Lucha por el poder en la c¨²pula del Grupo Volkswagen
El primer fabricante de autom¨®viles europeo presenta resultados en medio de una crisis
En la c¨²pula del Grupo Volkswagen, el mayor consorcio automovil¨ªstico de Europa, ha estallado una lucha por el poder que ha sembrado la confusi¨®n en v¨ªsperas de la presentaci¨®n, hoy ante la prensa en la sede central de Wolfsburgo, del balance del a?o pasado. Las intrigas y ataques abiertos en declaraciones a la prensa del presidente del Consejo de Vigilancia de Volkswagen Ferdinand Pi?ch, de 68 a?os, han dejado en una situaci¨®n precaria al jefe ejecutivo Bernd Pischetsrieder, de 58 a?os, que ahora teme por la prolongaci¨®n de su contrato que caduca en 2007.
Pi?ch ha desenterrado el hacha de guerra y ha colocado a Pischetsrieder a los pies de los caballos. Pi?ch, nieto de Porsche, el fundador de VW, y antecesor de Pischetsrieder en la direcci¨®n del consorcio, no tuvo el menor reparo en declarar en p¨²blico que el comit¨¦ de empresa est¨¢ en bloque contra el jefe del consorcio.
Sostiene Pi?ch: "No conozco ni una sola empresa en Alemania en la que alguien pueda sobrevivir en contra de los 10 votos de la parte obrera". En los pasillos del sal¨®n del autom¨®vil de Ginebra Pischetsrieder corrobor¨® las palabras de Pi?ch: "Yo tampoco conozco una presidencia que pueda seguir contra la voluntad de los 10 representantes sindicales".
La ley de cogesti¨®n alemana estipula una representaci¨®n paritaria de los sindicatos y la patronal en el Consejo de Vigilancia. En caso de empate en una votaci¨®n decide el voto de calidad del presidente, Pi?ch en este caso.
Este gremio de supervisi¨®n tiene que decidir en abril sobre la prolongaci¨®n del contrato de Pischetsrieder que concluye en 2007. La pr¨¢ctica usual en el sector del autom¨®vil es emitir se?ales sobre la prolongaci¨®n de los contratos con al menos un a?o de anticipaci¨®n.
No est¨¢ muy clara la motivaci¨®n de Ferdinand Pi?ch para serrar la silla de su sucesor. Varias cr¨®nicas de prensa aluden a la insaciable ansia de poder del nieto del fundador, que no se resigna a representar un papel secundario en lo que lleva camino de convertirse en un drama de Shakespeare.
Al menos, el b¨¢varo Pischetsrieder parece haberlo tomado con humor. A la pregunta de si le serraban el sill¨®n, respondi¨® Pischetsrieder: "Ya hemos encargado un aspirador para recoger las virutas".
El jefe de VW se ha buscado la enemistad de los sindicatos con el plan de reducir 20.000 puestos de trabajo de los 103.000 de la plantilla del consorcio en Alemania. No entienden los sindicatos que se est¨¦ planificando la apertura de una f¨¢brica en Rusia, al mismo tiempo que en Alemania se pone en marcha la liquidaci¨®n de uno de cada cinco empleos.
Asegura Pischetsrieder, en declaraciones a Welt am Sonntag, que no habr¨¢ despidos forzosos: "El contrato que asegura los puestos de trabajo concluye en 2011 y nos atenemos a ello".
A la pregunta de si ese contrato podr¨ªa modificarse, responde Pischetsrieder: "En teor¨ªa, s¨ª, pero tengo confianza en que encontraremos una v¨ªa mejor de acuerdo con el comit¨¦ de empresa y el sindicato IG Metall". En lo que parece un claro gui?o hacia los sindicatos y sus representantes en el Consejo de Vigilancia, que tienen que decidir sobre su futuro, Pischetsrieder asegur¨® en Ginebra: "No soy un hombre de los de contrato y echo a la calle".
En la lucha por el puesto puede contar Pischetsrieder con el apoyo del primer ministro de Baja Sajonia, el democristiano Christian Wulff (CDU), que representa el 18,09% del accionariado. Tambi¨¦n, aunque parezca curioso, con el jefe de Porsche, que ha comprado el 18,59% de VW en una operaci¨®n detr¨¢s de la que en su d¨ªa se quiso ver la mano oculta de Pi?ch.
El presidente ejecutivo de Porsche, Wendelin Wiedeking, de 53 a?os, uno de los nombres que se baraja como posible sucesor de Pischetsrieder, ha salido en apoyo del jefe de VW al que dedic¨® grandes elogios.
La pugna en la cumbre de VW no ha pasado sin huella. En la Bolsa, la acci¨®n de VW ha ca¨ªdo. El semanario Der Spiegel describe la situaci¨®n en t¨¦rminos dr¨¢sticos: "En Wolfsburgo reina de nuevo el caos. El jefe est¨¢ herido de bala y el candidato a sucederle
[se refiere al jefe de la marca VW Wolfgang Berndhard] no cuenta con el apoyo de importantes miembros del Consejo de Vigilancia".
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