Otra Europa
El debate generado en torno a las perspectivas financieras 2007-2013 acordadas hace apenas unas semanas por el Consejo Europeo ha estado centrado en la distribuci¨®n geogr¨¢fica de los ingresos y gastos, olvidando los dos aspectos m¨¢s relevantes del primer presupuesto de la UE ampliada: su magnitud y la descomposici¨®n del gasto. En ambos casos, el acuerdo adoptado se puede calificar como continuista y poco ambicioso. En primer lugar porque el gasto estimado se reduce al 1,045% del PIB comunitario, lo que, lejos de suponer un incremento de las pol¨ªticas comunitarias, impl¨ªcitamente supone una disminuci¨®n de su peso en el conjunto de la econom¨ªa. En segundo lugar, y a¨²n m¨¢s relevante, la composici¨®n del gasto ser¨¢ pr¨¢cticamente igual a lo que ha representado en los ¨²ltimos siete a?os: 43% destinado a la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, 36%, a cohesi¨®n, y tan s¨®lo un 8% a mejorar la competitividad.
La composici¨®n del gasto comunitario ser¨¢ pr¨¢cticamente igual a lo que ha representado en los ¨²ltimos siete a?os
En un entorno como el actual, caracterizado por el desarrollo de la econom¨ªa y de la sociedad basadas en el conocimiento, la paulatina liberalizaci¨®n comercial, el envejecimiento de la poblaci¨®n y el aumento de la inmigraci¨®n, parece poco razonable que la mayor parte del presupuesto comunitario siga estando destinado a la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, a pesar de su impacto tanto socioecon¨®mico como territorial o medioambiental.
Si a ello unimos que la productividad de la econom¨ªa europea crece en torno a dos puntos porcentuales menos que en EE UU, y que en los ¨ªndices de competitividad la mayor parte de los pa¨ªses de la UE se encuentran muy lejos de los principales lugares, es manifiesta la necesidad de mejorar la competitividad de las econom¨ªas europeas y estimular el crecimiento, y as¨ª cumplir con los objetivos de la renovada Agenda de Lisboa. Estas medidas tambi¨¦n deber¨ªan extenderse a las pol¨ªticas nacionales, para de esta manera tratar de obtener el m¨¢ximo beneficio de la creaci¨®n de comercio que genera un mercado ¨²nico formado por 450 millones de habitantes, y evitar caer en la tentaci¨®n de percibir a la UE como un mero donante de fondos, especialmente cuando la renta per c¨¢pita de Espa?a se sit¨²a en el 98% de la media de la UE.
Alfonso Garc¨ªa Mora y Reyes Maroto son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).
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