El Gobierno negocia con Mauritania la devoluci¨®n de los 'sin papeles' subsaharianos

El Gobierno de Mauritania ha mostrado una actitud "muy positiva" para admitir la devoluci¨®n de los inmigrantes subsaharianos que en los ¨²ltimos meses han llegado a Canarias procedentes de sus costas. As¨ª lo manifest¨® la delegaci¨®n espa?ola que, encabezada por los secretarios de Estado de Seguridad y Asuntos Exteriores, se desplaz¨® ayer a Nuakchot y a Nuadib¨² para entrevistarse con las autoridades del pa¨ªs magreb¨ª. ?stas se mostraron tambi¨¦n de acuerdo en cooperar con Espa?a y con la UE para poner fin, "en tiempo real", a un drama humano que ha causado ya centenares de muertos.

Adem¨¢s de los secretarios de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y de Asuntos Exteriores, Bernardino Le¨®n, formaban parte de la delegaci¨®n espa?ola un representante de la UE y otro del Gobierno de Canarias. El grupo fue recibido por el jefe del Estado, Ely Uld Mohamed Vall; el primer ministro, Sidi Mohamed Uld Bubakar; los titulares de Interior y de Justicia y los mandos del Ej¨¦rcito y de la Seguridad. El alto nivel de los interlocutores indica el inter¨¦s de las autoridades mauritanas en solucionar el problema.

Mauritania tiene acuerdos de libre circulaci¨®n con 16 Gobiernos del ?frica subsahariana. Los ciudadanos de esos Estados pueden entrar legalmente en el pa¨ªs con s¨®lo mostrar su carn¨¦ de identidad. Las autoridades locales calculan que el n¨²mero de esos extranjeros "en tr¨¢nsito" ronda el medio mill¨®n. La mayor¨ªa procede de Senegal y Mal¨ª, y su ambici¨®n es instalarse en Europa.

En Mauritania trabajan para reunir el dinero suficiente que les permita seguir viaje, algo normal desde hace una d¨¦cada. Lo que ha cambiado es que, hasta hace unos meses, continuaban hacia el norte, rumbo a Argelia, Marruecos y el S¨¢hara Occidental. Desde que esos pa¨ªses endurecieron sus controles, a finales del a?o pasado, han variado su ruta hacia Nuadib¨², desde donde salen la mayor parte de las barcas que intentan alcanzar Canarias. Los subsaharianos que llegan al archipi¨¦lago desde Nuadib¨² son residentes legales en Mauritania, del mismo modo que lo son en Francia los espa?oles con su DNI. Esta circunstancia respalda la petici¨®n espa?ola para que Nuakchot acepte su devoluci¨®n, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.

Esa soluci¨®n permitir¨ªa sortear el rechazo de la mayor¨ªa de los pa¨ªses subsaharianos a admitir la repatriaci¨®n directa desde Espa?a. Sin embargo, existen varias dificultades para llevarla a la pr¨¢ctica. Los inmigrantes destruyen su documentaci¨®n antes de embarcar, lo cual complica su identificaci¨®n. En segundo lugar, lo ¨²ltimo que desean las autoridades mauritanas es enturbiar sus relaciones con los dem¨¢s pa¨ªses del ¨¢rea. La complicada composici¨®n ¨¦tnica del pa¨ªs hace que las relaciones con sus vecinos, y muy especialmente con Senegal y Mal¨ª, sean en la pr¨¢ctica un asunto de pol¨ªtica interior. En Mauritania conviven habitantes de origen ¨¢rabe bereber -los mauros o moro, en torno al 70%s- que controlan el Gobierno y el comercio, con las poblaciones negras procedentes de Mal¨ª y Senegal. En torno al 40% de los ¨¢rabes son blancos. El resto son harat¨ªn, antiguos esclavos de piel oscura de los anteriores, pero pertenecientes a las mismas tribus ¨¢rabo-bereberes. La tasa de natalidad de estos ¨²ltimos es la m¨¢s alta del pa¨ªs.

Frente a esa comunidad est¨¢n las tribus negras africanas, que suman el 30% de la poblaci¨®n: los pulard, los sonink¨¦ y los wolof. Esas tribus, adem¨¢s de Mauritania, habitan Mal¨ª y Senegal. Sus miembros se consideran discriminados por motivos raciales. Es decir: desde un punto de vista cultural, los ¨¢rabes son mayor¨ªa. Pero desde un punto de vista racial, lo son los negros. Este es el aspecto m¨¢s delicado de la pol¨ªtica mauritana y el principal motivo de que hasta el momento no se haya publicado un censo y el origen de las pol¨¦micas sobre el n¨²mero de inmigrantes que se encuentran en el pa¨ªs. En cuanto logran embarcar hacia Canarias, los subsaharianos avisan por tel¨¦fono a sus familiares para que se desplacen desde sus pa¨ªses hasta Mauritania, con el fin de que les acompa?en en la aventura, seg¨²n han revelado fuentes de la Seguridad Nacional.