La alemana puede comprar, pero no ser comprada

El Consejo de Ministros del viernes aprob¨® una serie de medidas para frenar la OPA de E.ON. El ¨¦xito de la oferta alemana depender¨¢ mucho de que supere los diversos obst¨¢culos que ha puesto en su camino el Gobierno espa?ol, que, por otra parte, ha aprovechado la polvareda levantada por la oferta hostil lanzada por Gas Natural sobre Endesa para acelerar cambios que el sector necesitaba desde hace a?os.

Las medidas aprobadas por el Ejecutivo, sin embargo, han provocado que el primer contraataque llegue v¨ªa Bruselas. La Comisi¨®n Europea comunic¨® a Espa?a el mismo viernes que no puede aplicar esas medidas sin tener su aprobaci¨®n. Bruselas, tal como rese?¨® el portavoz de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, debe certificar que la ejecuci¨®n de esas medidas son compatibles con el derecho comunitario.

El Gobierno espa?ol reaccion¨® inmediatamente y asegur¨® que si la Comisi¨®n las declara ilegales recurrir¨¢ al Tribunal de Luxemburgo para iniciar un proceso judicial que determine su validez. El Gobierno espa?ol est¨¢ convencido de que la aplicaci¨®n del decreto-ley es compatible con el derecho comunitario, seg¨²n expres¨® ayer el secretario de Estado de Comunicaci¨®n, Fernando Moraleda, quien a?adi¨®: "Entre las funciones de la Comisi¨®n est¨¢ la de supervisar las posiciones de dominio de mercado y, en particular, las de sectores estrat¨¦gicos".

Ah¨ª es donde, a juicio del Gobierno espa?ol, radica el fondo de estas medidas. Seg¨²n Moraleda, no se produce el principio de reciprocidad. Se refiere al blindaje que el Gobierno alem¨¢n instaur¨® en E.ON en 2002 por 10 a?os cuando compr¨® Ruhrgas. Seg¨²n la normativa aprobada entonces, cualquier empresa que comprara E.ON estar¨ªa obligada a vender los activos de gas, lo que, en definitiva, significa que est¨¢ poniendo un escudo para que a nadie se le ocurra intentar comprar E.ON, ya que el gas representa las dos terceras partes de sus ventas.

Es decir, E.ON puede comprar pero no ser comprada, con lo que el principio de reciprocidad al que tanto se apela en la Uni¨®n Europea salta por los aires.