barrio de San Francisco. Como ¨¦l, m¨¢s del 30% de la poblaci¨®n se ha instalado aqu¨ª desde 1991 (los de m¨¢s antig¨¹edad representan el 40% de los habitantes) debido al menor precio de las viviendas. Cordero lo ha ido conociendo y amando, y achaca al desconocimiento del resto de los bilba¨ªnos su reticencia a acercarse.
En Bilbao La Vieja conviven prostitutas, traficantes de drogas, inmigrantes ilegales y antiguos vecinos. Tuvo tiempos mejores; hoy todav¨ªa muchos ciudadanos recuerdan los a?os en que San Francisco era "una calle comercial de tron¨ªo", como dice Cordero. Su paralela, la calle de Cortes, agrupaba salas de fiesta y de alterne, la vida nocturna transgresora y divertida. "Era el barrio alegre de Bilbao", lo define Cordero.
En Bilbao La Vieja conviven putas, traficantes de drogas, inmigrantes ilegales, drogadictos y vecinos de toda la vida. Tuvo tiempos mejores, era el barrio alegre
El Ayuntamiento espera que las transformaciones del barrio, gracias al Plan Integral de Rehabilitaci¨®n, acaben desplazando el tr¨¢fico de drogas
Aquello se acab¨® "con la llegada de la droga, all¨¢ por los setenta". Las inundaciones de Bilbao de 1983 acabaron por darle la puntilla. Aunque esa zona se encuentra en un alto y no sufri¨® los estragos del agua, dej¨® de recibir ayudas e inversiones, y ¨¦stas se centraron en los barrios anegados. Y se convirti¨® en una asignatura pendiente.
Bilbao La Vieja y San Francisco, que suman 9.472 de los 352.317 habitantes de la capital vizca¨ªna, tienen una particularidad que las diferencia de otras zonas degradadas de las grandes ciudades espa?olas: se encuentran junto al mismo centro de la ciudad. Siete l¨ªneas de autob¨²s transitan sus calles. Sin embargo, tres fronteras han marcado su aislamiento y su degradaci¨®n: la r¨ªa del Nervi¨®n, las v¨ªas de Renfe y las minas de hierro de Miribilla. Un responsable municipal, que no desea dar su nombre, a?ade una cuarta: la mente, el pensamiento. "La gente tiene un concepto equivocado de Bilbao La Vieja. Se trata de una zona entra?able de la ciudad. Es cierto que aqu¨ª pasa lo que dicen, pero no tanto. Hay que abrir la mente y aprender a mirar lo distinto". Cordero incide en que las reyertas, que han llevado a los colectivos vecinales a realizar protestas este mismo a?o por la inseguridad, las provocan grupos de inmigrantes que se pelean entre ellos. "La droga es el origen de todos los males del barrio", apunta Cordero, pero su reflexi¨®n va m¨¢s all¨¢: "Es su ilegalidad lo que causa los problemas; tener que adquirirlas en el mercado negro, con lo que eso conlleva de grupos de poder".
Un paseo por la calle de San Francisco ofrece, sobre todo al anochecer, un panorama tenso e intimidante. Grupos de j¨®venes inmigrantes apostados a ambos lados de la acera vigilan y hacen negocios. La calle es suya. Los yonquis se les acercan a por sus dosis. Ninguno quiere fotos, ni de lejos.
De los barrios de Bilbao, ¨¦ste es el que m¨¢s inmigrantes aglutina, si bien Vizcaya no cuenta con excesiva poblaci¨®n extranjera. A comienzos de a?o hab¨ªa empadronados 23.908, lo que representa un 2,11% del total de la poblaci¨®n vizca¨ªna. Los inmigrantes, en general, se encuentran integrados, y muchos han abierto comercios. Los que causan problemas son los que se dedican al negocio de la droga y los que delinquen a consecuencia de este tr¨¢fico.
La alcald¨ªa espera que las propias transformaciones del barrio acaben desplazando el tr¨¢fico de drogas. De hecho, la prostituci¨®n ya se ha extendido a otras zonas de la ciudad, y en Bilbao La Vieja, mucha de la que permanece va unida al mundo de la droga. Mientras tanto, M¨¦dicos del Mundo ha instalado una narcosala en una de las calles. Acaba de cumplir dos a?os de vida, y en este tiempo ha atendido a m¨¢s de mil toxic¨®manos.
Las calles m¨¢s cercanas a la r¨ªa se han convertido en la zona buena del barrio, con viviendas que superan los 190.000 euros, que en su momento fueron adquiridas y reformadas por j¨®venes que han aportado savia nueva. Aunque el PIB de Bilbao La Vieja sigue siendo bajo con respecto al resto de la ciudad: 16.883 euros per c¨¢pita, frente a los 19.648 de Bilbao o los 19.316 de Euskadi. La tasa de paro alcanza el 13,7%, frente al 8,3% de la capital vizca¨ªna.
Desde el a?o 2000, el Gobierno vasco, la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao han puesto en marcha el Plan Integral de Rehabilitaci¨®n de la zona, con la participaci¨®n de grupos locales. El primer periodo, ya concluido, se extendi¨® de 2000 a 2004, con una inversi¨®n de m¨¢s de 180 millones de euros; el segundo, en marcha, llegar¨¢ hasta 2009.
Promoci¨®n de empresas
La acci¨®n abarca diferentes ¨¢mbitos, desde la rehabilitaci¨®n de viviendas hasta la promoci¨®n de empresas que se instalen en la zona o a la dotaci¨®n de equipamientos culturales y sociales para el barrio que act¨²en como referentes para el resto de la ciudad. All¨ª se instal¨® el centro de creaci¨®n Bilbao Arte, la sala de conciertos y teatro Bilborock o, m¨¢s recientemente, una residencia de estudiantes. Adem¨¢s, la Biblioteca de San Francisco ha superado los 15.000 usuarios, y los centros c¨ªvicos ofertan una amplia variedad de cursos y talleres. Gracias a las ayudas a empresas que quieran instalarse en el barrio, lo han hecho ya 75 nuevos negocios en el ¨²ltimo lustro.
"Lo que m¨¢s vale del barrio es precisamente eso, que es un barrio; la relaci¨®n entre vecinos", destaca Cordero. Eso mismo han debido de pensar las instituciones, ya que han integrado a los colectivos vecinales en las reformas de la zona. Les preguntar¨¢n, por ejemplo, sobre los proyectos para remodelar la plaza de Coraz¨®n de Mar¨ªa, que albergaba el centro escolar (se ha abierto uno nuevo en Miribilla) y unos equipamientos deportivos en mal estado.
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